Capítulo 1: 'Sara'.

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Todo es tan confuso. Hace unos días, antes del verano, todo era tan normal, el instituto, mis amigos, las chorradas entre descansos, las apuestas, las charlas sobre sexo, las fotos, los recuerdos.. Ahora no tengo nada de eso, bueno sí, pero está demasiado lejos como para recordarlo. No soy la misma desde hace unas semanas, el miedo a lo desconocido invade todo mi ser y paraliza mis pensamientos. Esto tiene que salir bien, esta nueva etapa saldrá bien. Mi mente lleva días buscando mi locura, mi alegría, mi personalidad. Siento que no soy yo. No soy la Anna de siempre.

¿Por qué estoy así?

'Es ley de vida' Mi subconsciente me traiciona.

Unos gritos que atraviesan el apartamento me hacen volver al mundo real. Es el primer día, no conozco a mis compañeras de piso, ¿y ya se están peleando? Una nube negra aparece en mi mente. Yo sólo quería llevarnos medianamente bien, tener un trato cordial. Y tal vez, quedarnos hasta tarde viendo una película, salir de fiesta, cocinar y dar paseos por las calles de Valencia antes de dormir ¿es mucho pedir? Cierro los ojos y respiro profundamente antes de observar a las personas que están junto a mí.

Mis padres se miran desconcertados echándose las manos a la cabeza ante tal escándalo, y sin pensarlo dos veces, abro la puerta con un suave giro de muñeca.

Entramos las maletas y las apartamos en el recibidor. El apartamento es bastante grande en comparación con los que suelen utilizar los estudiantes durante el curso. No estaba terminado, las paredes de ladrillo junto con el parqué que recubre el suelo y la luz tenue que entra por el balcón principal, crea un ambiente mucho más acogedor que el que pude percibir en el cálido agosto. El conjunto del diseño ayuda a sentirme 'como en casa'. Es una sensación extraña, siempre creí que eso de 'sentirse como en casa' era falso, porqué como en casa en ningún sitio, pero de todas formas este será mi hogar durante, al menos un año, así que es bueno que me sienta bien en él.

Avanzamos por el largo pasillo que lleva al salón, dejando la cocina a nuestra izquierda, y los gritos van aumentando de intensidad, haciendo que me tape las orejas con mis manos para eliminar la molestia que causan en ellas. El salón, bañado por la luz del Sol procedente del gran ventanal, presenta un gran sillón en posición central y una gran televisión que era el origen de los gritos. La casera de la vivienda había optado por un estilo minimalista con los menores muebles posibles, sólo una estantería repleta de libros y un perchero adornaban la habitación.

En medio del sillón hallo una melena rubia que tras percatarse de nuestra presencia, se acerca hacia mí. Se trata de una chica de pelo rubio con reflejos dorados y rizos perfectamente definidos. Su piel morena bañada por los últimos rayos del día brilla como pequeños destellos de luz brillante. Se sitúa enfrente de mi y observo su nariz pequeña, rasgos marcados, labios gruesos,  y ojos azules como el hielo que resaltan sin necesidad de llevar una gota de maquillaje. Realmente son preciosos.

'Hola, soy Sara' Dice la chica tendiéndome su mano para que la estreche. Sus uñas pintadas de un esmalte rojo intenso se encuentran con las mías.

'Hola, soy Anna, encantada' Respondo mediante una sonrisa. 

Dirijo mis ojos hacia la pantalla de la televisión y puedo ver un programa del corazón del cual he oído hablar. No soy muy aficionada a ese tipo de programas, ya que me parecen pésimos, ordinarios y reflejan un nivel cultural del país muy bajo. Realmente los odio. Los gritos procedían de una pelea entre dos colaboradores que discutían por ver quien llevaba mejor estilismo esa misma tarde.

Sara al ver nuestra expresión e incomodidad decide acercarse al televisor y bajar el volumen para que la calma vuelva a apoderarse de todo.

Mis padres al ver que todo está bajo control, me dejan con Sara y recogen las maletas que dejé en el recibidor tiempo atrás entrándolas dentro del acogedor apartamento. Después de ayudarles entre las dos, abren la boca para decir la gran frase, aquella que he tratado de evitar durante todo el día.

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