Parte 17 El reino de los dioses

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Su aspecto era determinante, tenía cuernos, al igual que un demonio, sus ojos son verdes, al igual que su cabello, el cual es muy lacio. Se alcanzaba a observar que se acercaba lentamente hacia nosotros, casi con la misma intimidación que provocaba Mordekaiser al acercarse.

En un instante congelé todo mi brazo derecho, y el aire, que aún seguía contaminado con el veneno pasivo, se tornó frío. Mi mirada se concentró muy fuertemente en Zoe. Su aspecto me parecía familiar, pero no lograba reconocerla completamente.

Zoe movía ligeramente su mano derecha, como si estuviera sosteniendo algo muy sensible; en el instante apareció una esfera  igual de verde que su cabello o sus ojos, la esfera tenía un rostro, como la de una calabaza adornada especialmente para las festividades del tan conocido Hallowen. Tenía una mirada muy espeluznante, aunque con una ligera sonrisa malévola.

Ferrest trataba arduamente de liberarse de las ataduras, pero sus intentos fueron sin logro alguno, las ataduras eran lo suficientemente fuertes como para poder resistir aún más. De las ramas que rodeaban su cuerpo, salieron las mismas esferas verdes como la que tenía Zoe en su mano; salieron como si hubieran sido frutos del mismo árbol, bailaban en un tono muy burlón, de inmediato se adhirieron al enorme cuerpo de Ferrest.

Zoe dejó caer la esfera que sostenía, y justo al caer al suelo, explota lo suficiente para que los enormes árboles lo sintieran pese a que estaban a una distancia considerable. Lo sentí como una brisa muy fuerte.

Zoe se ríe muy fuerte, como si disfrutara de sus explosiones. Y justo cuando chisquéo sus dedos, explotaron todas las esferas que estaban adheridas a Ferrest, fue una reacción en cadena muy potente, lo suficiente para que haya perturbado el aire tranquilo que había surgido tras la primera explosión. Zoe continuaba aproximándose.

-No necesito tu ayuda, pero es un rival muy fuerte e incluso llegaría a tener problemas si lo enfrento solo-. Dijo Mordekaiser con un tono aún dominante, pero un poco más blando.

-Si nos unimos, podríamos vencerla-. Dije con una voz igual determinante, como si no lo hubiera escuchado.

Zoe en un instante estaba a nuestro lado, apareció de la nada. Sostenía otra esfera verde en la misma mano, a unos pocos centímetros de la cara de Mordekaiser.

-Encerio creen que podrán vencerme tan fácilmente, me están subestimando demasiado-. Dijo Zoe muy confiada de su poder mientras acercaba la esfera a la cara de Mordekaiser hasta que llegó a tocarlo, en ese momento explotó; Mordekaiser no pudo siquiera tratar de evitarlo, todo sucedió en un instante, incluso menos que un parpádeo de ojos. Mordekaiser cae como si hubiera recibido un impacto de bala de una escopeta.

Por reflejo, creé una barrera alrededor de ellos en el momento que sentí su presencia cerca. La barrera los rodea como un domo lo haría, el hielo no era completamente liso, aparentaba que tenía incrustados picos de hielo.

En cuanto cayo Mordekaiser, se levantó polvo de las cenizas que estaban en el lugar por el impacto, Zoe alcanzó a ver cuando la barrera los estaba rodeando, la barrera se completó en tan sólo un instante. Los dos estaban adentro. Y en el instante los picos de hielo se extendieron con una velocidad abrumadora, los picos tenían como objetivo atravesarlos.

No dudé en hacerlo aunque estuviera ahí Mordekaiser. Unos instantes estuvo en completo silencio, sólo alcanzaba a escucharse los intentos de Ferrest por tratar de liberarse, aunque no lo conseguía; pero esos momentos no duraron mucho, instantes después la barrera fue destruida, cayendo en pedazos al suelo.

Alcancé a ver a Zoe, tenía heridas en los brazos y en algunas partes del pecho, incluso una ligera cortada debajo del ojo, sus heridas no eran muy graves. Seguía de pie, como si hubiera soportado todo el impacto. Su mirada estaba fija en mí, como si tratara de descubrir la manera en que pude herirla.

Mordekaiser seguía en el suelo, aunque no había recibido ni una sola herida por ese ataque. Su cuerpo, además de las heridas provocadas por Zoe, seguía intacto. Su cara tenía ligeros rastros de daño, como si no hubiera recibido aquella explosión. Mordekaiser estaba inconsciente, aunque en unos instantes más, se levantó rápidamente y se alejó lo suficiente para poder defenderse ante un ataque.

-Zoe, sé que eres la emperatriz del reino de los dioses, pero no por eso titubearé. No sé cuál sea mi objetivo ahora, pero por el momento será vencerte-. Dije con tanta determinación, que podía sentirse en mi mirada.

Zoe no dejó de verme, hizo un gesto de indignación.

-Sé quieres eres. Eres Laster, el antiguo emperador de Astarot, pero sigues estando por debajo de mí. Aunque ya lo sabes, te lo recordaré-. Dijo con tanta brutalidad que se podía sentir en sus palabras-.

En ese momento recordé qué era el reino de los dioses. Es un reino donde sólo pueden vivir personas que fueron honradas por emperadores. Se clasifican en tres secciones. La más baja es para las personas que fueron honradas; la que está un poco arriba es para la familias de las personas que fueron emperadores; y en lo más alto sólo se encuentran tres personas, esas personas son las que gobiernan a los cuatro emperadores, a los tres se les considera como reyes del territorio de los dioses y nunca han sido vencidos.

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