Capítulo 30: 'You correct me when I'm looking wrong'

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Esa noche mientras intentaba de conciliar el sueño volví a pensar sobre todo, era inevitable mantenerme con la mente en blanco, definitivamente la meditación no era para mí. La tarde con Cher había sido bastante reconfortable le conté de mi decisión y no hizo más que asentir y abrazarme. Por un lado hubiera querido que me de su opinión pero por otro preferiría que lo aceptara sin cuestionarlo. Me alejé un poco del agarre de Jeremy y lo observé, lucía tan tranquilo dormido. Las ojeras del cansancio ya se habían esfumado, fueron reemplazadas por su tan acostumbrada sonrisa.

Mi vida estaba tornándose muy ocupada, sólo aparecían problemas. Louis andaba preocupado por que Harry había vuelto a sus nuevas andanzas luego de su discusión con Jenn, Lottie andaba media misteriosa, Niall, no había vuelto a hablar con él desde la última vez que nos vimos; lo único que andaba bien era la relación con mamá.

Metí mi cabeza debajo de las sábanas cuando escuché que algo golpeaba la puerta delantera. Me senté de golpe, sentía mi corazón latir rápidamente, tomé mi teléfono y me acerqué a la puerta de la habitación; alguien tocó el timbre. Comencé a bajar las escaleras lentamente tratando de no hacer ruido, lo único que escuchaba era mi respiración y mi corazón. Me incliné sobre la ventana, intentando ver quién era. Suspiré y busqué las llaves para abrir. Era Harry, borracho y cansado, estaba sosteniéndose con las manos en el marco de la puerta. Se me había cruzado por la cabeza la idea de que sea alguien más.

- ¿Qué haces acá? – atiné a decir mientras le daba paso al ente que era Harry en ese momento. No recibí respuesta ya que se dirigió a las escaleras.

Cerré la puerta y corrí detrás de él, cuando llegue arriba estaba acostado al lado de Jeremy y ya roncaba, por lo que me dirigí a la habitación de huéspedes cuando sonó el teléfono de casa. Corrí nuevamente hacia abajo y atendí, era Jenn.

- ¿Harry está allá?
- Si, está acá ¿Pasó algo?
- Sólo discutimos y se fue – dijo con la voz temblorosa. – Dijo que estaba cansado de todo... y tengo miedo de lo que pueda hacer.
- No llores Jenn, él está bien. Tomate la noche para descansar, más tarde verán como van a reconciliarse. Ahora no te preocupes.
- Gracias... disculpa. Gracias – cortó sin dejarme siquiera saludarla. Me tiré en el sillón, fue demasiada acción para una noche. Para esto ya tenía los días.

- ¡¿QUÉ HACES ACÁ?! – me encogí más en el pequeño sillón, cuando me caí en lo que había pasado anoche y que Jeremy no sabía.
- ¿Qué? Sólo no grites, yo estoy bien así... - escuché que Harry decía con su voz ronca.
- ¿Qué estás bien? ¡Ivy!
- ¡Estoy acá! – dije entrando a la habitación como un cohete - ¡WOW! ¡Harry! ¡Vestite por favor!
- ¿Qué hace él acá? – gritó Jeremy señalando a Harry que exhibía su trasero y aparentemente se había vuelto a dormir.
- Llego a la noche, estaba mal, sólo durmió... Y me olvidé de avisarte que estaba acá.
- ¿Te olvidaste de decirme? ¡Durmió conmigo desnudo toda la noche! ¡Lo besé pensando que eras vos!
- ¡Me olvidé! – le grité exasperada, no esperaba que reaccionara así. - ¡Fue un error! Uno pequeñísimo ¡Es Harry!
- ¡Uno de muchos errores últimamente! ¡Y si no es Harry es...! – dejó el grito a la mitad, pero yo sabía. No podía creerlo, estuvo a unos segundos de decírmelo. Eso no lo era malo, lo malo era que no sabía cuanto sabía.

Corrí al baño, trabé la puerta y me metí en la bañadera. Entre mi llanto podía oírlo llamándome, pidiendo que abra la puerta, mis pulmones se deshacían, estaba llorando lo que había aguantado. Y la verdad había dolido.
Me desperté helada y mojada, sólo abrí la canilla y me dí una ducha caliente. Abrí la puerta lentamente mientras asomaba mi cabeza. La casa estaba desierta, no se oía ni una mosca. Crucé el pasillo rápidamente hacia la habitación, cerré la puerta y me deshice de la toalla.

- Me parece que voy a venir a dormir acá más seguido – dijo el chico de rulos riendo a mis espaldas.
- ¡¿No podes avisar que estás acá?! – grité mientras me tapaba lo que podía con mis manos. - ¡Date vuelta!
- Pero si ya te...
- ¡No digas nada! ¡Date vuelta! – Harry me dio la espalda mientras reía, me tapé con la toalla y me acerqué al placard a buscar algo de ropa. Encontré unos jeans, ladeé la cabeza para ver si estaban limpios y sentí una respiración muy cerca de mí, antes de poder voltearme sentí sus labios posarse sobre mi hombro desnudo y mi piel erizándose.

- Harry – dije lentamente. Él sólo me chistó.
- No digas nada – dijo acariciando mi brazo.
- No Harry, esto esta mal... mal – dije girándome y alejándome para poder vestirme. – Está muy mal y lo sabes. Jenn vale la pena está muy preocupada por vos y...
- Pero eso no importa ahora – dijo sentándose con pesar en la cama.
- ¿Qué no importa? Estás perdiendo a la que puede ser la indicada. ¡Harry despertá! Es paciente, hermosa, divertida y por sobre todo, te ama. No eches todo a perder sólo por elegir el camino fácil. Rémala un poco, ella ya hizo su parte. – me acerqué a la puerta y se la abrí, el chico se paró, tomó su celular y antes de salir, besó mi frente.

Nunca dejaré de amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora