CAPITULO 16

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Noté una gran claridad encima de mí, los párpados dejaron pasar toda aquella luz cegadora, invitándome a abrir los ojos.

No podía pensar con claridad, todo daba vueltas y las náuseas no tardaron en hacerse presente.

Me levanté sobresaltada ante un solo pensamiento ¿Donde estaba?

Mis ojos se abrieron de par en par dejando ver un sitio totalmente desconocido para mi.

Me encontraba en una cama de sábanas revueltas y por lo que pude examinar parecía una habitación de hotel o algo por el estilo... Mi ropa había sido substituida por una camisa ancha de hombre que me llegaba hasta medio muslo, puede que un poco menos.

Escuché una puerta abrirse y enseguida me puse en guardia, a pesar del tremendo dolor de cabeza y las ganas de vomitar.

Me levanté de la cama con sigilo y me pegué a una pared, cercana al pasillo que suponía que debía de dar a una sala de estar.

Escuché unos pasos, algo pesados para ser de mujer, y en cuanto la silueta apareció me dispuse a abalanzarme sobre ella, pero fue más rápido que yo y en menos de medio segundo me encontraba entre sus brazos y su pecho, notando el latido de su corazón acelerado en mi espalda.

-Shhht... Soy yo, Alexa... Soy Kyle- me susurró haciendo que me calmara.

Su agarre se aflojó y eso me permitió darme la vuelta para encararle.

Recordaba a Kyle... Pero estaba todo muy borroso, lagunas de grandes vacíos teñían mi mente. Y apenas era capaz de distinguir las cosas que hice y las que no... Entonces vi como iba vestida... No puede ser.

-¿Hemos...?- pregunté en un susurro, no estando segura de si quería saber la respuesta.

Él sonrió ante mi gesto preocupado pero negó con la cabeza, haciendo que algunos mechones de cabello le rozaran la frente.

-Mi ropa- demandé.

-No creas que me aprovecharía de alguien ebrio... Ayer por la noche insististe mucho... Y aún así no accedí. Ni siquiera fui yo quien te quitó la ropa...- dijo en un susurro. Mis mejillas estaban rojas de la vergüenza por mi irresponsable comportamiento- Te quitaste la ropa delante de mí... No te iba a dejar desnuda- dijo él con pesar al ver mi expresión. Se volteó un poco buscando algo con la mirada y en cuanto lo encontró lo alcanzó para mí y me lo tendió.

-¿Recuerdas algo de anoche?- pregunté mientras le hacía un gesto para que se diera la vuelta, cosa que hizo.

Me deshice de la camiseta que supuse que sería suya y me volví a vestir con el vestido que utilicé la noche anterior, colocándome poco después también las plataformas.

Carraspeé indicándole que ya había terminado y el volvió a voltearse en mi dirección.

-Son algunos recuerdos sueltos... Recuerdo con claridad hasta la partida billar, en la que hiciste trampas por cierto...- río levemente- Pero a partir de ahí y de la sexta copa todo se vuelve borroso y confuso... Hay partes en blanco y trozos de recuerdos.

-Te entiendo...- hice una pausa- Bueno, Kyle Donovan... Ha sido un placer pasar la noche en tu cama de motel pero esta chica se tiene que ir ya, así que... Me voy- informé buscando con la mirada mi cazadora, la cual encontré en una silla cerca de la cama- Suerte en la vida y no ahogues más tus penas en alcohol... No es bueno para la memoria- dicho esto pasé por su lado dirigiéndome a la puerta del apartamento y buscando en el bolsillo de mi chaqueta la llave del coche.

-Alexa - reclamó él haciendo que me volteara- Estamos a una calle del bar de anoche- informó para que me pudiera ubicar- Suerte en la vida- acabó por susurrar.

Asentí y tras eso salí de ahí lo más rápido que pude. Busqué el móvil en el otro bolsillo de la cazadora y tras desbloquear la pantalla mis ojos se abrieron de par en par... Diecisiete llamadas perdidas... Hubiese jurado que habían sido muchas menos. Y todas provenían del mismo teléfono... Del de Ryder.

No me entretuve mucho más y bajé a toda prisa las escaleras en cuanto las encontré. Llegué a lo que parecía ser una recepción y vi la enorme puerta de cristal al fondo de la estancia, no me lo pensé mucho y corrí hasta ella.

Salí y vi lo familiar que me era aquello, y como Kyle me indicó, recorrí únicamente una sola calle antes de llegar a mi coche.

Me subí y tiré la chaqueta en el asiento del copiloto. Metí la llave en el contacto y arranqué a toda velocidad, poniendo rumbo a mi apartamento.

No tardé mucho en llegar, ni siquiera me molesté en meter el coche en el pàrquing. Salí a toda prisa de éste y entré al edificio.

Unos gorilas custodiaban la puerta y en cuanto me vieron se hizo notable sus caras de circunstancia.

-Alexa...- llamó uno de ellos en cuanto pasé por su lado- Ryder y Adam te están esperando en el despacho- informó.

Miré por encima del hombro y asentí, disponiéndome, nuevamente, a seguir con mi camino al ascensor.

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