22. Lunes, el peor día de la semana

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Me levanto de la cama antes de que suene el despertador. Siento las lágrimas secas en mis mejillas, cada vez que conseguía dormir me despertaba por culpa de una pesadilla entre mis lágrimas y el sudor. No ha sido una noche muy agradable que digamos...

He pensado en el plan de Eli, por mucho que me insistieran ella y Ali ayer no termina de convencerme. El por qué es muy fácil, primero le veo demasiados fallos al plan y segundo, la última vez que me dejé aconsejar por ellas acabé con el corazón roto y con un amigo que veo como algo más.

Suspiro y me dirijo al baño antes de que llegue el idiota de John. Me doy una ducha de agua caliente y me visto rápidamente con el uniforme. Me acerco al lavabo para cepillarme los dientes y al mirarme al espejo me veo horrible; pelos enmarañados, enormes ojeras que se ven a kilómetros, ojos rojos e hinchados de llorar, piel de un pálido enfermizo... Suspiro y cojo mi neceser de maquillaje para intentar arreglar este desastre. Me recojo el pelo en una coleta y bajo a la cocina.

- Ann, no te olvides de coger las llaves antes de salir- me recuerda mi madre al oírme bajar y se marcha al trabajo cerrando la puerta tras ella.

Le hago caso y las guardo en el bolsillo pequeño de mi mochila. Cojo un paquete de oreos para el descanso y salgo en dirección al colegio.

***

- Hey- me saluda Eli nada más verme- ¿Y esa cara de zombie?

- Buenos días a tí también- le digo sarcásticamente sonriendo- ¿Qué tal has dormido?

- Si, muy bien- dice rodando los ojos- ¿Que te pasa?- me pregunta preocupada.

Dejo mi mochila sobre el pupitre y me dejo caer sobre la silla bostezando.

- Apenas he podido dormir esta noche con todo lo de ayer- le explico mientras recuesto la cabeza sobre mi mochila.

- Se nota- dice Alice sentándose a mi lado, ¿cuándo a llegado?- te ves fatal- y eso, señoras y señores es un comentario con amor entre amigas.

- Vaya, gracias- le digo sarcásticamente.

- ¿Qué? es la verdad- dice encogiéndose de hombros.

Ignoro el comentario y me vuelvo a recostar sobre la mesa cerrando los ojos de cansancio. Pero no me da tiempo a caer en los brazos de Morfeo, ya que al momento entra el profesor de matemáticas por la puerta. Iugh, es que ni a Severus Snape se le ocurriría poner matemáticas a Harry Potter un lunes a primera hora. Esto es maltrato infantil.

- Señorita Peterson- me llama el profesor nada más entrar- esto es una clase, si quiere dormir vállase a su casa- lo miro con todo el odio que puedo, ¿Es que no se da cuenta de que si pudiera irme ahora mismo en mi casa en vez de estar en esta cárcel lo haría?

Me enderezo en mi asiento y me dispongo a mirar a la pizarra sin enterarme de nada. Mi mente está muy lejos de esta aburrida clase, está en Derek y su engaño y en James y en lo mucho que desearía poder recuperarlo, aunque no precisamente como amigo. Quizás la idea de las chicas no sea tan mala al fin y al cabo... ¡Ann céntrate! No puedo permitirme caer en las locuras de esas dos.

Lo que me recuerda... ¡No le he preguntado a Eli cómo acabó su cita con Nick! Con todo lo que ha pasado ni me he acordado, pero de esta no se libra, me lo va a acabar contando todo quiera o no.

Rápidamente abro mi cuaderno de matemáticas por las últimas hojas que están sin escribir y arranco un trozo, cojo un bolígrafo de mi estuche y escribo "Todavía me tienes que contar como acabó tu cita del Sábado, no te libras Rubia ;)" Hago una bola con ella y se la lanzo al pupitre de Eli que está un par más adelante a la derecha.

Imposible olvidarte ©Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang