Capítulo 11.- Juramento

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Encontrados cara a cara en el baño de hombres después de pasar un rato de vergüenza, Kurapika se ve impaciente y a la vez molesto con la situación que tenía que soportar al lado de Kuroro, este ultimo no se detenía al expresar todos sus pensamientos para sacar más palabras y reacciones de su compañero.

—¿qué quieres?— preguntó Kurapika directamente, fue al grano esperando recibir una respuesta seria, tenía rabia en sus ojos, una rabia expresada mediante sus orbes escarlata.

—saber por qué no me matas— respondió con la misma seriedad, lo cuál de algún modo desconcertó a Kurapika, todo el tiempo trataba de provocarle cólera.

—porque no lo haré en publico— contestó cruzandoce de brazos y girando el rostro hacia el suelo dando señales de que no estaba seguro de lo que decía.

—mentira, ¿qué es lo que te sucede?— trató de acercarse más a él dirigiendo su mano al rostro pálido del Kurta, logrando que retrocediera más quedando arrinconado en la pared.

—déjame en paz, ¿y por qué dejaste solos a los niños?— cambió rápidamente de tema como un pretexto para salir de ese acorralamiento repentino que le incomodaba.

—ellos están bien, están comiendo pizza 

—voy a ver que estén bien— dio un paso al costado esperando que Kuroro le dejara pasar, pero este puso el brazo en el camino dando a entender que no lo dejaría irse.

—no me evadas Kurapika— lo tomó del brazo jalándolo hacia su cuerpo y sonriendo picaramente, lo cuál además de enfurecer a Kurapika, le provocó un ligero sonrojo, esa suavidad con la que lo tomaba no era normal.

—suéltame, ¡suéltame!— se desesperó al no saber cómo reaccionar y quería alejarse, pero su compañero se lo impedía presionando sus muñecas a la altura de su rostro.

—golpéame, hazlo hasta matarme —. Sin dudarlo, Kurapika le acierta una patada en la entrepierna que hace que Kuroro se retuerza de dolor frente a él —eso si dolió—. Murmuró entre dientes haciendo de Kurapika soltara una pequeña risilla burlona —¿cómo te sientes ahora? 

—¿sentirme? quiero matarte, es lo único que tengo en mi mente, pero esos niños necesitan de mí y hasta que no los deje seguros, no peleare contigo.

—Entonces hablemos, sobre nosotros.

—no hay nada de qué hablar, no eres el padre de ellos ni yo su madre, no hay un "nosotros" del cual discutir— aclaró fríamente.

—quiero la paz— exclamó Kuroro sin dejar de mirarlo a los ojos.

—¿qué?— Kurapika se desconcertó al escuchar aquello.

—no te perseguiremos más, tú a tus objetivos y yo a los míos, sin confrontaciones.

—¿acaso no lo entiendes? la araña debe morir, lo que me hiciste no es asunto de arreglos ni acuerdos estúpidos, me arruinaste la vida y te comportas como si eso fuera un juego. Mi situación ya no tiene otra solución.

—¿Y lo que me hiciste a mi sí?— Kuroro empezó a mostrar cierta impaciencia con el rubio—¿debo olvidar que mataste a mis compañeros sin saber cuándo dejarás de perseguirlos? no quiero que sigas con tu venganza, yo no ataqué a tu clan por venganza.

—cierra la boca, mencionas a mi clan de nuevo y te clavaré la cadena de una buena vez.

—clávamela, ponme un juramento, si eso es lo que deseas —De repente una punzada dolorosa atormentaba su pecho al momento que los sonidos de cadenas materializadas a su alrededor se hacían presentes, Kurapika no había bajado la guardia en ningún momento— qu...que mierda... lo... hiciste...— Kuroro por no percatarse de que Kurapika había ocultado su nen recibió un ataque y ya no tenía salida, el acorralado era él.

AMAR o MORIR [Completa]Where stories live. Discover now