Figlia Della Mafia

Papá, ésta es mí fiesta del té.

- Ah, ya veo. Así que no te gusta el brócoli -Marie sonreía burlonamente.

Mi padre se puso medio colorado.

- No es cierto -dijo mi padre.

Marie lo miraba burlonamente. Entonces mi padre se molestó, agarró de la muñeca de Marie y se comió el trozo de brocóli.

Al comer todo, le sacó el tenedor a Marie y vino hacia mí.

- Te vas a comer éste brócoli porque me lo hiciste comer también -me dijo mirandome molesto- o no tendrás fiesta del té -sonrió burlón.

¿Y sabes quien perdió?, yo. Me tuve que comer esos brócolis. Un día me vengaré de ésta deshonra. Me obligaron a comer brócoli, ay.

Luego de eso, charlamos un poco y luego me fuí a dormir. ¿Y saben como desperté?. Gracias a la luz que emitió un celular al sacarme una foto.

- Marcus, no puedo creer que sacaras una foto a Camille dormida -dijo Anthony mostrándose preocupado.

Ehmm... ¿Foto?, ¿Marcus me sacó una foto?.

- ¡N-no es cierto tramposo!, ¡Tú tenías mi celular -dijo completamente colorado Marcus.

- Buenos días señorita -dijo Owen apareciendo a un costado mío.

- ¡Ah!, Owen deja de asustarme así -dije tirándole mi almohada.

- Vaya, ¿Atacando a una señorita?, eso está mal chicos -dijeron Karla y Sasha al mismo tiempo mientras ingresaban seguidos de Claude y Vin.

- ¡Oigan!, ¿No ven que está en pijamas? -dijo Claude.

- H-hermano... no es bueno que hagas eso a una señorita -dijo avergonzado Vin, quien tenía sus ojos tapados mientras se mostraba penado.

- ¿¡Heee!?, ¡Yo no hice nada!, ¡Fue el idiota de Anthony! -dijo apuntando a Anthony.

Anthony me miró, me guiñó.

- Soy inocente de cualquier acusación de éste malvado -dijo fingiendo su inocencia.

Era claro quien fue el culpable. Sólo observé la escena. Sasha y Karla junto con Claude se encargaron de sacar a todos de ahí.

- Ya puedes vestirte en paz Cami -dijo Sasha mientras abría mi armario- ¡Waao!, ¡Quanta roupa! -exclamó en su idioma.

Ha mejorado su español, pero a veces se le escapa su idioma paterno.

- Hm -dije mirando a Karla dudosa.

Me era incómodo verlo allí. No sé si es un chico o una chica, y eso me inquieta.

- No quiero enojarte, pero, ¿Eres niña Karla? -pregunté sinceramente.

Karla sonrió lujuriosamente.

- Soy lo que más te conviene y necesites señorita -dijo- puedo ser tan hombre y caballeroso como los demás, como también puedo ser una delicada y hermosa niña. No tengo un género definido -dijo abrazandome.

Esto era más confuso. Ahora estoy más confusa que al inicio.

Sasha también parecía confusa.

- Vamos no pongan esas caras -sonrió Karla- es una tradición de mi clan, les contaré de mi madre. Ella buscó a un hombre que tenga parecido al sexo femenino, ya sea en apariencia o si era afeminado, y así nací yo. Mis abuelos hicieron lo mismo, mis bisabuelos también, y un sin fin de familiares. Nuestro clan tiene el papel de asesinar por el jefe, y hay veces en que para tener mejor suceso en las operaciones debes poder saber engañar. Así que somos del género que nuestra operación necesite -finalizó con su lujuriosa sonrisa.

Vaya, una tradición familiar... encantadora. En verdad, su familia es más rara de lo que pensaba. ¿Puede alguien cambiar de género sólo porque su jefe lo necesita?, ¿A qué límite debe ser leal a su jefe para realizar tal hazaña?. Supongo que su familia es la más leal a mi padre.

Aún así me sentí incómoda. Y Sasha pidió que Karla saliera a vigilar la puerta. Y con un poco de la ayuda de Sasha me vestí.

Pasamos un desayuno y almuerzo normal.

Y entonces llegó la hora del té. Y todos estaban, ¡Incluído mi padre!. Aunque tenía cara de fastidio, pero allí estaba.

Yo fui la anfitriona, y Karla me ayudaba. Era muy hábil en servir el té. Parecía toda una encantadora moza de esos finos y costosos restaurantes. Pero también se mostraba muy caballeroso y atento con Sasha y conmigo... es confusa la situación, pero en fin.

La tarde corrió tranquila, y al finalizar la fiesta del té todos tuvieron que volver a sus casas en un viaje nocturno.

Hoy me divertí bastante, y sobre todo, conocí mejor a Karla.

Ya estoy ansiosa para conocer más de los demás y profundizar nuestras amistades.

Karla era muy lindo, o linda, no me quedó tan claro. Pero tampoco es que importe mucho, Karla es Karla, y nadie cambiará eso. Jeje.