Querido Robert

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     Querido Robert:

Este fin de semana pasaron muchas cosas. Comencemos con las cosas buenas.

Camila se casó, su matrimonio fue increíblemente precioso. Fue sencillo, sin tantos lujos pero aun así fue perfecto. Ella y Ethan se veían tan felices, desbordaban felicidad, creo que nos hacían creer en el amor solo con verlos. Y el video que les hice como regalo, sacó lágrimas en muchos de los invitados, incluyendo a los novios. Fue bonito ver por todo lo que han pasado durante este tiempo. En verdad, me alegra muchísimo el haber compartido con ellos un momento tan especial como ese.

Su momento especial.

También pasó algo extraordinario. Me di cuenta de una verdad que estaba frente a mí. Estoy totalmente enamorado de Harry y ya no tengo miedo de decirle que lo amo. Aun no se lo digo, he planeado una sorpresa para él esta noche. La cuestión es que me coloqué a pensar. Ya sabes, lo normal en mí. Cuando estaba detrás de Ethan escuchando la ceremonia, mi mirada se concentró en mi novio y me sentí tan lleno en ese momento. ¿Sabes a qué me refiero? Nunca antes había pensado en esto de enamorarme. No lo sé, no pensaba que fuera algo para mí. Quizás porque no encontraba la persona que de cierta forma me brindara esa confianza. Pero Harry ha sido totalmente diferente, en todos los sentidos lo ha sido.

Desde que está en mi vida, ha sido cauteloso. Bueno, un poco atrevido al andar besándome en la comisura de los labios y al robarme dos besos. Pero fuera de ello, siempre estuvo para mí, estuvo para mí cuando más lo necesitaba. Haciéndome reír, dándome consuelo, ofreciéndome su mano, su hombro, su tiempo. Harry no cambiaba su rutina para estar conmigo, al contrario, me hacía pertenecer a la suya y yo a la mía. Hubieron cosas que hice con él que jamás pensé hacer y es que he decidido nombrar a Harry como mi primera vez.

Sí, es mi primera vez en todo. Él es totalmente diferente, ¿sabes? Es tan adorable, tan dulce, tan tierno. Es algo así como un peluche, sé que es una extraña comparación pero te explico. Él está allí, sin hacer o decir nada, pero siempre está allí, esperando en silencio el momento en el que uno lo necesite y lo abrace dándole cariño. Él es algo así y quizás no tiene mucha lógica lo que digo, pero dicen que el amor es así. Algo loco, sin lógica, ni razón. Muy contrario a mí, ¿cierto? Bueno. He decido que quiero formar una vida con Harry y sí, sé que es muy apresurado, pero quiero que ambos comencemos a trabajar en ese mañana.

Lo que me lleva a esta parte no tan buena de la carta. Sabes que nunca me han gustado las despedidas, pero el momento ha llegado, mejor amigo. Con Camila estuve hablando minutos antes de entregarla en las manos de su ahora esposo. Estuve analizando todo eso, el presente y el pasado y he llegado a una conclusión. Desde hace mucho tiempo dejaste de ser el adolescente que conocí. Y no me refiero a lo que has hecho estos últimos meses, sino a las aptitudes que tomaste apenas ingresamos a la universidad e inclusive antes de entrar a esta.

Me di cuenta de que he estado ciego por mucho tiempo. ¿A qué me refiero? Nunca noté el momento en el que dejamos de ser nosotros, para convertirnos en Robert. Sí, suena muy ridículo esto pero es así. Ya no era, “¿qué haremos hoy?”, ahora eran preguntas como “¿Robert, que haremos hoy?” ¿Desde cuándo te convertiste en el líder de nosotros? No lo sé, la verdad es que no encontré una respuesta a ello. Pero así son las cosas.

Me di cuenta de que comenzaste a ser un poco más egoísta. Sé que Camila aún no se ha dado cuenta de ello y yo no soy quien para decírselo, eres su mejor amigo o eso creo que sigues siendo. La cuestión es que he tomado la decisión y esta será la última carta que escriba con tu nombre, ¿la razón? Es hora.

Mi hora de seguir hacia adelante llegó, mejor amigo. Seguirás siendo mi mejor amigo, claro que sí. Porque a diferencia de ti, a mí me enseñaron a respetar las promesas que hago y prometí siempre estar cuando me necesitaras, pero ya no estaré como antes. Ya no esperaré por ti, ya no desearé que me escribas, que me hables, que me tomes en cuenta. Ya no, Robert.

Ahora seré yo mismo. Ahora seré yo quien tome las decisiones. Quien viva su vida. Quien caiga y se levante, me convertiré en ese hombre que muchas veces quisiste que fuera. ¿Recuerdas? Decías que debía dejar de esconderme detrás de ti, que tenía que hacer mi vida porque tú no estarías siempre para mí. Lo sé, lo comprendí a las malas pero ahora lo sé. Y te lo agradezco. Fuiste un buen maestro. Me enseñaste que solo yo puedo tomar mi lápiz y comenzar a escribir mi propia historia y así será a partir de ahora.

Así que Robert. Te quiero muchísimo, gracias por tanto, gracias por poco. Solo quiero que sigas escribiendo tu historia, aun cuando mi personaje haya muerto en la tuya.

Con cariño; tu mejor amigo.