CAPITULO 17

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No tardé mucho en llegar al despacho y no me molesté en arreglar las pintas que llevaba... Cabello despeinado, máscara de pestañas que se había esparcido por encima de mis mejillas, labios rojos medio pintados... Lo que se dice un desastre.

Ni siquiera tuve la educación de llamar a la puerta antes de entrar, simplemente lo hice...

Dos pares de ojos viajaron hacia la puerta, hacia donde yo me encontraba.

No supe a cual de los dos mirar así que me limité a entrar al despacho y cerré la puerta detrás de mí.

-Me han dicho que me buscabais...- empecé a decir, pero un Ryder muy cabreado me cortó enseguida.

-¿¡Dónde coño has estado!?- gritó acercándose a mi a grandes zancadas.

-No chilles- pedí frotando mi sien sintiendo como sus palabras taladraban en mi cabeza... Puta resaca.

-¿Que no chille?- bufó molesto, pero enseguida entendió porque lo decia- ¿Estuviste bebiendo toda la noche? ¿En que pensabas?

-No pensaba... No quería pensar- reproché sabiendo porque lo había hecho.

Ryder iba a hablar de nuevo pero su padre le reprendió.

-Hijo... ¿Porque no vas a tomar el aire y a calmarte?- dijo Adam.

Ryder suspiró molesto por la situación, pero tras un asentimiento de cabeza se fue de ahí, no sin antes dar un portazo a propósito.

-Dios...- susurré frotandome levemente los ojos.

-Alexa- llamó Adam. Levanté la cabeza en su dirección y solo vi una mirada de compasión, seguramente fingida- ¿Porqué no vas a descansar? Ya hablaremos cuando estés en condiciones de hacerlo.

Abrí los ojos algo sorprendida pero decidí que lo mejor sería hacerle caso, por una vez, y retirarme a mi apartamento a esperar que la resaca desapareciera. Asentí ante su propuesta y salí de ahí lo antes posible.

Me dirigí al ascensor de nuevo, y en pocos segundos ya estaba de camino a mi apartamento.

Escuché pasos detrás de mí en el momento en el que me encaminaba hacia mi puerta, pero no me hizo falta voltearme para saber qué quien venía a molestarme era el plasta de Ryder.

Decidí ignorarlo y justo cuando estaba a punto de meter la llave en la cerradura, alguien agarró el brazo con fuerza, llamando mi atención de una manera muy brusca.

-¿Qué coño haces?- espeté tirando de mi brazo para soltarme, pero su agarre no cedía ni un poco.

Sus zafiros me taladraron sin piedad, buscando una explicación.

-¿Donde has estado?

-Por ahí... ¿Qué más te da?- espeté ya molesta por su comportamiento- Sueltame el brazo o te juro que te quedas sin mano...

Titubeó ante mi amenaza pero finalmente decidió no soltar mi brazo. Me arrebató la llave del apartamento y se encargó de abrir la puerta y meternos a ambos dentro. Me aprisionó entre su cuerpo y la pared de la entrada.

-¿Que es lo que quieres, Ryder?

-Una explicación no estaría mal...- dijo bajando el tono de voz.

Rodé los ojos y sonreí sarcástica.

-No hay nada que contar porque tampoco me acuerdo de nada... Y aún que me acordara no te lo contaría, así que ya puedes estar sacando tu culo de mi apartamento.

Calló por lo que parecieron bastantes minutos, pero finalmente se dignó a hablar.

-Estaba...- hizo una pausa pensando si realmente debía decir aquello- Da igual déjalo...- dijo soltando su agarre sobre mi brazo.

AlexaWhere stories live. Discover now