Capítulo 15: 'Acontecimientos'.

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La habitación se hace pequeña, de repente no se donde esconderme, que hacer o como reaccionar a lo que está apunto de ocurrir. El chico de cabello rizado, ojos verdes y cuerpo tatuado se está acercando a mi poco a poco. ¿Me quiere besar? Esto debe de ser una trampa, estoy segura, ¿dónde estará la cámara oculta? Miro alrededor para buscarla, pero no la encuentro y él sigue, no se detiene. La distancia de su boca a la mía cada vez se cierra más y su cuerpo se está pegando al mío, agarrándome por la espalda para acercarme más a él. Su aliento huele a menta, posiblemente del aroma de alguna bebida alcohólica, y empiezo a sentir su calor.

Su cara se dobla ligeramente para facilitar el acceso a mis labios, pero antes de que pueda besarme mi cuerpo reacciona. No le correspondo y le muerdo la nariz que se situaba justo enfrente de mi boca.

'¿Pero que coño haces?' Dice asombrado mientras se aparta de mi y se tapa la nariz con los dedos. No me puedo creer que haya hecho eso. Mi cuerpo empieza a temblar aún más que cuando le he visto en el baño y siento que no puedo controlar mis nervios. El mordisco ha sido pequeño, no se como he podido controlar la fuerza en estos momentos, sólo quería alertarlo, no soy como todas esas chicas con las que trata, un beso no me impresiona. Por aquí se suelen regalar besos por todos lados, y estan perdiendo significado.

'Yo.. ¿sería posible que pronunciaras una frase sin añadir ninguna palabra malsonante?' Intento cambiar de tema. Miro hacia otro lado de la habitación pero Harry hace que mis ojos vuelvan a él.

'¿Cómo quieres que no suelte tacos si casi te comes mi nariz? Eres una puta chiflada desnuda.' ¿Desnuda? ¿Qué dice? Oh, no. Me vuelvo pálida. Siento que mi cara es un poema, se secan mis labios y mis piernas me fallan. Lo había olvidado por completo. El juego de la botella. Miro hacia abajo para comprobar que lo que ha afirmado este idiota no es cierto, pero me decepciono, solamente un sujetador y unas bragas cuelgan de mi cuerpo. Intento taparme con mis propias manos pero realmente no lo consigo y me frustro. 'Me gusta ese sujetador.' Añade el idiota mientras señala mi pecho. ¿Cómo puede ser tan pervertido? Sus ojos no se apartan de los míos y quiero desaparecer. Por un momento recuerdo las palabras de Sara: "Ponte el sujetador negro, te queda bien." ¿Quién diría que ponerme un sujetador nuevo y ajustado sería buena idea esta noche? Me moriría si mi elección hubiera sido el típico sujetador de mercadillo que te compra tu abuela.

'¿Podrías ayudar y dejar de mirarme?' Le pregunto, mientras intento que me eche una mano. Necesito llegar abajo, pero no quiero que nadie me vea así, otra vez.

'¿Por qué debería? Vamos a ver, soy un tío, al que le gustan las chicas, por si no había quedado claro, y me gusta ver a las del sexo femenino desnudas o con poca ropa.'

'Harry, por favor.' Es lo único que consigo decir. El color rojo de mis mejillas aumenta cada vez que mira mi cuerpo y me siento muy incómoda. Ya van dos momentos incómodos desde que he llegado a Valencia. Este año será movidito, lo estoy viendo.

'Espera, voy a por mi chaqueta.' Dice mientras rueda los ojos. Me sorprendo por sus palabras y respiro profundamente cuando Harry abandona la habitación.

Es un alivio quedarme sola, la verdad. Así que aprovecho la ausencia de Harry para ir al lavabo y mear. Casi se me habia olvidado el porqué habia venido aquí, pero cuando he vuelto a controlar mi propio cuerpo lo he recordado.

Voy a explotar. Todo esto ha pasado tan rápido que me cuesta asimilarlo.

Entro en el baño, y rezo para que Harry no vuelva en estos momentos, si eso pasara, este se convertiría en el peor día de mi vida. Nunca pensé que me encontraría en esta situación. Harry, mi vecino bipolar, idiota y mujeriego con el que no he empezado con buen pie me tiene que traer una chaqueta, su chaqueta, para que todo el mundo no me vea medio desnuda. Es de locos. No se como he podido confiar en él, posiblemente venga con una escusa barata justificando porqué no me ha traído la chaqueta y intentará besarme otra vez o contemplar mi cuerpo semi desnudo mientras habla de sus amplias experiencias sexuales.

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