AMAR o MORIR [Completa]

Capítulo 10.- Por tu culpa

La mirada del rubio al presenciar la faceta de agonía interna del líder penetró en su conciencia de algún modo, jamás había tenido tanta sangre en sus manos y en su mente desde la masacre de su clan, pero seguía pensando que la venganza aún no estaba completada, mientras uno de sus miembros viviera, lo mataría hasta completar su promesa.

—¿Por qué estas llorando? ¿qué crees que ganas con eso? — cuestionaba Kurapika tras haber detenido bruscamente el auto.

—No espero ganar nada, ya lo perdí todo— el rubio lo ignora disminuyendo sus sensibilidad y empatía con el líder, pero este insistía en hacer comprender a su compañero escarlata el dolor que sentía en ese momento — ¿acaso no crees que ya estamos a mano? ¿te agrada verme así? eso te gusta ¿no? adelante, búrlate de mí. Deléitate con tu venganza, debes estar muy orgulloso de ser el vengador de tu clan. —Decía derrochando palabras de rencor y cierto odio.

— Voy a ajustar cuentas contigo en cualquier momento— respondió Kurapika abrillantando sus orbes azules a rojo —cuando te acabe, ya no tendrás que lamentarlos — finalizó en su respuesta mirándolo de reojo tras una pared carmesí, el odio regresó momentáneamente a él.

— ¿Por qué no ajustamos cuentas ahora? — Habló el líder al abrir la puerta y devolverle la misma mirada de odio — sal del auto.

Kurapika no esperó una segunda llamada y abrió rápidamente la puerta del piloto para salir del otro lado y caminar hacia su enemigo, cerrando dio un portazo que despertó a los pequeños rubios que dormían atrás, apenas dando unos pasos hacia Kuroro, ellos ya habían empezado a emocionarse al saber que estaban en su destino.

— ¡Ya llegamos a la pizza! — le dijo Annie a su hermano.

Los niños se bajan por la puerta del lado izquierdo para cruzar la calle y llegar al restaurante que les quedaba a varios metros después de la avenida, Kurapika y Kuroro se habían esfumado en palabras y emociones negativas que no se dieron a la tarea de saber si los niños escuchaban o no lo que decían.

Ambos pequeños corrieron por la avenida sin fijarse en que un camión de carga aumentó su velocidad en un arranque por pasarse el rojo, Kuroro que estaba mirando hacia ese lado fue quien alerto a Kurapika instintivamente a pocos segundos de una desastrosa tragedia, evitando la confrontación que querían, el camión que era de gran tamaño no alcanzaba a notar a los infantes que se le estaban atravesando. Ambos jóvenes se apresuraron a gran velocidad para alcanzar a salvarlos del accidente, pero el camión golpeó duro ocasionando un estruendo seguido de un freno apresurado. Las llantas del camión salieron disparadas por varias direcciones perdiéndose en los matorrales y la carga del camión que era escombro, se regó por la calle y levanto tanto polvo que apenas se podía ver o respirar. Un accidente imprevisto que afectó a los involucrados.

Demasiado tarde para salvar a una de las vidas en cuestión

— ¡¡KURORO!! — gritó el rubio una vez que se había levantado del suelo tras haber embestido a los niños hacia el pasto sobre el paso peatonal, pero su cara de asombro y temor arruinaba su joven rostro al ver la escena que quedó del accidente, el camión no sufrió tantos daños pero quedó detenido en el trayecto envuelto en una nube de tierra polvorienta mientras por debajo de los neumáticos escurría un pequeño charco de sangre. Kurapika se acercó rápidamente entre el escombro de la carga antes de que los niños se levantaran y miró por su propia cuenta lo que había pasado — demonios...

Kuroro yacía parado frente al camión con el libro skill hunter en la mano y abierto, lo que significaba que había utilizado una de las habilidades de su libro para detener el camión. El conductor por otra parte, no corrió con la misma suerte, había sido estrellado contra el vidrio frontal causándole una muerte instantánea y destrozándole la cabeza por el impacto, lo que explicaba el rastro de sangre que caía por la puerta.