ain't love - ❝ milo manheim ❞ [TERMINADA]

twenty-five

Ya había pasado una semana y los malos tratas de Luke a mi cada vez más avanzaban, se notaba que gozaba el daño de otras personas. Las lágrimas, le encantaba verme llorar de eso estaba más que segura.

Como día martes fui directo a mi clase, ahora llegaba a la hora para no tener que aguantarme los acosos de Luke por la mañana era lo más terrible, tenía mis mejillas de un ligero color morado que borraba con maquillaje, Luke me hacía bastante daño mientras que estábamos solos, algo me llamo la atención un chico con ojos avellanas que no veía hace un buen tiempo sentado en mi puesto. Corrí mientras lloraba para lanzarme encima de él.

—¡Milo! —Grité.

—Preciosa. —Este me abrazó con fuerza.

Yo no podía dejar de llorar, se notaba tan cansado lo bese todo lo que pude y no paraba de tomar sus manos, me sentía tan feliz de volver a verlo.

La hora paso y nos fuimos al campus, estaba comenzando a llegar la primavera y Milo me toco la mejilla, la aplastó. Me quejé, pero me di cuenta que él no sabía lo que estaba pasando y tampoco debía saberlo así que solamente estuve todo el día con él, me hablo sobre el viaje de Camryn y que pronto terminaría de grabar para darse un descanso, me dijo lo mucho que me había extrañado y yo a él.

—¡Manheim! —Gritó una pelinegra, Irene.

—Hola, Irene. —Sonrío este.

Irene se acomodo a nuestro lado y le pregunto a Milo como le había ido, sin intención de hacerme algún daño alguno. Eso pensé hasta me miro y toco mi mejilla quito todo el maquillaje con una toalla húmeda que traía en su mano. Milo me quedo mirando el gran moretón de mi cara.

—Luke, ese chico raro. Le ha estado acosando, le ha pegado fuerte mientras que tú no estabas.

Milo aún seguía mirándome, tenía muchísima rabia. Y se iba a levantar cosa que yo lo detuve, este me decía que yo lo soltara pero no podía, me haría daño tanto mi como a él. Milo me empujo para ir corriendo por Luke, mire a Irene con rabia. Ella tenía la culpa de todo lo que pasaba, y si le hacían daño a Milo todo sería su culpa.

Salí corriendo detrás de él, pero se me perdió. Luego de un rato Milo le estaba pegando a Luke, este no hacía nada fui en busca de Milo y lo jale con cuidado, Milo me abrazo con fuerza mientras que yo lloraba con fuerza.

Ahora sí, tenía demasiado miedo de lo que podría hacernos Luke tanto a mi como a Milo. Mi mejilla seguía del mismo color morado, pero ahora Milo seguía mirándome con algo de enojo al yo no decirle todo lo que estaba pasando, pero él tampoco podría saberlo no quería que le hicieran daño menos cuando él pronto se quedaría solo. Completamente solo, Luke paso por afuera del salón y lo único que hizo fue verme. Su mirada amenazante me daba escalofríos.

Abracé a Milo y este solamente me correspondió el abrazo, me beso la coronilla pero aún así tenía tanto miedo de todo lo que estaba pasando últimamente. Nos besamos mientras que el profesor de filosofía comenzaba su clase, Milo vino a buscarlo su padre no podría acompañarme a casa. Pero Mike podría hacerlo lo esperé pero al ver a Luke venir, decidí caminar con rapidez.   

Me introduje en unos de los pasajes, se me hacía eterno. Comencé a correr este venía detrás de mi, tenía tanto miedo veía la luz asomarse para poder salir del lugar. Pero cada vez se hacía más lejano, al salir de allí me adentré a un restaurante. Mientras que Luke pasaba de largo espere un rato para volver a salir.

—Hey, ¿estás bien? —Me preguntó una pelirroja, yo me asusté.

—Eh, sí.

Me di cuenta que estaba temblando de miedo, mi mejilla morada no daba una buena impresión menos en un lugar lleno de gente que me vio entrar con rapidez y asustada a aquél local, la pelirroja fue en busca de un vaso con agua la cuál acepte, aún así debía hacer tiempo para ni encontrarme Luke.

En cuanto tome el vaso, tanto como yo y el agua se movía. No paraba de temblar la chica se acomodo a mi lado, dándome una cálida sonrisa.

—¿Qué ocurrio? ¿Te molestan en el colegio? —Negué. —¿Y ese moretón?

—Me caí en gimnasia. —Mentí.

—Cuando era de tu edad, me molestaban muchísimo. Yo siempre me quedaba callada, hasta que decidí delatar a las chicas que me hacían daño. —Comentó la chica sonriente. —Debes denunciar a las personas que te lastiman, ese es la única solución que puedo darte.

—Gracias, Sol. —Dije, ya que en su camisa decía eso. Supuse que era su nombre.

Le devolví el vaso y era el momento de irme a casa, no quería que se hiciera tarde. Menos ahora, mire a todos lados algo perseguida tenía miedo nuevamente me metí en un callejón, para acortar camino comencé a caminar rápido no había muchísima gente. Luego de eso llegué al parque que estaba llena de niños y sus madres protectoras, mis mejillas cada vez comenzaba a doler más.

Una pequeña niña llego a mi lado con una pelota de juguete la tome y se la devolví, la niña sonrío para mirarme el rostro cosa que volvió a jugar con sus demás amigos.

Me sentí a salvo, seguí caminando hasta mi casa. Vi un auto negro detenerse a mi lado, le miré pero de inmediato comencé a correr pero no fue por muchísimo tiempo me tomaron de la mochila haciéndome caer, mi cabeza rebotó contra el suelo, me la toque tenía sangre de esta. Me tomo en sus brazos el pelinegro que ni siquiera conocía, me tiro al auto y comenzó a conducir.

—No me hagas daño por favor...

Pedí, mientras que venía la sangre  manchar todo el asiento trasero, mi vista se nublo mientras que a mi llegaba la linda sonrisa de Milo junto a sus ojos color avellanas.

—No me lastimes...

( . . . )
No me odien por esto por fa, yo las amo xd.