Prefacio

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Washington D.C - febrero 2017

El timbre sonaba insistentemente causando que el chico de cabello azabache suspirara y dejará de lado la sesión fotográfica que se encontraba editando. Colocándose de pie salió del pequeño estudio que tenía y marchó por el pasillo arreglándose la camisa y abrochándose el pantalón, disfrutando del frio de la cerámica al tener contacto con sus pies descalzos. Sonriendo se detuvo frente a la puerta abriéndola con cuidado; unos largos brazos rodearon su cuerpo en un fuerte abrazo causando que el muchacho se tambaleara un poco en su intento de corresponderle.

―¡Archie, te tengo noticias! ―el nombrado negó entre risas mientras que con uno de sus pies intentaba cerrar la puerta. ―¿Interrumpo algo? ―preguntó el recién llegado una vez que se separó y detalló la vestimenta de su mejor amigo. El moreno solo alzó sus hombros y se cercioró de haber cerrado la puerta correctamente. ―Qué bueno, hay algo que tengo que contarte.

Robert corrió como niño pequeño y tomó asiento en uno de los sofás de la sala, Archie solo caminó hacia estos y tomó asiento en otro. Sus orbes café observaron a su mejor amigo. Podía notar como irradiaba alegría, estaba seguro que se encontraba así por la noticia que disque tenía que darle.

―¿Qué noticia me tienes, Rob? ―el castaño dejó salir un suspiro algo atontado, llamando la atención del moreno que mantenía sus orbes sobre él. ―Hey, ese suspiro ha sido muy de telenovelas, ¿acaso me he perdido de algo?

―Hoy me encontré con Camila en una cafetería. Estuvimos conversando muy animadamente hasta que mencionó el tema de las relaciones. Me ha contado que está saliendo con alguien y luego quiso saber cómo estaba yo en este terreno. ―Archie asintió cruzando sus brazos, no entendía a que venía todo eso. ―Le dije que hay un chico que me gusta, pero que no sabía cómo llamar su atención y..., me ayudó a crear un plan.

―¿Un plan? ―Robert asintió mientras sonreía ampliamente. ―No entiendo, ¿de qué va ese dichoso plan?

―Bueno, me dijo que tenía que acercarme a Eric y que podía hacer eso haciendo las mismas actividades que él. ―Archie frunció el ceño y pasado algunos minutos comenzó a reír. Robert tomó el cojín a su lado y se lo lanzó. ―¡No te rías, idiota! No es un mal plan.

―Robert, por favor..., eres el chico más extrovertido que conozco. No necesitas hacer cosas que no son de tu tipo solo para llamarle la atención a un chico. ¿Por qué no te le acercas y ya?

―¿Estás loco? ―gritó el castaño colocándose de pie mientras caminaba de un lado a otro. ―Eric es el chico más lindo que conozco, es amable, inteligente, rebelde; tiene todo lo que me gusta. ¿Cómo alguien como él se fijaría en alguien como yo? ―Archie se colocó de pie y se acercó al contrario para detener su andar.

―Robert, ¿alguien como tú? A mí me gustaría ser como tú. Tienes todo para caerle bien a las personas, eres dulces, alegre, divertido, un poco loco, algo aventurero y lo mejor de todo, no te detienes a juzgar a nadie. Eres alguien maravilloso. ¿Acaso no lo ves? ―el castaño negó y se alejó desviando su mirada hacia la pared del departamento.

―Dices eso porque eres mi mejor amigo, solo por eso. No creo que alguien más piense eso de mí. ―suspirando, Archie volvió a acercarse pero Robert se apresuró y se alejó yendo a la salida. ―Mañana comenzaré el plan de Camila y lo haré con o sin tu apoyo. Feliz noche.

El moreno observó cómo su mejor amigo abría la puerta y se marchaba, volviendo a suspirar, el muchacho se dejó caer en el sofá negando. No estaba de acuerdo en que las personas tuvieran que cambiar solo para gustarle a alguien.

Querido RobertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora