Sueño.

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Yuta está acostumbrado a ser un chico especial. Es extraordinariamente guapo, brillante y bueno en los deportes. Su sonrisa es encantadora y proviene de una familia con el dinero suficiente para poder fanfarronear al respecto.

Pero así como se considera el único chico guapo de su pueblo, también sabe que es especial por otras cosas. Está enfermo y se está muriendo.

Más no hace nada para curarse, nadie sabe que está padeciendo Rem-On y no quiere que nadie se entere. Es bueno disimulando así que sabe que podrá guardar el secreto hasta que esté bien muerto.

Y es que él es un romántico de primera, cuando comenzó a soñar, se dio cuenta que era lo más hermoso que le había pasado en toda su vida. Por más que fuera a morir, quería seguir soñando hasta el último de sus días.

No solo porque podía construir lugares hermosos y pasear por pequeños paraísos, si no, porque en sus sueños había un muchacho y él estaba seguro que era el amor de su vida.

Yuta camina por aquel prado, que sin mucha vida vegetal, seguía siendo extramente hermoso. Él estaba vestido con ropas igual de extrañas, pero sentía que le quedaba bien y caminaba. Solamente caminaba por la inmensidad de aquel sitio.

Se sentía inmensamente feliz, por lo que extendió sus brazos para sentir como el viento fluía a su alrededor. El sol no era lo suficientemente intenso para molestar, pero no había nubes en el cielo.

Cuando bajó la vista, se encontró con el muchacho que usualmente visitaba sus sueños. Pero, como siempre, no le estaba mirando. Por más que Yuta lo llamaba, él no le hacía caso. Por más que corría hacia él, parecía que nunca podría alcanzarlo.

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