Capítulo 10: 'Lo había visto'

11 1 0
                                    

Mierda. Eso era. Mi madre en el hospital, Niall que quería que 'el destino' hiciera nuestro trabajo, Nina estaba llena de trabajo y las calles de Irlanda estaban atestadas de gente que iba a la feria.

El lunes dormí hasta tarde, comí afuera y volví a casa para seguir limpiando, y el martes fue prácticamente lo mismo. El miércoles, el vuelo salía a la tarde noche, así que por la mañana fui a la feria.

A la hora ya me arrepentí de haber ido, estaba sola y aburrida y la gente pasaba empujando, pisándome y gritando.
Antes de irme, decidí pasar cerca de las atracciones, no me iba a subir pero solo quería verlas y recordar todas las horas que pasé ahí.

Cuando llegue, la fila de la gente para subirse a la montaña rusa era interminable, tenías que ir sorteando a la gente para llegar del otro lado. Estaba discutiendo con una señora porque pensó que me quería colar pero solo quería pasar, cuando lo vi.

Ese pelo rubio es inconfundible, llevaba una remera azul y pantalones claros. Pero cuando vi bien, pude observar que llevaba una niña pequeña rubia en brazos. El alma me bajo a los pies ¿era la hija? ¿Debía acercarme?

Me aleje de la señora, que continuó gritándome, y fui lo más rápido que puse hasta allá. Nos separaban un grupo de adolescentes y unos dos metros cuando una mujer esbelta, con un cuerpo lo suficientemente envidiable y de cabellera rojiza se acerco a él y lo tomo de los hombros para besar a la niña. Mis pies se clavaron en el piso, y podía sentir como se me entumecían las piernas.

Sabía que si me acercaba iba a ser un momento demasiado incómodo, pero no podía dejar de observar a la mujer. Me llevaba ventaja por donde se viera, yo era media bajita, cuerpo normal con las curvas suficientes y pelo oscuro, aclarado por tintura, pero nada más.

Habrán pasado cinco minutos y ellos seguían ahí, y por ende yo también, parecía que esperaban a alguien cuando mi hipótesis se hizo realidad. Pude ver a Greg acercándose con dos algodones de azúcar. Saludo con un beso a mujer y un peso en mi se alivio, Niall seguía soltero aparentemente, o al menos no tenía hijos.

Cuando Greg se inclinó para agarrar en brazos a su hija me vio. Estaba segurísima. No había nadie más parado como ente observándolos. Me di vuelta y corrí lo más rápido que me dieron las piernas. Lo había visto, pero no quería verlo, no aún.

Nunca dejaré de amarteWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu