twenty-eight

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Ya había pasado tres días y ahora podía respirar mejor, pero mi pierna aún estaba mal por la bala que me había llegado, así que tenía que estar una semana más acá. Milo venía constantemente a verme y yo me sentía realmente feliz de tenerlo a mi lado nuevamente, él ya sabía del viaje y me sentía feliz por eso. Ya que aceptaba todo, nuevamente tener a Milo a mi lado.

Hoy era miércoles, y Milo ya se había tardado en venir así que comencé a escribirle y me comentó que venía en camino. Se había atrasado, las calles estaban llenas. Luego de unos minutos la puerta se abrió y se cerro.

—¡Llegas 10 minutos tardes, Manheim! —Comenté, riendome.

Pero en la puerta no estaba Milo, era Dante el chico que me había salvado de mi muerte. Ya no estaba herido, eso sí, tenía varios golpes en su cara pero ese brillo de sus ojos azules no se lo quitaba nadie, le sonreí y este se acerco a mi. Lo abracé, mientras que le agradecía por todo lo que había hecho por mi, por salvarme de Luke. Y por curarme, darme de comer y mantenerme con vida en una semana.

—¿Estás mejor Dante?

—Sí, pensé en que moriría en cuanto llegué al hospital con una bala en el tórax. —Me reí.

—Y yo pensaba que me moría con una bala en mi pierna.

—¿Cómo está tu pierna?

—Bien, en unos pocos días me iré del hospital. Hasta ya puedo caminar.

Hablamos mucho con Dante, me dijo que Luke había escapado pero con su ayuda podían atraparlo y me alegre ya que no le haría daño a más niñas como yo.

—¿Quién era la pelinegra que estaba a su lado? —Pregunte y Dante dudo.

—Su prima. La conoces muy bien, es Irene. —Comentó este.

—¿Qué?

—Irene le ordeno todo esto y ella también mando a matarte, pero todo esta a cargo de Luke.

Ardía, pero de rabia. 


De rabia de querer tener a Irene allí mismo y poder pegarla cuantas veces hizo conmigo. Comencé a llorar por la rabia que tenía, no sabía cuanto tenía que pasar por causa de que las chicas que estaban totalmente enfermas y detrás de Milo.

Milo se adentro a la sala, pero no sólo. Allí se encontraba Irene, junto a él, lo tomaba del brazo se sorprendió en cuanto vio a Dante y sabía que se haría la victima, le susurré a Dante fuera en busca de seguridad y cerrara la puerta antes de irse, ahora ella va a sufrir.

—Tanto tiempo, Irene. —Comenté, mientras que miraba. —¿Ya le contaste a Milo lo que me hiciste?

—¿Qué? —Dijo esta con su tierna sonrisa.

—Cuéntale que eres prima de Luke y que tú le dijiste que me hiciera daño, Dante está de testigo. —Solté toda de una. —Cuéntale que en tus planes yo no seguía con vida.

—¿Eso es verdad, Irene?

Eres una maldita zorra...—Murmuró esta.

Dante venía con la seguridad en cuanto Irene se subió encima mío, comenzaba a asfixiarme y Milo la sacaba de encima mío, al ya ver como estaba lejos de mi esta gritaba lo mucho que deseaba tenerme muerta. Y no iba descansar a hasta matarme Milo me abrazó, mientras que yo correspondía a su abrazo, por fin podía estar tranquila con Irene lejos de mi, lejos de nosotros.

—Estuve ciego todo este tiempo, pensé que era buena contigo.

—Milo, tranquilo. —Le besé.

Luego de eso, Milo había traído papas mientras que Ann se adentraba a la sala junto a Dante. Ya todos sabían lo que Dante había hecho por mi y Milo no paraba de agradecerle por lo que hizo por mi, y también por mantenerme con vida antes que todo.

( . . . )

Ya había salido del hospital, faltaban unas pocas semanas para irme a California, yo y Milo ya lo habíamos aceptado. Aún que ninguno de los dos queríamos, él tenía que seguir con su vida y terminar sus estudios y para mi era lo mismo.

Una semana a mi sólo me quedaba una habitación y una cama, esta casa quedaría totalmente sola luego. Pensábamos en volver por eso mi madre no la vendería hoy tenía mi salida con Milo, luego del liceo ya que él aún asistía. Yo me había salido, estaba inscrito a uno de California que era demasiado bueno, tenía unas excelentes calificaciones así que mi madre me puso en unos de los mejores de California.

Me subí al auto de Milo, pues llegaríamos más rápido. Luego de hablar de cosas triviales, me dijo que Camryn pensaba en mudarse nuevamente pero ahora a Canadá. Pero el seguiría en Portland con su padre, Camryn necesitaba terminar unos negocios que tenía por allá.

Cerré los ojos mientras que Milo me guiaba, al llegar había un lindo bosque alumbrado con luces, era un picnic junto a un arroyo, nos sentamos a comer un poco.

Nos sentamos junto al arroyo mientras que comenzaba a cantarme nuevamente.

—la forma de amarme no es difícil, sólo abrázame fuerte como hora.

Y así estuvimos toda la tarde, el me cantaba una canción tan triste como sería nuestro hasta pronto nos prometimos varias cosas, nos amamos al otro como se debía, amaba tanto a Milo que sentí que algo en mi se moría, se moría al sentir lo mucho que me amaba y lo mucho que yo le amaba.

Nuestro amor no pude ser más lindo y puro en pocos meses. Milo era lo más lindo que tenía y no podía creer que pronto me iría para no verlo jamás, quería despertarme a su lado cada día de mi vida y decirle lo muchísimo que le amaba.

Nunca creí que un amor juvenil fuera tan duro, nunca creí en amar a alguien como amaba a Milo.

Amaba a Milo Manheim, como nunca a nadie.

ain't love - ❝ milo manheim ❞ [TERMINADA]Where stories live. Discover now