Send Nudes Girl [YOONMIN]

~02~

Tiró su pijama por alguna parte de la habitación, tomó una toalla y entró a la ducha.
Abrió la llave de la regadera mientras comenzaba a brotar agua fría, tal y como le gustaba en una mañana acalorada, dejándose llevar por la sensación de las gotas cayendo con rapidez y fuerza sobre cada curva de su cuerpo, cerró los ojos, imaginó lo que podría suceder en el nuevo instituto.
"¿Y si era el más tonto? ¿El más feo? ¿El chico sin amigos?"
Llegar a mitad de semestre no sería nada divertido, llegar cuando ya cada quien está en su grupo de amigos es incómodo, sobre todo incómodo intentar socializar y llevarte bien con ellos, quizá pasaría la primer semana solo...
Dejó atrás los pensamientos malos para sacudir su cabeza y enjabonar su cuerpo, aplicando después shampoo y acondicionador en su cabello para finalmente enjuagar toda la suciedad con el agua. Enredó una toalla al rededor de su cintura para salir y una al rededor de su cuello, cepilló sus dientes y salió del baño para cambiarse, con un uniforme simple, casi idéntico a su antiguo uniforme; unos pantalones de vestir de color negro, una camisa blanca, una corbata negra y un saco del mismo color, con el logo del instituto en la parte superior izquierda del pecho.
Cuando estuvo listo se miró en el espejo, "La primer impresión es la que cuenta", se arregló un poco el cabello, tomó colonia y puso un poco en el cuello, en su uniforme y detrás de las orejas. Dudoso, abrió su cajón con maquillaje, tomó una base para tapar algunas imperfecciones en su piel, ¡genial!, no se notaba tanto. Cerró el cajón y consigo llevó un bálsamo labial.
Bajó a la cocina donde su madre lo esperaba.

- Jimin, se hace tarde- Canturreo la señora Park al percatarse de la presencia de su hijo.

- Lo se mamá- Dijo mientras se acercaba a ella para darle un beso en la frente- ¿Acaso no vas a llevarme?

- No hijo... me encantaría, pero tu padre...

- El no es mi padre...- Interrumpió

- Bueno, ya sabes que aún no despierta y se pone de mal humor cuando su desayuno no está preparado- dijo ella volteando a ver la tabla para picar verduras con zanahorias en la mesa- De igual forma, puedes irte con tu hermano.

- Está bien- Suspiró y se alejó, tomó una manzana y colgó su mochila en uno de sus hombros para guardar dentro la manzana- ¡SeokJin!- gritó- ¡baja, se nos hace tarde!

- ¡Voy!- contestó el mayor desde el segundo piso y rápido bajó. Aún despeinado y con su suéter a medio abrochar, besó a su madre en la frente y salió junto al menor.

- ¡Que les vaya bien!- Gritó su madre desde casa.

- ¡Igual a ti mamá!- Contestaron al unisono los hermanos y emprendieron su camino hacia su nuevo instituto.

- Tuve que adelantar unos cuantos trabajos- habló el mayor acomodándose el cabello y la ropa.

- ¿Teníamos que hacerlo?- preguntó preocupado el menor.

- Si Jimin, llegamos a mitad de semestre, no es como que nos van a perdonar los trabajos, sabes bien como son las cosas en Seoul.

- Yo no pedí venir- miró hacia el suelo apretando las correas de su mochila- Prefiero Busan, estábamos más cerca del instituto allá, además qui hablan... raro.

- Tienes que acostumbrarte Jimin, además no es tan malo después de todo, tu mamá tiene un mejor empleo y papá también, tendremos una mejor educación y...

- Ya te he dicho, que ese hombre no es mi padre...

- ¿Entonces yo tampoco soy tu hermano?

- ¡Claro que lo eres!- Corrigió viéndole a los ojos para después volver a caminar con la vista en el suelo- Es solo que... no me gusta lo que hace, un padre jamás le haría eso a su hijo...

- Jimin, pronto serás mayor de edad, no es tan difícil soportar 2 o 3 años más, podrás irte,  yo también, llevaremos a mamá con nosotros y...

- Y-yo no...- Su voz se quebró cuando un nudo se formó en su garganta- No... pienso soportar por tanto tiempo...- intentó retener las lágrimas, pues iban por la calle y no quería que nadie lo viera llorar.

SeokJin agachó la mirada hacia donde su hermano y lo detuvo en una esquina antes de llegar al instituto. Lo tomó por los hombros y habló despacio intentando encontrar los pequeños y acuosos ojitos que tanto amaba proteger.

- Tranquilo, no llores ¿si?- tragó saliva- Estoy contigo, estamos juntos, mientras estemos juntos nada va a pasar ¿De a cuerdo?- Jimin asintió levemente repetidas veces con la cabeza pareciendo un niño pequeño cuando intentaban consolarlo- Muy bien, ahora seca esas lágrimas, que ya casi llegamos al instituto bebé.

(Capítulo sin revisión)