Descubrimiento

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El castaño que lo abrazaba para protegerlo, lo miraba llorar y no sabía qué hacer, porque en ese momento, iba a darle una noticia muy triste, una que seguramente le dolería más y lo rompería por completo.

-Sawamura... ¿aun amas a Sanada?-

El otro castaño levantó la cara y se limpió un poco el rostro para escuchar lo que tenía que decirle sobre... Shumpei.

-Es raro que lo preguntes...-

-Le han ofrecido una beca, se irá a otro lugar-

-Ya veo-

Sus ojos se nublaron más mientras trataba de contener las lágrimas que querían salir de sus ojos nuevamente, cuando el contrario se levantó y le miró.

-Veo que si te duele, ¿Por qué no lo buscaste?-

-Raichi, estoy algo confundido, entre los sentimientos dormidos que tenía... que han vuelto a mi después de recordarlo todo, y los sentimientos que él despertó en mí en ese lapso de inconsciencia-

-¿Recuperaste la memoria?-

-No le digas a nadie, aun no quiero que nadie lo sepa-

-¿Por qué?-

-Porque, quiero estar listo para recibir su rencor por mí, sé que son amables conmigo sólo porque no recuerdo nada, lo que hice... probablemente nunca me lo perdonarán-

"No creo que las cosas sean así... no pienso que tú seas el culpable"

-No me mires así, de verdad... yo los lastimé mucho, fue culpa mía que ellos sufrieran tanto-

-Está bien...-

-Deja de guardarlo, sé que hay algo más-

-Hay algo que quiero decirte-

-¿Qué?-

Hablar con aquella persona, había tranquilizado su adolorido corazón, hasta el punto de recuperar su normal tono de voz, aquel fuerte y seguro timbre.

-Siempre... he estado... enamorado de Sanada-sempai-

Sus ojos se abrieron hasta el tope, sin dejar de temblar de las manos, mientras trataba de no perder el equilibrio ni la compostura.

-¿Puedes cuidarlo?-

-¿Qué dices Sawamura?-

-Quiero... que él sea feliz, te lo encomiendo... yo estoy atorado en este pozo sin fondo, no quiero que él sufra por mi culpa, por favor, te lo ruego... has que Sanada sea muy feliz...-

-¿Estás seguro?-

-Porque lo amo... renuncio a él, ya sufrimos mucho el uno por el otro, y cada que intentamos retomarlo... me siento como si el destino se opusiera, quizá es porque será más feliz a lado tuyo, con una persona que le dará dulzura y un gran calor-

-Esa no es razón suficiente para rendirse, él... te ama-

-Te admiro porque me dices la verdad, pero... te contesto con la verdad, yo jamás podré hacer feliz a alguien-

Después de hablar con Eijun, el castaño se retiró de la escuela ajena y fue tan sólo para ver a su amado agitando el bate, tratando de sobreponerse al dolor que lo aquejaba, y mirando de frente, los dos se estaban dejando voluntariamente, a pesar de amarse, los dos pensaban que era mejor que cada uno continuara por su camino, por eso... no tenían derecho de cambiar sus sentimientos.

"Eijun... esta es mi manera de amarte"

"Shumpei... está es mi forma de corresponder a tu amor"

Ojos brillantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora