Capítulo 14- Ella Ōtsutsuki (2/3)

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<<Sigo siendo fuerte. Una kunoichi. ¡Una kunoichi con un armamento más fuerte que un apellido!>> pensó, aunque de forma cobarde. ¿Por qué no lo decía en voz alta?
Se había vuelto más débil. Ella era una nueva excusa por el cual aguantar a esos idiotas.

¿Lo peor? La tenían cerca. Tan cerca que alguno de esos idiotas, a veces, iban a su habitación para darle el biberón.

<<No la tocaréis ni un pelo. Ni a ella, ni a Sasuke-kun, ni a Sarada. ¡Ni siquiera a Taiyō! Sigo siendo fuerte aunque tenga un bozal>> pensó.

***

—Mamá— habló Ella, sujetando a su madre por la manga de su kimono. Taiyō estaba en una misión especial de la cual no sabían nada, por lo que aquella mansión era un peligro para ambas. Sin embargo, Ella nunca lo notó. Delante de ella siempre estaba su madre para protegerla—. No te vayas...— el cuarto estaba totalmente oscuro, pero no tenía miedo de aquella oscuridad. Tenía miedo de que su madre saliera por aquella puerta y, al día siguiente, apareciera con más heridas—. Ella no quiere ser como ellos. Ella quiere ser como mamá; fuerte y hermosa.

Sakura se sentó en el borde de aquel colchón, acariciando los cabellos negros de Ella.

—¿Por eso te has teñido, cariño?

Sonrió. Recordó a Sarada. ¿Ella sería igual?
Seguramente, pues ambas eran hermanas.

—Sí.

No supo si reír. No le importó, era su aspecto y ella decidía.
Sin embargo, los Ōtsutsuki estaban descontentos con aquella decisión tan repentina. Y cuando estaban descontentos, siempre buscaban culpables.

—Ella es guapísima. ¿Lo sabías?

Ella sonrió con alegría. Lo cierto es que no le importaba mucho su aspecto, pues aún no había ido hacia la tierra. Aún no había visto ningún chico o chica de su edad: trece años. Ni siquiera había definido su sexualidad, pues donde estaba todos eran familia.

—Mamá. ¿Le cuentas a Ella alguna historia?

—Claro— se colocó al lado de su hija, resguardándose en las sábanas. La miró, pues estaba a su lado. Tan a su lado que sentía que, si algo pasaba, podría tomar acción. Y eso le reconfortaba; el poder sentir que puede proteger—. ¿Alguna historia de kunoichis?

—¿Otra vez Hinata e Ino? A Ella ya le contaste el cuento de esas dos princesas- se quejó, pensando que era totalmente ficción. Pero no sabía que, detrás de los cuentos de su madre, todo era real.

—¿Y sobre el rey-

—¿El rubio que luchó por convertirse en rey? Ella ya tiene a Naruto bastante escuchado. ¿No tienes más cuentos?

Síp— asintió con felicidad, mirando el rostro de su querida hija. Aquellos momentos del día se olvidaba del verdadero problema—. Tengo un cuento bastante especial que reservaba para cuando Ella sea mayor.

—Ella es muy mayor. ¡Ya puede entender muchas cosas! Incluso el abuelo dijo que ya superó a tía Hannah, que es de las más fuertes.

Sakura volvió a mirar aquellos ojos. Eran iguales a los de ella, solo que los de su hija brillaban con inocencia y fuerza. ¿Cómo podía superarle en casi todo con trece años de vida?

—Es la historia de Sasuke Uchiha y Sakura Haruno.

Sakura estaba decidida a contarle todo, con lujo de detalles, aunque obviando el trágico final. Quería decirle que su familia estaba en la tierra y, por supuesto, que ella pertenecía ahí, porque no pensaba dejarla atrás. La quería y amaba de igual manera que quería y amaba a Sarada y Sasuke. Ella no era una menos.

Sus labios se movían al compás de su voz, que soltaban aquellas mágicas palabras, dándole forma a aquella historia.
Historia real, realidad que pudo sentir Ella con tan solo escucharla.

Asentía asombrada. No era idiota; no era ficción, y eso lo sabía.
Había escuchado hablar de Eiko y de los Aika, ¡y entonces lo supo! El porqué aquella unión de ambos clanes.

Sabía que su padre era un Ōtsutsuki, pero no sabía cuán de importante era su madre para estar con él. Había recibido clases particulares de todas las materias, y en una de ellas había "historia". Su favorita.

Con emoción, terminó de escuchar la historia de Sakura. Hasta que finalmente, una palabra la hizo prestar aún más atención.

—...Sarada...

—Sarada Uchiha, ¿verdad?— Sakura se asombró, pues ella no había dado aún esa información. Ni siquiera pudo deducirlo. Así que, ¿por qué?— El abuelo le hizo estudiar a Ella quién era ella.

—¿Qué?— Sakura se alteró, mirando con atención a su hija. Inocentemente, asintió—. ¿P...Por qué?

—Porque dijo que debíamos de estar preparados para aniquilarla. ¿Acaso ella es la hija de Sasuke Uchiha?— inclinó su cabeza.

Y entonces, la Ōtsutsuki comprendió que la habían mentido.
¿Paz? Paz sus cojones, solo había caído en una trampa durante todos aquellos años.
Ellos lo prometieron, pero no tenían intenciones de mantener su palabra. Eran unos mentirosos. ¡Mentirosos!

Se levantó, dirigiéndose hacía la ventana. Estaba desesperada y no le importó mostrárselo a Ella.
Puso sus manos en el marco de la ventana y apoyó su cuerpo en ella, sacando su cabeza.
Inhaló aire, dispuesta a soltarlo en forma de un gran grito.

«Sakura, ¡no lo hagas! ¡Eso es idio-»

—¡¡SARADAAAAA!!—gritó a todo pulmón. Fue idiota, pero no le importó. ¡¿Qué más podía hacer atrapada en la estúpida luna?! ¡Su hija corría peligro! Ella se asombró. Sasuke Uchiha, Sakura, Sarada Uchiha. ¿Es que su madre se había saltado el verdadero final? Según Ella, Sakura y Sasuke fueron amantes. Pero los amores no siempre terminaban juntos, ¿no? ¿O es que acaso Sarada tenía alguna relación con su madre?—¡¡SARAAAA-

—¡Mamá!—interrumpió, levantándose de la cama. Intentó calmarla, abrazándola por la espalda—. ¡Mamá, si sigues gritando ellos vendrán!

Pero ya era demasiado tarde. La puerta se había abierto, mostrando los ojos enfurecidos de quien era el patriarca.

—Abuelo, esto no es-

—Ella, apártate.

Pero Ella no se apartó. Siguió protegiendo a su madre, usándose a sí misma como escudo. Es más, ella levantó sus brazos para ocupar todo el espacio posible, creando una muralla humana entre aquel hombre y su madre.

—Ella no se apartará, ¡porque Ella protegerá a su madre pase lo que pase!

Sakura reaccionó, enfureciéndose por completo. Dio un paso hacia adelante para proteger a Ella, mirando a aquel hombre con furia y desprecio.

«¿Ya llegó la hora de la acción?»

—¡Detened todo esto!— gritó. Su rostro se enrojeció por completo, fruto de la ira—. ¡Basta ya! ¡Hicimos un trato!

Ella mordió su labio, escondiéndose detrás de Sakura.

Ambos Ōtsutsuki se desafiaron con la mirada. La menor comenzó a estar bastante asustada. ¿Qué debía de hacer en aquella situación? Aún había cosas que no entendía.

—Aquí las cosas se harán como se debe, así que cállate, niña— habló, dirigiéndose a Sakura—. ¿Osas a desadia-

—¡Lo hago! ¡Le desafío!

Tragó saliva, sabiendo que nada bueno saldría de eso.

N/A

Cambio de planes, ay. El capítulo 14 será dividido en 3 partes, así que la siguiente parte también será sobre la historia de Sakura, una vez con los Ōtsutsuki.

Se llamará: «Trozos de luna».

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