[23]

6 0 0
                                    

Y hoy me he decidido a escribirte de nuevo,

ya sin tanto dolor en mi corazón

pues he sacado lo que tanto me dolía,

lo que me pesaba

y ahora puedo decirte todo sin bajar la mirada

y sentir que me juzgarás.

Creo que soy más valiente hoy

de lo que he sido nunca

y te digo algo:

sigo siendo tu hija,

a la que tanto defendiste

cuando el mundo me dio la espalda,

cuando nadie apostaba por mí.

Sigo siendo aquella que te demuestra

que puede con todo

aunque en este momento

ni de cerca lo parezca.

Sé que las verdades duelen a veces

mucho más que las mentiras,

sobre todo cuando son de gente

a la que amamos

en la que confiamos

y a la que dimos todo sin medida.

Probablemente sabías que no estaba lista,

y por algo no me lo has dado todo,

aunque en el fondo

eso me siga confundiendo.

Y sé que esto no es lo que esperas de mí

pero sigo siendo tú hija

la que con todo y las piedras,

con todo y las grietas,

sigue en pie,

pues en ella vive el espíritu de lucha

que siempre te ha caracterizado

tal vez no con la fuerza

ni con la firmeza

con que haces tú,

pero que no te quede duda

que sigo siendo la misma

aun con estos nuevos defectos

que apenas conoces.

Seguiré tratando de seguir tu ejemplo

pero a mi manera,

el trabajo no ha sido en vano

eso puedo asegurarte.

Me he dado cuenta de que no puedo llenar tus zapatos

y tampoco quiero,

este mundo está esperando por nuevos caminos

trazados por mi misma

con mis propios tropiezos,

con mis propios aciertos,

pero cuidando siempre de seguir tu consejo.

Sigo y seguiré siendo tu hija

así pasen los años,

o una vida entera,

pues el futuro nos espera,

para caminar juntos

como lo hacemos en esa mi foto favorita nuestra

donde tomas mi mano

y yo sonrió.

Donde nada nos preocupa pues sabemos que el mundo es nuestro,

para ser construido a nuestro gusto,

para modificarse a como nos venga en gana.

No tienes idea de lo mucho que te admiro

por todo lo que has logrado

y espero algún día me veas con los ojos con que te miro

tan llenos de alegría,

tan brillantes por verme triunfar,

tal vez no como quisieras

pero lo haré a mi manera.

CATÁSTROFEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora