вajo la мáѕcara || уσσимιи

「capíтυlo 18」

Al llegar la noche, Jimin, vestido y perfectamente peinado, bajó hacia el comedor para cenar con sus padres luego de su encuentro con YoonGi, el cual por cierto, le había dejado con una sonrisa en los labios.

Y cuando llegó al comedor, Amélie y Louis lo miraron fijamente hasta que tomó su lugar frente a ellos, segundos después, pasos se escucharon en las escaleras y la pareja de inmediato miró a YoonGi bajando y dirigiéndose a la cocina.

El silencio que se generó en el lugar era bastante incómodo, tanto que Jimin lo notó de inmediato. Los señores Ferrec solamente mantenían fija la mirada en su hijo sin decir nada.

—¿Pasa algo? — al fin preguntó el peli gris colocando sus codos en la mesa y entrelazando sus dedos.

—No lo sé Jimin, ¿Pasa algo? — respondió su padre tomando la misma posición que él.

—No entiendo a qué te refieres padre.

—Hijo, la desventaja de vivir en una casa tan silenciosa es que pueden escucharse demasiadas cosas.

Y Jimin tragó en seco cuando se dió cuenta de a dónde se dirigía la charla. Trató de mantenerse calmado y fingir demencia.

—Sigo sin saber a qué te refieres padre.

—¿De verdad no sabes de lo que hablo? Porque fui a buscarte a tu habitación y no estabas ahí, pero escuchamos... Algunos ruidos en la habitación de YoonGi.

—Dinos hijo, ¿Estabas con él?— preguntó ahora su madre.

El peli gris se ruborizó de inmediato y raspó la garganta.

—Si, estaba con él — confesó —. Pero no hicimos lo que se imaginan.

En ese momento YoonGi se hizo presente en el comedor, dejó las tazas de café junto con un plato de galletas y miró al señor Ferrec.

—Gracias— habló Amélie.

—Con permiso.

El peli negro se retiró sintiendo aquella incomodidad, sintiéndose de pronto un poco nervioso y angustiado sin saber bien porqué.

Louis volvió la vista a Jimin y tomó su taza entre las manos, dió un sorbo tranquilamente y negó con la cabeza.

—¿Y qué es lo que supones que imaginamos?

—Y-Yo... No lo sé.

—¿Entonces por qué pides que no imaginemos lo que hicieron?

—Y-Yo...

—Escucha hijo, ya eres mayor de edad y tú sabes lo que haces, solamente no quiero que salgas lastimado.

—Papá... Yo no...

—No me niegues las cosas Jimin—suspiró para después darle una pequeña sonrisa—, no estoy en contra de tu orientación sexual si es lo que te preocupa, no voy a prohibirte nada, lo único que te pido, es que seas cuidadoso. — el peli gris se mantuvo callado, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.

—Eres libre hijo mío y no importa lo que decidas o a quién elijas, siempre te amaremos de la misma forma, lo único que queremos es que estés seguro de lo que haces, y que también tengas presente que no todas las relaciones funcionan, aunque esperamos que no sea tu caso— concluyó Amélie.

Jimin solamente asintió con la cabeza, pues las palabras no salían de su boca. Estaba realmente avergonzado.

[...]

—Tus padres lo notaron, ¿Verdad? — preguntó YoonGi envolviendo al menor entre sus brazos mientras ambos permanecían recostados sobre la cama del mayor.