Y hoy me he decidido a escribirte de nuevo,
ya sin tanto dolor en mi corazón
pues he sacado lo que tanto me dolía,
lo que me pesaba
y ahora puedo decirte todo sin bajar la mirada
y sentir que me juzgarás.
Creo que soy más valiente hoy
de lo que he sido nunca
y te digo algo:
sigo siendo tu hija,
a la que tanto defendiste
cuando el mundo me dio la espalda,
cuando nadie apostaba por mí.
Sigo siendo aquella que te demuestra
que puede con todo
aunque en este momento
ni de cerca lo parezca.
Sé que las verdades duelen a veces
mucho más que las mentiras,
sobre todo cuando son de gente
a la que amamos
en la que confiamos
y a la que dimos todo sin medida.
Probablemente sabías que no estaba lista,
y por algo no me lo has dado todo,
aunque en el fondo
eso me siga confundiendo.
Y sé que esto no es lo que esperas de mí
pero sigo siendo tú hija
la que con todo y las piedras,
con todo y las grietas,
sigue en pie,
pues en ella vive el espíritu de lucha
que siempre te ha caracterizado
tal vez no con la fuerza
ni con la firmeza
con que haces tú,
pero que no te quede duda
que sigo siendo la misma
aun con estos nuevos defectos
que apenas conoces.
Seguiré tratando de seguir tu ejemplo
pero a mi manera,
el trabajo no ha sido en vano
eso puedo asegurarte.
Me he dado cuenta de que no puedo llenar tus zapatos
y tampoco quiero,
este mundo está esperando por nuevos caminos
trazados por mi misma
con mis propios tropiezos,
con mis propios aciertos,
pero cuidando siempre de seguir tu consejo.
Sigo y seguiré siendo tu hija
así pasen los años,
o una vida entera,
pues el futuro nos espera,
para caminar juntos
como lo hacemos en esa mi foto favorita nuestra
donde tomas mi mano
y yo sonrió.
Donde nada nos preocupa pues sabemos que el mundo es nuestro,
para ser construido a nuestro gusto,
para modificarse a como nos venga en gana.
No tienes idea de lo mucho que te admiro
por todo lo que has logrado
y espero algún día me veas con los ojos con que te miro
tan llenos de alegría,
tan brillantes por verme triunfar,
tal vez no como quisieras
pero lo haré a mi manera.
ESTÁS LEYENDO
CATÁSTROFE
Poetry«La poesía tiene una puerta herméticamente cerrada para los imbéciles, abierta de par en par para los inocentes. » Aldo Pellegrini.