Jade Wilde Una idiota obsesión.

Buenas noticias

En la mañana me levanta el golpe de la puerta.

¡OH DIOS MIO! es mi mamá, y aún estoy desnuda debajo de las sabanas.

 -Un segundo mamá, me estoy cambiando. –trato de ponerme cualquier cosa que no parezca que dormí desnuda.

-Ya está el desayuno. –me dice detrás de la puerta.

Los sábados mi papá nos obliga a desayunar juntos, porque es el único día que estamos todos, a diferencia de los día laborables que papá sale muy temprano.

Salgo de mi cuarto y mi papá también sale del suyo.

-Hola cielo. –dice abrazándome.

-Hola papi.

Mientras estamos en la mesa, papá habla sobre las nuevas inversiones que están haciendo en la compañía, y que hay la posibilidad de que lo asciendan.

-Cierto cariño, llego una carta de la universidad de París esta en… -salgo disparada hacia la carta, emocionada, al fin está aquí.

 La abro emocionada, tratando de no romper el papel pero dañando el sobre y lo leo.

Me dirijo hacia la mesa, con el sobre en las manos, suspiro, todos me miran esperando una respuesta, y luego suelto la noticia.

-¡ME ACEPTARON! –grito emocionada y papá se levanta a abrazarme.

-Felicidades cariño.

-Bien hecho, April. –dice mi hermano desde la mesa.

-Oh, cariño, felicidades. –lo acompaña mama desde la mesa.

 

Cuando llego a mi habitación decido contarle a Jade y lo llamo.

-Hola Jade, ¿puedes venir?

-Claro, ¿a dónde quieres ir?

-Quiero decirte algo. –se me escapa una risa con una sonrisa tonta.

-Ok, mi amor voy allá… espera ¿y tus padres?

-Saldré antes, encontrémonos en Coffee Paradise, en 20 minutos ¿te parece?

-Sí, voy en camino.

 

Me cambio rápido con unos Jeans ajustados, una blusa roja con mi chaqueta negra de cuero junto con mis botines negros.

-Vuelvo enseguida. –grito mientras salgo.

-Hey hey, espera… -dice mi padre. – ¿a dónde vas? –arquea una ceja.

-Papá… ¿puedo ir a la cafetería? Juro que seré rápida.

-¿Me estás diciendo o me estás pidiendo permiso?

-Papá por favor. –suplico.

-Ok, pero rápido, antes de que llegue tu madre de hacer las compras.

-Gracia papá. –le doy un beso en la mejilla y me voy.

Camino hacia la cafetería que por suerte queda a 3 cuadras de mi casa.

 

Veo a Jade parado, aun no me ve, así que corro.