El dolor de perderte

643 63 0
                                    

Shumpei se lamentaba por lo que había escuchado, el sonar de lo que parecía ser la espalda de Sawamura recargándose en la pared por una persona que probablemente lo había empujado, el caer del teléfono, además de aquel sonido que parecía haber sido el choque de los labios del menor con ese hombre, al que no deseaba entregar a su castaño, todo eso le dolía y no podía dejar de maldecir, mientras una persona lo miraba por la puerta y se estremecía al verlo sufrir de esa forma, derramando sus lágrimas por él con las mejillas rojas de tristeza.

-Sanada-sempai...-

Estaba triste y se sentía impotente por no poder detener el llanto de esa persona a la que amaba en secreto, a la cual, jamás le diría nada sobre sus sentimientos.

Por otra parte, Miyuki besaba aquellos inocentes labios que sólo habían sido probados anteriormente por Sanada y se deleitaba con el contacto, tenerlos, lo había deseado muchas veces, sufría porque sabía que el corazón del menor le pertenecía a alguien más y ahora lo estaba lastimando al besarlo.

Un corazón se debilitó, los latidos comenzaron a ser desenfrenados, el palpitar era doloroso, sus manos temblaban, su estómago perdía el aire, su sangre dejaba de recorrer sus venas de forma normal, la cabeza le pesaba, no se desmayaría, está vez no lo haría, pero sus ojos perdieron un poco de brillo, por alguna extraña razón, algunas gotas saladas salieron de sus ojos-

-Miyuki... Kazuya...-

No recordaba, era un hecho, sólo su cuerpo se negaba a estar cerca de él, se separó de ese contacto y mirándolo a los ojos con respeto y cierta distancia le confesó

-No lo haga de nuevo, yo no puedo pensar en usted como algo más que un simple sempai-

Directo... tajante, los dos tenían que pasar por ese dolor, los dos tenían que sufrir para que Eijun lograra avanzar, porque Sanada pensaba en que Sawamura volviera a la normalidad sólo si ellos dos terminaban.

"Si te quedas conmigo, no querrás recordar"

Los días fueron pasando, dejando el recuerdo de ese beso como un accidente, malentendido y objeto sin importancia, que lastimaba profundamente ambos corazones. Desgraciadamente, siempre hay alguien que busca lastimar a los demás, y ese alguien, deseaba desesperadamente vencer a su rival, la persona que le estorbaba en el montículo.

Furuya se había hecho amigo de un cátcher de primero, y practicaba con él, cuando vio al castaño recorrer los campos, corriendo, como anteriormente solía hacer, fue entonces que se le ocurrió una "brillante" idea.

Dejando al menor, que sin que se diera cuenta lo siguió a donde se dirigía, y escuchó aquella desgraciada conversación.

-Oye tú...-

Eijun volteó

-¿Eh? ¿Nos conocemos?-

-Olvide que los idiotas pierden la memoria en un partido oficial-

-¿Qué?-

-¿Qué no te lo han dicho? Tus compañeros te abandonaron y recibiste un golpe, me burlo de tu ridícula amistad con los provocaron que perdieras la memoria-

-Eso... no es... cierto...-

-Pregúntale a Miyuki-sempai, él fue el primero en abandonarte-

Una tras otra punzada cruzaron el pecho del castaño, que sintió como su alma se rompía nuevamente en pedazos, pero....

"Prométeme que hasta que yo te diga las cosas, no creerás en nada de lo que te digan"

"Creé en mi"

Ojos brillantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora