Parte 26 La brisa del viento

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Estaba recuperando levemente mi fuerza, sentía cómo el poder fluía por mi cuerpo. El sol podía observarse a lo lejos y con él el inicio de otro día. Algunos escombros estaban sobre mis piernas y lentamente los moví para poder salir. Aún no me había levantado, cuando me di cuenta de la presencia de Vladimir y Skyfill. Ellos estaban examinando el lugar, buscaban con la vista en los alrededores aunque sólo podían ver escombros.

Me oculté detrás de un pilar de un antiguo edificio y desde ahí los podía observar claramente. Vladimir revisaba el lugar mientras Skyfill verificaba el cuerpo de Zoe. Su Oz la había ocultado en su espalda, y en cuanto la vi, recordé que había desaparecido la mía. No lograba encontrarla por ningún lugar.

El simbolo del rayo que se había marcado con anterioridad en el suelo había desaparecido completamente, al igual que toda la electricidad estática que rodeaba el lugar. Vladimir en un momento observó con detenimiento el pilar en el cual estaba escondido, su vista se concentró como si supiera que estaba ahí, aunque al final volteó hacia otro lado. Su traje estaba impecable, con lígeros rastros humedos.

Skyfill estaba arrodillada ante el cuerpo de Zoe y la revisaba con mucha cautela.

-- Lleva a Zoe ante el darken-- dijo Vladimir mientras revisaba debajo de unos escombros de un antiguo edificio y volteaba a verla inexpresivo-- Yo buscaré a Laster, sé que no podrá ir muy lejos.

Skyfill se levantó y observó momentaneamente el cielo, el cual se podían apreciar rastros de luz mientras se despejaban las últimas nubes de la tormenta. Metió su mano a su bolsillo izquierdo y sacó una moneda de bronce mientras le echaba un último vistazo al cuerpo de Zoe; la moneda estaba empolvada y en el centro tenía un lígero rasguño en forma de cruz.

-- No me des órdenes-- la voz de skyfill sonaba muy intensa--, podría matarte en este mismo instante.

Vladimir no le tomó importancia y subió a lo alto de un gran escombro, desde ahí pudo observar gran parte del lugar y sin voltear a ver a Skyfill, fue a revisar el lugar.

Fue en dirección perpendicular hacia donde yo estaba, buscaba con mucha tranquilidad, hasta que perdió la paciencia a unos pocos metros antes de llegar junto a mi. Se limpió ligeramente la boca con su mano derecha, sus dedos se llenaron un poco de la sangre de Zoe. Al ver esa sangre, recordó lo deliciosa que le pareció en ese momento; cerró los ojos un instante y se quedó inmóvil, abrió los ojos de repente como si hubiera despertado de un coma; estaban completamente teñidos de sangre, no tenía pupila, y reflejaba tanta presión que parecía que se desbordaría esa sangre en cualquier momento.

Comenzó a caminar directamente hacia mí, como si supiera de ante mano que estaba oculto ahí. No parpadeaba, y a cada segundo el sol se aproximaba hacia ellos. Como se sabe, un vampiro no puede sentir el sol.

Me volteé rápidamente en cuanto ví que venía hacia mí, pensé un instante en qué hacer mientras quitaba algunos escombros con los que ocultaba mi cuerpo. Apenas logré levantarme cuando Vladimir destrozó en un instante el gran pilar que me ocultaba, lo redujó a pedazos.

En ese momento, era la primera vez que veía a un vampiro, además de a un oficial demonio. Su aspecto me pareció demasiado sombrío. Tenía extendida la mano derecha, y en su palma le giraba una esfera de sangre; torrentes de sangre en pequeñas corrientes le recorrían desde el hombro hasta los dedos por fuera de su cuerpo. Todas esas corrientes que giraban alrededor de su brazo, se unían en la palma de su mano formando una esfera de sangre que no paraba de girar. Ese era el verdadero poder del conde Vladimir, la manipulación total de toda sangre que sus dedos llegan a tocar.

Sus ojos retomaron su forma original y podía detectar claramente sus pupilas, de un color negro oscuro. Las corrientes atraían todo el aire de los alrededores, creando una enorme ráfaga alrededor de él. Todo se unía en la esfera que tenía en la palma. 

-- Laster, el hijo del dios relámpago.... Te llevaré a lo más profundo del inframundo-- su voz era muy gruesa y fuerte, además de la determinación que poseía-- Aunque probablemente ya no regreses....

Mi expresión cambió drásticamente, sabía que no estaba listo para usar magia aún, pero esa batalla era inevitable.

-- El inframundo eh, nunca he ido a ese lugar--- mis ojos se volvieron totalmente azules y mi mano derecha comenzó a congelarse lentamente--, pero no planeó hacerlo en este momento...

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