3. La primera vez que te vi (2º Parte)

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- Soy Derek, ¿tu?- me dijo.

Tardé unos segundos en asimilar lo que me dijo. Pero ¿que me pasaba?

- Yo soy Ann.

Después de las presentaciones (digo "las", porque también se incluye a su hermano mayor, Robert) nos sentamos a la mesa a comer. Habían decidido sacar la mesa del porche para comer allí, ya que con el toldo puesto, se estaba bastante bien. El padre de Julie había preparado un arroz a la banda buenísimo. Tanto que repetí y todo. Aunque no es algo raro en mi, que me paso casi todo el día comiendo, pero aun así, no se cómo, me mantengo delgada. Adoro mi cuerpo.

Tras terminar de comer, la pequeña Julie tuvo que irse a echarse una siesta, como decía es pequeña y adorable. Tendrían que ver como se frotaba los ojitos por el sueño. Para comérsela (pero no literalmente, eso sería raro).

Así que tras un rato dando vueltas alrededor de la piscina y maldecir en todos los idiomas que sabía (inglés y español) y algunos otros que me inventé, a la estúpida regla de esperar una hora de digestión me dirigí dentro de la casa, ya que empezaba a tener calor de estar tanto rato al sol.

Entré y entonces fue cuando lo oí. Ese ruido otra vez, pero esta vez ya sabía que no había un asesino en el sótano, ¿o si? Si me ponía a pensarlo Derek podía ser perfectamente un asesino que escondía su verdadera identidad a su familia... Vale, lo más probable es que no, pero déjenme con mis fantasías.

Me asomé como la otra vez sin ser vista y lo observé en silencio durante un rato, viendo como jugaba al Guitar Hero, la verdad es que al chaval se le da bastante bien, me pregunto si tocará la guitarra de verdad, aunque no creo, si no no estaría tocando en el Guitar Hero, si no con una guitarra de verdad, aunque el primo de Alice toca la guitarra y tiene el Guitar Hero.. Vale ya, que me lío a mi misma.

Me decidí a bajar, pero teniendo cuidado de que no me oyera. Entonces me tropecé, di un traspiés y casi me caigo si no llega a ser por la barandilla, vaya manera de tener cuidado... Le dió al pause, se giró y me miró.

- Eeem, hola- dije notando como me sonrojaba un poco, momento en el que agradecí el tener la piel morena porque impedía que se notara mucho.

- Hola- dijo él un poco confundido.

- Estaba andando hacia la cocina a por un vaso de agua cuando oí la música y decidí bajar a ver- respondí rápidamente a esa pregunta que tenía en la cara de ¿que haces aquí? dando gracias a mi gran poder de la improvisación que me vino mágicamente en ese momento.

- Ah, vale- pareció convencido ¡Si!- ¿quieres jugar?- me preguntó.

Me quedé flipándolo, ¿un chico invitándome a mí a jugar a videojuegos? era la primera vez que me pasaba, mi hermano John nunca me dejaba jugar con él y sus amigos, decía que era pequeña y una niña además de que no sabía jugar, pero ¿cómo voy a saber jugar si nunca me dejas probar?

- ¡Si, claro!- respondí entusiasmada, vale quizás debí hacerme un poco más la indiferente, pero nunca antes me había pasado esto así que tanto da.

Terminé de bajar los escalones y fui a sentarme al sofá al lado suya. Creo que en esos momentos mi cara debía irradiar felicidad al completo. El sótano no era muy grande, tenía un sofá con un mueble enfrente pegado a la pared, en el que se encontraba una tele, varias consolas y videojuegos además de varios coches de scalextric.

- ¿Has jugado alguna vez al Guita Hero?- me preguntó. Mierda.

- Eeem, si, pero sólo en la Nintendo DS- respondí. La verdad es que se me daba bastante bien, siempre y cuando no me pusieras en el nivel difícil.

Imposible olvidarte ©Where stories live. Discover now