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Ande y pase usted,

yo lo invito y lo convido de este festín,

tome lo que le plazca que para eso está,

tome lo que le guste y no solo en calidad de prestado,

pedir permiso es tan antiguo, tan cosa del pasado.

¡Ande!

¡Vea, toque, deguste!

Que para eso es,

no tenga respeto,

eso aquí está de sobra,

ellas no lo merecen,

se les ha enseñado a callar,

que nada de lo que les pase es culpa del otro,

una es responsable de como se viste

por como anda

y hasta de si mal a uno mira

sin querer al pasar.

Usted no tenga cuidado,

que ellas son las únicas culpables

de todo eso que les pasa,

usted solo estaba viendo,

que nada de malo tiene,

no importa si su intimidad traspasa

usted está en su derecho,

que no le intimide lo que diga la prensa

llena de mujeres escandalosas

con ganas de llamar la atención,

pues no se les da su lugar según,

usted haga oídos sordos,

como siempre,

como todos.

Usted no sienta culpa alguna

por lo asqueroso de sus actos

que ningún daño hace,

a ellas se les enseña a ser recatadas.

a no decir ni una palabra,

a solo maldecir dentro de sus cabezas,

a mantener su mente callada

por temor al rechazo,

a ser señalada

como una fácil,

una casquivana,

como si tuviésemos elección

como si para seducir se nos trajera al mundo,

solo para ser tocadas, usadas y desechadas,

peor que cosas,

como si no sintiésemos,

como si eso no nos doliera,

pero ande, 

usted no tenga remordimiento ni reparo,

que nadie dirá nada;

pues de todo lo que hace

usted será exonerado.

CATÁSTROFEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora