12. Ilusión

4K 529 55
                                    

Slice of life, Fluff

Illusion!au

Este es mi modo de agradecerle a las personas que vinieron a animarme al tablón cuando no me sentía bien, todo su apoyo. Gracias

900 palabras

Para Baekhyun, la vida era como una ilusión.

Lo era, porque se la pasaba viviendo entre ellas, literalmente. Tenía un don, o una maldición, dependiendo de a quien se preguntara. El mundo de lo etéreo estaba separado del mundo real por una finísima línea que sólo él era capaz de captar. Por eso ya no discernía real de irreal, etéreo de corpóreo. Vivía con los ojos abiertos pero a ciegas, disfrutando de cada momento pero sin vivirlo al máximo porque era incapaz de saber si estaba sucediendo en realidad, o si solo ocurría en su mente.

Por eso, no le prestó mucha atención a Chanyeol al principio. Tenía un aura especial, cosa que siempre asociaba a los seres etéreos, aunque había algo de terrenal en él. Pensaba que estaba en transición o algo así, la verdad es que no era un experto y nadie le había enseñado porque nadie podía hacerlo. Así que simplemente, le siguió la corriente.

Al principio, solo se encontraban en el tren de ida y vuelta de su trabajo. Chanyeol, aunque en aquel momento aún no sabía su nombre, le sonreía desde su asiento y él le devolvía la sonrisa. Después, el alto comenzó a dejar pasar la oportunidad de sentarse para colocarse de pie frente a él y repetir el mismo ritual, con alguna frase irrelevante sobre el tiempo o lo lleno que iba el tren. No era raro que los etéreos hablaran con él, y durante aquellos intercambios, los terrenales simplemente lo ignoraban, como si tuvieran un sensor o alarma que se disparara y les impidiera escuchar aquel intercambio. Así que Baekhyun le respondía sin miedo, sonriendo siempre después de que la conversación terminara.

Un día, sin embargo, se lo encontró en una cafetería. Estaba sentado en una mesa simplemente vacía, mirando a la nada sin expresión alguna hasta que entró Baekhyun. En ese instante, su cara se iluminó, haciendo que al más bajo se le acelerara un poco el corazón. Pidió un café y un vaso de agua que el otro bebió, y un pedazo de tarta que comieron a medias. Era la primera vez que veía a un etéreo comer, pero de nuevo, no era experto y no lo sabía todo de aquel mundo. Tampoco le preguntó a Chanyeol, quien ya se había presentado al fin, por temor a que hiriera alguna sensibilidad.

- Podríamos vernos aquí otro día.

Aquellas fueron las palabras que causaron un tumulto en su corazón. Sus mejillas se enrojecieron y notó el latir fuerte en su pecho, emocionado. Sabía que los dos mundos no debían mezclarse, pero asintió, porque en su fuero interno deseaba volver a ver a Chanyeol.

No sabe cuántas citas tuvieron.

No lo sabe porque fueron muchísimas, ninguno se cansaba de estar con el otro y, por primera vez en toda su vida, Baekhyun sentía que vivía la vida plenamente, sin peros ni resquicios por los que se le escapara la felicidad. Y le daba miedo, mucho miedo, porque tendría que llegar el día en el que Chanyeol se fuera y lo dejara solo. El día en el que no podría estar más junto a él.

- Me gustaría tanto besarte.

El murmullo salió de los labios de Chanyeol. Se encontraban en una colina a las afueras de Seúl, sentados en la hierba y observando las luces de la ciudad y las pocas estrellas que éstas dejaban ver. Estaban muy juntos pero sin tocarse cuando el alto pronunció aquellas palabras y Baekhyun lo miró, sorprendido pero dándose cuenta de que , él quería aquel beso. Pero los seres etéreos y los terrenales no podían tocarse, no físicamente, y aquello era imposible.

- A mí también me gustaría -confesó, con un tinte triste en su voz.

Pero Chanyeol sonrió, feliz, y se inclinó sobre él, acercando sus caras poco a poco. El más bajo cerró los ojos, tratando de sentir la esencia del otro más cercana y sonrió al oler su atrayente perfume, al notar su calor. Pero lo que hizo explotar todo su mundo fueron los labios de Chanyeol presionando contra los suyos.

Baekhyun gimió de sorpresa, de alegría, no lo sabía pero se estaban besando, el sabor de la boca de Chanyeol era real, la firmeza pero suavidad de sus labios acariciando los propios también lo era, y él no entendía nada pero no le importaba, no en ese momento, cuando al fin podía tenerlo.

Se besaron hasta que al final, el aire le faltó y tuvo que separarse, mirando al alto con los ojos brillantes.

- ¿Cómo... Cómo has podido besarme? -le preguntó, curioso y sorprendido.
- Tú me diste permiso -rió el alto.
- Pero los etéreos no sois corpóreos aquí.

Chanyeol lo miró extrañado un segundo, pero al siguiente comprendió y sonrió.

- Yo no soy un etéreo, Baekhyun -le dijo con suavidad-. Viste mi aura etérea porque soy como tú.

En ese momento, lo comprendió todo. Esa pizca de terrenal en su aura, su acercamiento, por qué sentía su vida completa ahora. Porque Chanyeol era como él y se completaban el uno al otro con lo poco que les faltaba de cada mundo para poder existir plenamente.

Baekhyun lloró, lloró feliz y riendo porque no tenía que despedirse de Chanyeol, porque podrían estar juntos para siempre. El alto lo abrazó, rodeándolo con su calor y secando sus lágrimas antes de besarlo de nuevo.

Ahora que estaban juntos, ya nada en ninguno de los mundos los separaría.

Pieces of ChanBaek {Drabbles}Where stories live. Discover now