Lección 44

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Estábamos sentados en espera de que iniciará la ceremonia, sólo faltaban un par de minutos para que la novia entrará.

-El tipo si que es atractivo.- dijo Anna mientras miraba a Frederick.- mucho más lindo que en fotografias, creo que me quedaré a consolarlo.

-Ya basta Anna.

-No puedo evitarlo, hay un chico atractivo enfrente.

-Está apuntó de casarse.

-No si tu te robas a la novia.- me susurró.- ¿recuerdas todo lo que tienes que hacer?.

-Lose.

-Si te sientes inseguro, tranquilo, yo podría hacerlo por ti, será tan genial cuando miren como me robo a la novia en vez del novio.

Pensaba responderle a Anna pero la música anunciando la llegada de la novia me hizo guardar silencio, todos giramos la mirada para observar a la novia entrar, después de tanto tiempo por fin la había visto, desde mi asiento notaba el color de sus ojos, ella se veía realmente hermosa, incluso habia oido a Anna exclamar un gran wou por lo hermosa que Kim se veia, al llegar al altar y tomar la mano de Frederick espere a que algo dentro de mi se revolviera, debía confesar que espera sentir algo desde que la mire entrar pero, no había sentido nada parecido, la miraba y me sentimientos hacia a ella eran similares hacia los que tenía con mi pequeña hermana Mel, espera y espera en presencia de algún sentimiento pero ninguno venía a mi, en cambio cuando mire a Anna, los sentimientos y sensaciones que había tratado de ignorar, salieron a flote, Anna me provocaba algo que ninguna chica me había provocado, sentía algo que nisiquiera con Kim había sentido.

-Ya es hora.- me susurró Anna pero yo negué con la cabeza, ella me observó confusa, note como pensaba levantarse pero decidí tomar su mano y indicarle que se sentara.- ¿tienes miedo?, ¿no estás seguro de esto?.

-Estoy bien, y estoy totalmente seguro de esto.- estrelaze nuestras manos con una sonrisa en mis labios, ella tan sólo volvió su mirada hacía el frente y yo hice lo mismo.

Ahora entendía cual era mi verdadero miedo de regresar y verla de nuevo, no quería admitir que ya no sentía nada por ella, me estaba encaprichando ante un sentimiento que ya no existía porque sentía que sería la última vez que sentiría algo como esto por alguien, pero al ver a Anna me Di cuenta que estaba totalmente equivocado, ahora me daba cuenta que en su lugar había un sentimiento mucho mejor.

-Me alegra saber que veniste.- dijo Kim mientras me abrazaba brevemente, llevo su mano a Anna y sonrió.- tu debes ser Anna la novia de Tobías.

- Si en sobre eso...

-Es muy hermosa.- dije interrumpiendo a Anna, tome su mano y la acerque más a mi.- ya luego será nuestro turno de invitarnos a nuestra boda.

-Tienes tiempo de huir sabes su magestad el rey de los idiotas...

-Ya basta Frederick.- dijo Kim en forma de regaño mientras le golpeaba el hombro levemente.

-Recuerda que ya estás domado Pepe.

Ambos nos miramos con arrogancia y algo de rivalidad, sin embargo no pudimos evitar reir al final, al despedirnos sentí la mirada de Anna.

-Interesante la amistad entre ustedes dos.

-Los hombres somos extraños a veces.

-Ahora tengo otra duda, ¿me presentaras a todos como tu novia?.

-Llegaste como mi novia así que sería raro que dejes de ser mi novia en la boda.

-Maldicion, ya le había echado el ojo a un tipo, haz arruinado mi oportunidad.

- En verdad es una pena.

-Tu rostro no parece lamentarlo para nada.

-Dije que era una pena, no que lo lamentaba.

Anna me sonrió de oreja en oreja antes de abrazarme mi brazo.

-Andando novio mio, me gustaría tomar algo.

Las cosas estaban marchando con tranquilidad, Anna parecía ser del agrado de todo el mundo, sólo bastaba que ella sonriera para agradarle a las personas, yo tan sólo me limite a observarlos sus gestos, su sonrisa, me encantaba el tan sólo verla.

-Amo esta canción, baila conmigo.- dijo Anna mientras me llevaba a la piesta de baila.

-Debo confesar desde ahora que, soy un mal bailarín.

-Que importa es una canción lenta, no hace falta ser un buen bailarin, esto basta.- dijo mientras llevaba mis manos a su cintura y ella enrollaba sus manos alrededor en mi cuello.- vez asi es perfecto.

-Anna.- dije llamando su atención.- estoy escuchando a mi corazón ahora mismo.

-¿Y que te dice?.

-Que te bese.

-¿Y que esperas?, ¿una invitación?, sólo hazlo.

No pude evitar reir, está chica simplemente era asi, me acerqué a Anna y la besé como si hubiese sido mi primer beso, la besé de una manera que jamás había hecho jamás con nadie, la abrazaba por la cintura y ella abrazaba mi cuello, y por primera vez en mi vida estaba totalmente seguro de algo y es que no querial soltarla, quería estar a su lado por siempre, quería que fuese Anna la mujer de toda mi vida.

-Tobías.- me llamó casi en un susurro al separarnos.- no se cuantos tardarás en pedírmelo así que lo haré yo.

-¿De que hablas?.

-Casate conmigo.

-Parece más una orden que una pregunta.

-Ya sabes como soy, por las buenas o por las malas, Baker.

- Por las buenas.- respondí antes de besarla de nuevo, ella se alejo y me miro.

-¿Es un si?.

- Por supuesto, pero quiero mi anillo.- me mofe y ella sólo comenzó a reir.

-Eres el rey de los idiota.

- Y tu la reina de este idiota, por lo que también te convierte en una idiota.

-Me encanta tu lógica aplastante.

-Y a mi me encantas tu.

-Lose, soy irresistible.- dijo antes de besarme de nuevo.

-Que me dices si busco al juez y nos casamos ahora mismo.- comente con temor a su respuesta pero al observar su enorme sonrisa sabía que le había encantado la idea.

Estuvimos buscando por toda la boda al juez y cuando finalmente lo encontramos, Anna lo obligó amablemente a casarnos por no decir que lo amenazo con un tenedor que encontró en una mesa que le quitó a un tipo que lo llevaba en la boca.
Si creo que mi vida de ahora en adelante sería lo mejor.

El rey de los Idiotas©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora