Figlia Della Mafia

Un padre, y sus negocios.

Aunque a mí, no me causa más miedo, comprendí que sus intenciones no son asesinarme, o por lo menos no hasta el momento. Creo que, en realidad padre es alguien muy bromista y sarcástico.

Marie llegó al poco tiempo. Ella también parecía estar preocupada al ver a mi padre en su estado psicótico. Siempre me pregunté que relación tienen realmente ellos. De todas las personas que interactúan con mi padre, la única que al parecer puede hacer comentarios o bromear con él, es Marie, y claro mi tío. Bueno... el se lleva la peor parte, y no sé porqué.

Algún día me haré de tiempo y trataré de averiguarlo, claro, cuando realmente pueda moverme y por supuesto hablar sobre todo.

Marie me cargó y me puso en mi carrito. Y salimos fuera a pasear. Hacía aún más frío afuera que dentro. Y no había tanto que mirar, desearía estar dentro más que aquí afuera.

Y entonces lo escuché, uno de los empleados vino a nosotros y habló con Marie.

- Así que irá él -escuché decir al hombre.

- Sí, probablemente se encargará él mismo del problema -contestó Marie.

¿Un problema?, ¿Mi padre estaba en problemas?, ¿Él?, yo diría que el problema es él.

- Sus negocios después de todo no son nada bonitos -dijo nervioso el hombre- me pregunto a quién hará desaparecer esta vez -continúo hablando.

- Hm, pues sólo sus matones y él lo sabrán. -sonrió nerviosa Marie.

- Oh, cambiando el tema del que hablan -interrumpió una chica, creo que era Gricelda por el tono de voz- escuché que traerán a la nueva novia del Señor -dijo entre susurros.

- Escuché algo, creo que es una jovencita, tiene creo que 21 o 22 años por lo que entendí -dijo el hombre.

- Sí, es Graciela Slamientte, hija del Señor Slamientte, que como ya saben está super endeudado con el Señor Dave -dijo Marie.

Esto se ponía interesante. Al parecer Marie sabía mucho más que los demás empleados. ¿Qué clase de negocios hace mi padre para que los demás tenga tanto que deberle?, ahora que me lo pregunto nunca escuché en que profesión o vocación se dedica mi padre, ni siquiera sé en que trabaja realmente. Siempre tenemos lo que llaman dinero que por alguna extraña razón es muy importante para todos aquí, pero, sé, que sea cual sea su trabajo es peligroso, pues todos temen a mi padre y casi siempre escucho la palabra "asesinato" o "muerte" cuando se habla de mi padre, curioso.

Paseamos por más un rato, y luego volvimos dentro con Marie. Pasamos una tarde normal como la que teníamos antes de que mi padre me llevara a su habitación. Extrañaba pasar ratos con Marie, a diferencia de mi padre, ella es más comprensiva y amable, ah, y sonríe más a menudo, y nunca me está pidiendo que llore o ría. Bueno, quien me enseñó la palabra normal, sólo se que la conozco. ¿Será Marie normal, o es mi padre el normal y ella la extraña?.

Ha de haber pasado un buen tiempo cuando mi padre volvió. Lo primero que hizo al llegar fue ir a ducharse, y luego vino directo a donde estábamos Marie y yo. Me cargó en sus brazos y me miró, mientras que Marie permaneció allí con nosotros.

- Camille, no estaré por un tiempo -dijo repentinamente con su seria mirada.

- Y la joven Graciela, ¿Estará aquí sola? -preguntó Marie apenas mi padre terminó de decir eso.

- Tengo unos negocios pendientes en el extranjero. Graciela sólo vendrá el día que yo regrese. No quiero que esté cerca de Camille mientras no esté, de hecho, no la quiero aquí, sé las intenciones de su padre. Sólo quiero darle una advertencia. No me gustaría que se repita lo de Leonora -decía serio mientras me abrazaba con delicadeza.

- Entiendo señor, no se preocupe -dijo sonriendo Marie y me tomó en brazos.

- Trataré de venir cuánto antes Camille -dijo manteniendo su rostro y tono de voz serios.

Por mí podrías no regresar, estaré más feliz. Tal ves Dios escuchó mis plegarias. Este tiempo sin él será tan pacífico y armonioso que ya lo ansío con muchas ganas...