Lección 10

678 51 2
                                    

A pesar de que habia sido castigado por el entrenador me sentía feliz, Kim ya ni estaba sola ahora tenia una amiga la cual podria compartir sus cosas, enc cuanto termine le envie un mensaje y fui a encontrarme con ella la peor hora de toda mi vida. Queria ver esos ojos azules que me encantaban, cuando llegue Kim estaba sola lo cual me parecio algo extraño.

-Y Chloe, no me digas que huyo de ti- dije bromeando.

-Tenia cosas que hacer.

-¿Entonces?.

-¿Entonces?

-¿Ya tienes una amiga?.

-Si... Ya tengo una "amiga".

-Me alegro... Por cierto sabes que dias es mañana- pregunte ansioso.

-Martes.

-Si es Martes... Pero sabes mañana que se celebra por algo que paso hace un mes.

Esta chica era tan linda cuando era despistada.

-Aaaa, nose a que te refieres.

-Vamos Kim princesa, has memoria.

-¿Es nuestro aniversario de un mes?

-Si, si, si.... Algo que a mi señorita le gustaria que le regalara.

Estaba feliz por lo que ella fuese a pedirme lo que sea, incluso podria conquistar Paris solo para entregarselo a ella.

-Estoy bien sin un regalo.

-Aun asi te dare uno... Pero antes de que me preguntes que es lo quiero, solo será una cosa.

-Y que es lo que quieres.

-Que te pongas tan hermosa como aquel dia.

-Me envitaras a cenar.

-Puede decirse que si.

-Es una cita.

-Es una cita.

Llegue a mi casa con lo que ahora mi típica sonrisa de tonto enamorado, mi padre siempre me observaba con su típica mirada de desaprovacion mientras que mi madre me miraba con alegria, ya tenia todo preparado para nuestro aniversario la cena y los regalos, habia escogido una relojes tal vez no parecia la gran cosa pero no podria pensar en algo mejor, despues de todo no era muy fácil sorprender a mi princesa Kim.
Cuando llegue a su casa la espere a fuera tal como habiamos quedado, me sorprendió un poco que llevara media hora de retraso despues de todo ella es muy puntual, mientras jugaba con las llaves del auto observe a Kim salir del elevador o por Dios, ese vestido negro realmente resultaba bastante en ella.
Deja de pensar en Kim de esa manera, pervertido.
¿Quien eres?.
Tu conciencia.
Hey que tal conciencia... Creo que nunca habiamos hablado.
Siempre me ignorabas, pero gracias a Kim ahora me escuchas, así que presta atencion jovencito deja de observarla como un vil acosador y cuidado con tus comentarios que esta chica vale oro. Me oíste.
Si conciencia fuerte y claro.

-Realmente valio la espera.

-Que manera tan sutil de decirme que me veo linda.

-Estas hermosa.

-Yo creo que me veo extraña.

-Eso jamas eres mi princesa Kim-dije mientras sonreia de una manera algo tonta.

-Estas sonriendo de una manera mas tonta de lo normal.

-Es amor Kim.

Se quedo callada, si no dices nada puede que se arregle todo asi que no digas otra cosa idiota.

El rey de los Idiotas©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora