If you were Me [JiKook]

VI. Feo y Horrible

Hoseok y Taehyung lograron empujarlo lo suficientemente lejos, con los ojos encendidos, que reposaron unos segundos en los míos más tarde. Entonces Tae acortó rápidamente la distancia al verme, y de un agarre de muñecas me arrastró hacia dentro del departamento.

No supe por qué tenía ganas de llorar, pero no fui capaz de alzar la vista, ni preguntar qué era lo que había sucedido. En cambió dejé que las hebras de mis cabellos ocultaran mis acuosos ojos en medio de aquel angustioso silencio que se había apoderado del lugar, y caminé directamente hacia mi dormitorio.

—Kookie. — escuché a Jimin llamarme.

Pero su voz estaba rota.

Y seguramente su corazón.

Y no quería lidiar con eso... porque había descubierto que el mío también se sentía herido.

Esa tarde dormí. Sin leer lo pendiente que me quedaba de la universidad, sin levantarme a cenar. Y en la docena de sueños que tuve, Tae volvía a agarrarme de la muñeca una y otra vez, pero esta vez no me metía dentro del departamento, sino que me sacaba.

Cuando desperté la luz de mi habitación estaba encendida, y Taehyung sostenía una bandeja con comida justo en la esquina de mi cama. Me removí bajo la significativa mirada de mi compañero repasar mi somnoliento rostro, aun con esa rara sensación de angustia en medio de la garganta. Le alcé las cejas, preguntándome que hacía allí, y él se acercó a dejar la bandeja en mi mesita de noche estirando su mano libre para acariciar la mía.

—¿Está todo bien? — murmuró. Los grandes ojos de Taehyung buscaron los míos, y, en el mes que había pasado de pronto, volví a sentirme como la misma persona vulnerable, vacía que vivía sola, con hambre, frío, con falta de cariño.

Apenado parpadeé varias veces.

—No. — susurré. —No sé qué me pasa. — admití, moviendo los dedos de mi mano con la intención de aferrarme a aquella caricia que me regalaba el calor de su tacto.

—Lamento mucho lo que tuviste que ver en la tarde, Kookie. — esta vez, su voz sonaba serena y apacible, muy distinta de la que había utilizado para gritarle a aquel muchacho...—Me aseguraré de que no vuelva a ocurrir. Sé que no estabas acostumbrado a este tipo de situaciones. Es algo que no vimos venir.

—¿Cómo está él? — inquirí.

Los labios de Tae se separaron, pero no contestó, después ladeó su cabeza contrariado, forzando una sonrisa.

—Está. — suspiró él, dándome pequeños golpecitos con las puntas de sus dedos en el dorso de la mano. —Sólo está. Me contó que ya sabes que tiene TLP. ¿Sabes qué es eso? — preguntó y asentí lentamente. —Debería dejar que él mismo te contara lo que ocurrió esta tarde, pero lo conozco demasiado, y sé que no lo hará, porque extrañamente tiene esa particular idea de querer aparentar ser lo más normal posible. Jimin... él tuvo una relación con el sujeto que vino hoy. — solté la mano de Taehyung luego de escuchar esto, y observé sus serias facciones hacer juego con el tema de conversación. — No fue mucho tiempo, aunque fue suficientemente intensa. No sé si es por su condición ¿Sabes? Él es mi mejor amigo, así que cuando me enteré de que lo diagnosticaron con TLP me encargué de investigar un montón, y al parecer, las emociones de Jimin se magnifican mucho. Todo este tiempo he querido hacerlo sentir a gusto, a salvo del miedo que debe sentir sí mismo... me siento idiota. Aunque supongo, que de verdad no puedo protegerlo de todo, ni del amor.

Amor.

Jimin sentía amor, por otra persona.

—Su relación terminó mal. Taemin lo engañó con otra persona. Me las ingenié para preguntarle a un profesor de la facultad de psicología qué podría sentir una persona con TLP ser víctima de infidelidad. No lo entendí bien, porque nunca he sido engañado de tal manera, pero dijo que, si para una persona sana era doloroso, entonces para una persona limítrofe era sumamente desgarrador. — las pestañas de Tae descansaron un momento, y yo seguí conteniendo aire en mis pulmones, tras toda la información que trataba de procesar. — Jimin le ha superado, aunque no pueda superar el dolor que Taemin le hizo sentir....