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La casa de Taehyung no era nada del otro mundo, era bastante pequeña de hecho, a pesar de tener dos pisos y un pequeño patio trasero. Quizá eso la hacía sentir como un hogar, más acogedor y con un bello ambiente familiar que Jimin realmente envidiaba, él deseaba tener algo así en su casa.
Pero no era posible, claro que no.
Y como estaba la situación tal vez lo sería pronto, solo tenía que esperar un poco más, aguantar un poco más... sino es que moría antes.
Jimin comenzó a buscar sutilmente entre el ambiente volteando la mirada por todos lados.

— Vamos a jugar.— pidió Jungkook con los ojos grandes jalando de la chaqueta de Jimin, pero el mayor lo ignoró olímpicamente.

— ¿Donde está tu madre Taehyung?— Jimin dirigió su vista al muchacho. Se sentía impaciente por saludarla y sentir los cariñitos que le hacía a sus regordetas mejillas, adoraba que le dieran cariño, esa era una de sus más grandes debilidades.

— Vamos arriba... quiero jugar...— Jungkook estiró su propio dedo índice haciendo puño su mano contraria sobre este pidiendo atención.

— Ah... ella se la pasa emocionada porque piensa comenzar a dar un curso de repostería, ya sabes...— El de piel canela suspiró y formó una sonrisa casi invisible por lo adorable que le parecia su madre— Papá lleva un tiempo trabajando fuera y ella dice que necesita buscar algo para entretenerse mientras no está su amorcito— rió.— se siente sola, supongo que realmente lo ama.

Jungkook frunció el ceño en señal de indignación e hizo un puchero debido al desdeño por parte del par, en cambio, Jimin sonrió ante las palabras recitadas por Taehyung. Estaba feliz por la mujer y por un momento imaginó que si su familia fuera similar, tal vez, las cosas serían diferentes para él; pero claro, la invitación constante de Jungkook diciéndoles a ambos que ya quería jugar lo regresó a la realidad.

Jungkook los empujó hasta la habitación de Kim donde ya tenían la consola encendida y los controles preparados, Jimin tomó asiento en el suelo, cerca del televisor. Sus brazos se apoyaron hacia atrás con las manos abiertas en el piso alfombrado. Como si sus ojos fueran fanales escaneó la habitación entera y rodó los ojos al ver el montón de cajas de videojuegos regadas por el piso.

— Taehyung, ¿por qué mierda no puedes mantener recogida tu habitación?— el mencionado soltó un bufio y el menor rió.

— Pero limpiamos la habitación Jiminie, no puedes reclamar por eso.— sus labios inconcientemente se abultaron y arrugó su naríz en señal de disgusto.

Y es que era cierto. La habitación, tal como les había pedido Jimin, estaba por lo menos recogida, pero es que esos estuches con títulos de videojuegos por todo el suelo lo sacaban de sus casillas.

— Es cierto hyung, los estuches solo están ahí para poder escoger los juegos, además fue mi idea hacer eso.— replicó Jungkook haciendo esos ojitos de cachorro que mataban cualquier medio por el que Jimin pudiera molestarse.

El mayor suspiró rendido y comenzó a hurgar entre los títulos de los fastidiosos estuches que hacían ver el suelo desordenado hasta que uno llamara su atención.

— Jimin, mientras buscas uno que te guste iremos a preparar algunas botanas a la cocina.— Taehyung se levantó del cojín puff en el que estaba sentado.
Jungkook le imitó y sacudió sus ropas, pero antes de salir de la habitación Jimin llamó su atención.

— Traje papas y jugo, están en mi mochila.— Ambos chicos hicieron un gesto de sorpresa.

— Entonces voy por un bowl para revolverlas, ya regreso.— El rubio salió de la habitación.

Send Nudes Girl [YOONMIN]Where stories live. Discover now