5. No tocar

5.7K 610 100
                                    

Sexy, Smut, Teasing

CEO!au

Advertencias: sexo explícito, age gap, daddy/hyung kink, teasing. Es una idea de cabeza, perdonad(?)

1203 palabras


Baekhyun dejó las gafas en el escritorio de su despacho en el piso diecisiete y se llevó dos dedos al puente de la nariz, cansado.

Era el CEO de una importante empresa de software y llevaba una mañana de mil demonios porque uno de sus empleados había decidido jugar a los espías por su cuenta y lo había pillado intentando extraer información de su nuevo proyecto para pasársela a la competencia.

Así que había tenido que lidiar con eso y no había podido llamar a su bebé, y aunque sí le había mandado un mensaje, prefería escuchar la ronca y sensual voz susurrando en su oído.

Chanyeol era un chico de veintidós años, siete obscenos años menor que el propio Baekhyun, pero que había aceptado ser su bebé y dejarse dominar por el CEO en la cama a pesar de su altura. El mayor era un hijo de puta controlador y le gustaba llevar ese control a la cama; aunque debía admitir que las veces que su bebé lo sorprendía, pillándolo desprevenido y dominándolo también le gustaban.

Su ordenador emitió un pitidito, señal de que había recibido un nuevo mensaje, por lo que se colocó las gafas de nuevo para leer bien. Le sorprendió que el remitente fuera Chanyeol, normalmente no le enviaba e-mails y menos al correo de la empresa, así que lo miró con curiosidad.

'Ábreme' era el título y Baekhyun hizo eso mismo.

Su ceño se frunció al ver un vídeo adjunto, uno cuya captura era el cuerpo desnudo y el pene fláccido de Chanyeol, tumbado en una cama. No podía verle la cara, pero reconocía ese torso de las innumerables veces que lo había recorrido con sus dedos y su boca. Su bebé no tenía permitido tocarse cuando él no estaba presente, era una de las normas que habían establecido en su relación, y por eso no estaba contento. ¿Estaba jugando con él? ¿Acaso pretendía que lo castigara? Comprobó que la puerta de su despacho estaba bien cerrada por dentro antes de colocarse un auricular y poner a reproducir el vídeo. Si Chanyeol había sido malo, nadie más iba a escuchar gemir a su chico.

Un jadeo suave envolvió sus oídos, uno que conocía bien. Chanyeol agarraba la base de su pene con dos dedos, como si más que estimularse, pretendiera que se viera bien en cámara.

- Te he echado de menos hoy, hyung -su voz ronca sonaba afectada, como cuando él llegaba de un agotador día de trabajo y su bebé sabía cómo y dónde calentarlo con su voz. Su miembro dio un tirón ante el sólo estímulo de la voz ronca del menor, pero no se tocó-. Te he echado mucho de menos.

En ese momento, Chanyeol gimió lento, largo y sensual, y Baekhyun pudo ver cómo su pene comenzaba a endurecerse, igual que el propio.

- Si estuvieras aquí -siguió narrando el alto-, podría hacer esto contigo -su erección era cada vez más notable, el CEO podía ver cómo se endurecía-, y podrías tocarme.

Sus manos picaban por tocar a ese chico que lo volvía loco, por castigarlo y por tocarse a sí mismo, pero se agarró a los brazos del sillón y apretó, tratando de controlarse.

A partir de entonces, Chanyeol dejó de hablar para que fueran sus gemidos roncos los que deleitaran sus oídos, mezclados con susurros del nombre de Baekhyun, a veces también llamándolo hyung. El chico no se estaba tocando, no lo hacía, pero el mayor podía ver cómo su pecho subía y bajaba por las respiraciones trabajosas, cómo la mano que no sujetaba su erección apretaba las sábanas. Cómo su erección palpitaba y cómo comenzaba a salir el líquido preseminal.

Joder, su bebé no se estaba tocando, no podía castigarlo por eso, pero lo estaba calentando como la mierda verlo excitarse sin necesidad de usar sus manos. Incapaz de soportar más la que estaba sometida su propia erección dentro de los pantalones, Baekhyun la liberó, sujetándola por la base igual que su bebé hacía en pantalla, pero sin tocarse. Su respiración comenzaba a alterarse, sentía la excitación recorrerlo, pero si el menor no se tocaba, él tampoco.

Chanyeol comenzó a arquear la espalda, podía notar que estaba llegando al orgasmo y el mero pensamiento lo hacía jadear, moviendo sus caderas contra la nada en un intento desesperado de encontrar alivio a la tensión que se acumulaba en su bajo vientre. El menor jadeó su nombre una y otra vez, llamándolo ciegamente en su nube de placer y Baekhyun sólo quería salir de su puto despacho par ir a casa y follarse a su chico como merecía.

El mayor comenzaba a estar muy jodido viendo aquel vídeo, el líquido preseminal goteando por su miembro y manchando la piel sintética de su sillón en el espacio que dejaban sus piernas abiertas. Necesitaba tocarse pero no quería hacerlo, notaba el orgasmo tan obscenamente cerca que parecía irreal que se negara a sí mismo esa liberación que estaba tan sólo a un par de fricciones. Sin embargo, Chanyeol no se había tocado, y no iba a ser él quien lo hiciera, no sería débil aunque su erección doliera como la mierda y sólo quisiera correrse.

- H-hyung -gimoteó Chanyeol, elevando el tono de su voz-. Hyung, yo... ahh... nngh... ¡Baekhyun!

El chico explotó. Hilos de blanco salieron disparados de su miembro, su cuerpo vibrando por el placer y su pecho subiendo y bajando mientras semen blanco manchaba sus abdominales. La escena era tan erótica, tan obscena, y al voz de su bebé tan adictivamente sensual, que Baekhyun no pudo más que tapar su boca mientras se corría pronunciando el nombre del menor.

Se quedó allí, jadeando mientras veía el cuerpo de Chanyeol sufrir pequeños espasmos tras el orgasmo. Finalmente el chico se incorporó, mirando a la cámara con el sudor aún brillando en su frente, pero una sonrisa satisfecha en la cara.

- Espero que te haya gustado mi regalo, hyung. Y recuerda que no me he tocado.

Se despidió dándole un beso a la cámara y Baekhyun contuvo el aliento, dividido entre lo que debía hacer y lo que deseaba hacer. Sin embargo, era una batalla perdida de antemano.

Se limpió a sí mismo y limpió su silla, apagó su ordenador y salió, comunicando a su secretaria que ese día se iba antes a casa. Bajó al garaje y entró en su sedán oscuro, conduciendo a casa tan rápido como pudo. Subió en ascensor, metiendo el código de seguridad de la puerta antes de entrar.

Allí, en el salón y con una sonrisa, lo estaba esperando Chanyeol. El CEO se dirigió al sofá, sentándose en él y dejando que el chico, que tan sólo llevaba una camiseta y sus bóxers, se sentara sobre él, sus muslos rodeando sus caderas.

- Bienvenido a casa -lo saludó como si nada.

- Debería castigarte -le contestó el mayor, pero el chico hizo un puchero.

- ¿No te gustó mi regalo? -preguntó antes de darle un pico en los labios-. No me toqué.

- Sé que no lo hiciste -le contestó con una sonrisa en sus labios-. Pero me gustaría ver si eres capaz de correrte de nuevo, esta vez con hyung muy dentro de ti.

Chanyeol sonrió.

Pieces of ChanBaek {Drabbles}Where stories live. Discover now