Lección 45

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Al abrir los ojos en la mañana lo primero que vi fue el rostro de Anna durmiendo a mi lado, sonreí como un completo imbécil antes de acercarme más a su lado para abrazar su cuerpo desnudo.

-No te bastó con lo de anoche.- se mofo Anna aún con los ojos cerrados, haciéndome reír.

-Sólo quería abrazarte, pero para ser honestos no, no me basto.

-Señor Baker, es un pervertido.- dijo mientras abría los ojos para luego sonreirme.

-Anoche yo pensaba seguir disfrutando de la boda después de que nos casamos pero tu fuiste la que me arrastro hasta este hotel.

-Pobre señor Baker de una estatura de casi 1,85, amenazado y arrastrado por una mujer de 1,60 que lo obligó a entrar a un hotel sólo para tener sexo.- después de que Anna se mofo de mi yo besé sus labios.

-Suena realmente aterrador, ¿verdad?, no tienes idea por las cosas difíciles que pase.

Anna sonrió se levantó liberandose de mis brazos y se acomodó encima de mi pecho, miro hacía el techo como meditando en algo.

-Esta bien debo confesar que soy de la idea antigua de nada de sexo hasta después del matrimonio y que te puedo decir señor Baker, ya le traía ganas, tuve que aprovechar cada oportunidad que se me presenté.

-Me alegra saber que también causó muchas sensaciones en ti.

-También debo confesar que lo de anoche no fue suficiente para mi.

Sonreí con picardía antes de darme la vuelta para tumbar a Anna en la cama, me coloqué encima de ella y bese todo su rostro ganandome risas por parte de ella, me encantaba el tan sólo oírla sonrei, al mirarla fijamente a los ojos no pude evitar besarla mientras mis manos acariciaban su cuerpo, recuerdo que al terminar la boda Anna había dicho que Frederick y Kim eran los 10 perfectos.

-Sabes Anna.- me detuve de besarla para observarla.- eres mi 11, así que ambos somos la pareja perfecta de 11.

-Lose, ahora sigueme besando.

Si, era Anna simplemente siendo Anna, creo que mi vida a partir de ahora ya no volvera a ser la misma, ahora mi vida será mucho mejor.

Salí de la ducha para observar a Anna vestirse de nuevo en aquel vestido rojo, miro alrededor buscando sus zapatos, yo tome uno que estaba cerca de un sillón y lo tome para entregarselo, ella me miro de pies a cabeza y sonrió antes de tomar el zapato.

-Sabes Tobías ahora que lo medito un poco, ¿como le diremos sobre esto a nuestros padres?.

-No lose, supongo que la verdad.

—¿Quieres que le diga a mi madre que me case contigo porque quería tener sexo pero que soy de las mujeres conservadoras por lo que me case contigo antes?

—Me refería a que nos amamos.

—Ah, eso suena mejor

-Anna donde está mi boxer.

-Quien sabe, vete sin el, yo seré la única que sabra tu secreto de que sólo estás con pantalón.

Mire a Anna y la arrincone contra la cama ella sólo reía con burla.

-Tratas de intimidarme, pero el único con sólo una toalla encima eres tu.

-No verás nada que no hayas visto ya.

-Touche.- dijo mientras me mostraba mi boxer que traía entre manos, se lo quite y ella tan sólo soltó la carcajada.- pero sabes creo que tu padre será el único quien se hará una idea de lo que estamos haciendo y esta totalmente en lo correcto.

-Ya basta Anna, de todas las personas mi padre es el último quien quiero que sepa lo que hago, especialmente contigo.

- Tu fuiste quien le insinuó esas ideas ayer.

Al llegar a la mansión de mis padres por nuestras cosas observe a mi madre cruzada de brazos en la entrada y a mi padre con las manos en los bolsillos, Anna fue la primera en bajar con el folder donde se encontraba nuestra acta de matrimonio, al llegar a su lado, Anna abrió el folder mostrando el acta de matrimonio.

-Nos casamos, ¡sorpresa!.- gritó Anna y mi madre miro con atención el acta, después me miro y yo asenti con la cabeza, ella soltó un grito de emoción y observó a mi padre.

-Te lo dije, te lo dije.- chillo con emoción mi madre.- Tobías no es idiota del todo.- mi madre extendió su mano y mi padre le dio unos cuantos billetes, Anna me miro con burla, sabía que no me libraria de algo como esto.

-Felicidades.- dijo mi padre con simpleza.

-Ahora necesitamos organizar la fiesta de boda.- vi como los ojos de mi madre brillaron de emoción.- el salon, las flores, el vals, tu en vestido de novia Anna y Tobías en traje, será hermoso, pero aún necesitamos ver si será aquí en París o tal vez en Londres.- mi madre no dejaba de hablar mientras entraba a casa.

-Nos fue mejor de lo que esperaba.- confesó Anna mientras miraba a mis padres hablando.- espero que mamá actúe igual.

-Ya estamos casados, además no parecía disgustarle la idea de que saliera contigo.

-Tobías quiero pasar toda mi vida contigo sin importar lo que diga la gente, en las buenas y en las malas.

- En las buenas y las malas.

-Vamos par de tortolos entren.- dijo mi madre acabando con el hermoso ambiente.- le diré a Bill que les prepare algo delicioso.

-Mamá es mala cocinando.- le comenté a Anna mientras entramos a casa.- en cambio Bill es un buen cocinero.

-Es lindo saber que tu suegra mandará a preparar algo para ti, la mejor suegra del mundo.

-Si mamá sólo es buena en el trabajo.- mire a mamá y luego a Anna.- al menos me alegra saber que tu si cocinas y todo sabe delicioso.

-Sabes que cosa me alegra a mi.

-¿Que es?.

-Que ya vivo contigo por lo que sólo me trasladare de mi habitación a la tuya, nada de mudanzas.

-Que chica tan práctica.

-Lo tenía todo calculado.

-Aja.

-Vayamos a ver que tal está la comida de Bill, esposo mío.

-Andando esposa mía.

El rey de los Idiotas©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora