-¿Desde cuándo los asesinos leen?- le pregunté al hombre de cuarenta y pocos años que teníamos delante.

-Veo que has heredado el sentido del humor de tu padre...- dijo éste en tono amargo, sabiendo que con la simple mención de mis padres daría justo en mi punto débil.

Sonreí con suficiencia mientras mi miraba taladraba la suya con intensidad, deseando que muriera en ese mismo instante.

Aparté mi mirada al notar los ojos de Ryder puestos en mi, y vi su ceño fruncido por lo que acababa de pasar.

-¿Tu querido jefe no te lo ha contado, pequeño Ryder?- reí amargamente.

Éste gruñó por como le había llamado pero negó con la cabeza, indicándome que no sabía la relación que teníamos Adam y yo.

-Esto será interesante...- dije irónica. Miré a Adam antes de hablar y éste tenía los ojos puestos en mi- Éste despreciable hombre que tenemos aquí... Es el hombre que es capaz de asesinar, delante de una niña de diez años, a sus propios padres...

-No me hiciste traerla únicamente por lo buena que es en su trabajo... ¿Verdad?- dijo Ryder algo molesto por no saber la verdad.

Adam negó con la cabeza y miró a Ryder con ¿Arrepentimiento?

-Lo siento, hijo... Hay cosas que es mejor que no sepas- dijo Adam... Espera, ¿Hijo?

-Papá, ya que estoy metido en toda esta mierda, me gustaría saber hasta el más mínimo detalle de las misiones... Es lo único que pido- dijo Ryder frotándose el puente de la nariz, intentando no perder la paciencia.

-Bueno... Mejor os dejamos esta conmovedora charla padre e hijo para más tarde...- ironicé- Vamos al grano... ¿Que quieres, Adam?- escupí su nombre como si quemara.

Ryder me miró mal por haber interrumpido la charla que tenía con su padre y Adam me miró hasta con alivio por haberle sacado de esa conversación con su hijo.

El chico se apartó de nosotros y se encaminó hacia el ventanal, dejándonos margen para hablar.

-Primero de todo, felicitarte por la admirable reputación que tienes- dijo Adam- y segundo... Quiero que trabajes para mí.

-Gracias y no- dije seca.

-No era una petición...- rio con suficiencia- Es una orden... Trabajarás para mí... A no ser que te quieras reunir con tus padres antes de tiempo- amenazó.

Intenté hacerme la fuerte y sonreí ante aquello, aún que por dentro me estuviese matando el recuerdo de mis padres.

-¿Quién te dice que no intentaré nada contra ti?

-Hazlo...- me retó abriendo sus brazos- En menos de medio segundo estarías muerta y enterrada.

-Ten por seguro que algún día lo intentaré... Aún que sea lo último que haga.

Él rio, como si mi amenaza hubiese sido un chiste.

-Me empiezas a caer bien y todo...

-No puedo decir lo mismo, mi repugnancia hacia ti crece por momentos... - sonreí sarcástica.

-Ryder te enseñará tu apartamento- le ordenó indirectamente a su hijo.

El chico, en escuchar su nombre se dió la vuelta y de mala gana se encaminó hacia nosotros, pasando de largo y dirigiéndose a la puerta del despacho.

Me di la vuelta sin decir nada más y seguí a Ryder que me esperaba en la puerta.

-Alexa- llamó Adam haciendo que me diese la vuelta- Me alegro de volver a verte.

AlexaWhere stories live. Discover now