δύο

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Golpes y más golpes, derrepente el ruido de que se rompió un vidrio hizo que me despierte por completo, me levanté y agarré mi espada, escondí debajo de la bolsa mis cosas y me asomé por la puerta de la habitación para ver quien era, una sombra se veía en el comedor, sin hacer ruido caminé hasta la persona y le di un golpe en el hombro derribandolo.

Era el hijo de Hefesto, Colin.Me miró con una expresión de enfado y me aleje dejando que se levanté, no iba a hacerle nada ya que parecía estar tranquilo.

- Olimpia ¿No? Soy Colin - asentí - No iba a hacerte nada - señaló su espada de Adamantio en su cintura - Solo quería saber si había algo que me sirva pero esta vacía la casa.

- ¿Tienes idea que hora es?

- Si me guío por el sol, son las 7:30 de la mañana ¿Dormiste aquí?

- No te importa - me di vuelta y busqué mis cosas en la habitación con Colin detrás mio.Guarde la frazada en la mochila y sentí como desfundaba su espada, pero simule no escuchar nada mientras terminaba de cerrar la mochila.En el momento exacto que su espada paso por encima de mi cabeza me agaché, me di vuelta boca arriba y con mis pies lo derribe en el suelo,  agarre mi espada que estaba un costado mio y me levanté.

- No soy tan estúpida - lo señalé con mi espada en la garganta - Tendrías que ser más sigiloso - seguí apuntandolo mientras me ponía la mochila.

- ¿Me vas a matar por querer robarte ese agua?

- ¿Me quisiste rebanar la cabeza para robarme un agua? - el río.

Me agache sobre el y puse mi brazo en su cuello ahogandolo.Sentí un ligero ardor en mi ante brazo y mire de reojo que había sacado una navaja y había echo un tajo a lo largo.Aprete más hasta desmayarlo.Me levanté y revisé sus bolsillos haber si había algo pero no parecía tener nada.Sali de la casa y comencé a caminar para poder llegar a las ruinas del templo.

Había echo una aproximación de cuanto tardaría en llegar sin ningún inconveniente, supuestamente en cinco días llegaría a mi destino pero para eso tenía que apurarme.

Luego de caminar una hora y media llegue a un arroyo, me agache, llene una botella con agua y la guarde en la mochila.Me saqué las zapatillas y levanté el pantalón para no mojarlo, crucé el arroyo y me senté del otro lado para acomodarme la ropa y ponerme las zapatillas.

Continúe mi camino, ahora había entrado a un bosque, era un lugar hermoso realmente.Escuche pasos detrás de mi y seguí caminando hasta llegar a una gran piedra, me escondí detrás de ella esperando que la persona que me seguía pase por mi lado.

El hijo de Ares, sino me equivoco, Christopher paso por mi lado y me tire sobre el derribandolo, me senté sobre el y llevé mi daga a su garganta.

- ¿Por qué me sigues?

- Porque pensé que habías encontrado algo - dijo obvio -  Si quieres puedes quedarte sobre mi pero ¿Me puedes sacar la daga de mi garganta? ¡No voy a hacerte nada! - lo miré con desconfianza pero finalmente saqué la daga y me levanté.

- Soy Chris, hijo de Ares.

- Olimpia, hija de Hades -  comencé a caminar de nuevo, no podía perder tiempo.

- ¿Donde vas? - preguntó siguiendome.

- Continuo mi camino - rodee los ojos.

- Voy contigo.

- Tu padre no me cae bien y tu tampoco, vete.

- ¿Que te hizo mi padre? - se puso a mi lado.

- Es un misógino, violento y machista.

La hija de HadesWhere stories live. Discover now