reencuentro parte 4

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Kion no podía creer lo que escuchaba, su corazón latía cada vez más fuerte. ¿Cómo es que esto estaba sucediendo? ¿Cómo es que todo había cambiado tan rápido? Caer no era el problema... y mucho menos lo era pensar en la situación en la que se encontraba.

Se sentía atareado, totalmente débil. Simba lo sostenía, hace tanto que ya no escuchaba la voz de simba, que le parecía gloriosos volver a irlo. El miedo inundaba toda su alma. Y aún más el impacto siguiente. Era alegría y terror lo que invadía con seriedad el corazón del cachorro.

Kion: P-Papa... – dijo kion apenas en un hilo de voz.

Simba lo sostiene aun con lágrimas en los ojos, hasta que por fin deja caer al suelo. Bunga se queda sin palabras, no sabía que sentir también. Creía que simba se pondría una furia en cuanto kion hablara.

Liam: es... –tartamudea, no tenía palabras. Era kion quien estaba a unos metros de él.

Zazu: iré... ¡iré con la reina! – dice, mientras se va volando de alegría.

Simba: kion... – apenas las palabras salen de simba, también tenía miedo. Tan solo quería abrazarlo – kion, hijo...

Kion ya no resistía las lágrimas, ya no sabía que sentir, un enorme dolor en el pecho lo penetraba. ¿Qué pasaría? Se preguntaba. Simba estaba ahí, había salvado su vida. ¿Cómo poder ser valiente para esto?

Kion: papá... –apenas logra hablar.

Fuli: ¡vamos Tiifu! Casi llegamos... –dice ladeando su rostro.

Tiifu: no..., esa no es la dirección correcta –niega con la cabeza –, hay algo raro...

Fuli: esta es la dirección. Conozco el camino...

Tiifu: pero... –duda y empieza a olfatear –, el olor proviene de otro lugar...

Fuli duda unos instantes pero al recordar lo sucedido con kion, se retracta y por fin sede.

Fuli: bien... hacia ¿Dónde?...

Pero antes de que avanzara más, una leona salta sobre la pequeña Tiifu, arrollándola.

Fuli: ¡Tiifu!... – grita.

Bunga: ¡que! ¡Creí que casi lo matarías!

Simba fulmina con la mirada a bunga, aunque casi de inmediato estabiliza su humor. Era evidente que aunque fuese parlanchín lo había extrañado.

Liam: será mejor que vaya con la reina majestad – observa al pequeña bunga con aspereza – creo que llevare a bunga conmigo. Parece que necesita privacidad.

Simba: hazlo Liam..., quiero que sigan buscando a Shani. Avisa a Nala que kion está a salvo... (Susurra) mi hijo está bien – dice con sutileza y una gran sonrisa.

Liam: lo hare majestad – asiente con alegría, y con cautela se acerca al pequeño cachorro – y... joven príncipe, de nuevo. Me alegra verte de nuevo...

Bunga: pero ¿Qué?, no quiero marcharme. No lo hare sin kion...

Kion: está bien bunga... (Dice en voz baja) necesito... – tartamudea – necesito estar a solas.

Bunga: ¿estás seguro? – Pregunta – puedo... –observa a simba de reojo – puedo cubrirte la espalda.

Simba: (Sonríe) tranquilo bunga... – se detiene a ver a kion –, ten por seguro que jamás volveré a hacerles daño... y – baja la mirada para después volverla a plantar sobre kion –, no hay mejor protección para mi hijo, que la mía...

Bunga: oh... claro... –sigue a Liam, sin antes dar un vistazo tras de sí.

Kiara: ¡Tiifu! – La vuelve a abrazar –, ¡pero que gusto me da verte! Creí..., – baja la mirada – creí que te había perdido.

EL SECRETO DE LAS PRADERASWhere stories live. Discover now