EL SECRETO DE LAS PRADERAS

Despedida (part 1)

Dedicado a todos ustdes, con mucho amor, agradecimiento y bendiciones. ya que sin sus comentarios y votos, mi escritura no seria nada. 

Kion trata de levantarse sobre sus patas, aquel dolor lo había atacado de manera instantánea. Algo que jamás le había sucedido, en cuanto logra estabilizarse. Niega con la cabeza varias veces, para deshacerse del mareo que lo ataco, para volver de nuevo su vista al camino.

Fuli: ¿kion? – Pregunta con preocupación –, ¿todo en orden?

Kion abre los ojos con rudeza y duda un poco en contestar. ¡¿No se sentía bien?! O al menos sentimentalmente.

Kion: no fue nada – duda unos instantes –, sigamos... tenemos que despedir a Matembo.

Kiara y fuli se miran entre sí, dudando, pero casi de inmediato vuelven a su camino, en cuanto kion lo hace caminando frente a ellas.

Bunga: Realmente esto me preocupa...

Ono: umh... ¿qué? – Pregunta despistado –, ¿Qué quieres decir con eso? ¿No crees que espiarlos ya fue bastante mal?... ya deberíamos estar en casa. Kion y las chicas llegaran antes que nosotros.

Bunga: pero... –se cruza de brazos varándose en el camino –, ¿a qué se referirá fuli con... mantenlo en secreto? ¿Por qué fuli diría eso?

Ono: que tal... – pone los ojos en blanco –, ¡no nos interesa!, debe ser algo importante para fuli... ¡no es un crimen, bunga!

Bunga trata de resolver sus palabras, pero antes de decir algo más. La voz de Beshte vuelve su atención a la oscuridad del camino. Beshte corre con urgencia hacia ellos, aunque no, con un semblante de preocupación, sino, como si le alegrara lo que veía.

Ono: Beshte... ¿Qué haces aquí?

Bunga: ¿hay problemas? – corre hacia Beshte.

Beshte: ¡amigos! Que gusto que los encuentro... –dice tratando de recuperar el aliento –, ¿Dónde está kion? Necesito decirle algo...

Bunga: ¿Qué?... ¿no es un problema?

Beshte: es una gran noticia, pequeño bunga. ¡Sé que esto nos alegrara a todos! Así que... díganme... ¿Dónde está? El rey, pide por él con urgencia.

Ono: podemos llevarte con él. No está lejos – señala con su ala –, en realidad podemos tomar un atajo... son, muy concurridos y útiles por aquí.

Beshte: ¡excelente! Vámonos ya... les diré en el camino.

Una vez que Beshte termina sus palabras, Ono no espera a otra orden más, y emprende el vuelo, a dirección de unas pequeñas montañas, apenas onduladas. La noticia de que Tiifu estaba despertando, había impresionado en el campamento. Algunos les provoco una alegría irrefutable, mientras que a otros les parecía un milagro, que una pequeña leona, hubiese sobrevivido a tan terrible desastre.

Pero aun, la discordia y la incertidumbre daba mucho de lo que dudar, seguían sin tener pistas de Zuri, y la idea de pensar lo que había pasado con ella atormentaba aun a todos.

Nala: pero... –duda con preocupación –, ¿Dónde pueden estar? Saben que salir del campamento es arriesgado. No sabemos que cazadores, se encuentran allá afuera.

Liam: mi reina, tranquila. No tardaran en volver. Sé que kion no está solo. Además es el líder de la guardia del león. Sin contar que es demasiado cuidadoso como para hacer algo que provoque a los cazadores.

Nala: Liam... aun cuando sé que mi hijo puede hacer eso. Como madre no quiero perderlo. Ni siquiera permitirle que salga de aquí, sabiendo que Nattu o cualquiera de sus secuaces puede estar cerca.