мєℓℓιƒℓυoυѕ

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La castaña frotó un poco sus ojos con el dorso de las manos, mientras el sonido de la llamada entrante en su teléfono le terminaba por ahuyentar el sueño. Observó por la ventana, para por lo menos tener una referencia de la hora que era, pues había tomado una "siesta" después de almuerzo y se le había pasado un poco la mano.

No era necesario ver quién era el que llamaba.

— ¡Hey, Hee!

— Oh, hola Jimin, ¿qué sucede? — la energía con la que Jimin había contestado no se comparaba con la parsimonia de la chica.

— Pues... verás. ¿Recuerdas al chico con el que compartimos biología?

— Eh... son muchos Jimin. — rio levemente para después bostezar.

— ¿Estabas durmiendo? — la sorpresa y diversión que captó SulHee a través del teléfono, la hizo sonreír. — ¿Es tu mejor panorama para un sábado en la tarde? Wow... tendrás que salir más seguido conmigo...— de hecho, no le molestaba en absoluto.

— Jimin, al grano. — soltó riendo.

— ¡Ah, claro! Bueno la cosa es que Kim Taehyung está haciendo una fiesta ésta noche, y me preguntaba si querías ir...

— Jimin, en verdad no...

— Antes de que te niegues, puedes asegurarles a tus padres que te cuidaré, que no te dejaré y que te llevaré a casa.

— ¿A sí? ¿y cómo?

— Sé manejar Hee, le pedí el auto prestado a mi padre. — la simple imagen de Jimin manejando, sonrojó muy sutilmente a SulHee.

— Pues, no sabría...

— Bien, paso por ti a las nueve, nos vemos. — se despidió canturreando. SulHee no tuvo más opción que, después de obtener el permiso, alistarse a la velocidad de la luz.

No sabía muy bien, qué ponerse, por lo que optó por unos pantalones negros, unos botines del mismo color, una polera gris y una chaqueta de mezclilla; se maquilló un poco y estaba lista.

No sabía cómo tomar lo que estaba pasando. Es decir, SulHee no quería exagerar ni ilusionarse demás, pero ¿llegar juntos en auto a una fiesta? Para la poca experiencia y grandes expectativas de la chica, era algo fuera de lo común y totalmente nuevo. Algo así como de película; no era necesario que le abran la puerta ni que le abran la silla para catalogar a alguien de caballeroso, pero siempre había pensado que Jimin lo era, lo era con ella y eso le gustaba.

El castaño esperó a SulHee en la entrada de su casa y se sonrieron mutuamente al verse. Si SulHee no hubiese cargado con sus sentimientos por Jimin por tanto tiempo, talvez ya se le habría caído la quijada al verlo tan guapo, pero había aprendido a disimular.

— ¿Lista? — abrió la puerta del copiloto esperando a que SulHee entre y con una sonrisa, respondió:

— Lista.

El viaje, no muy extenso, fue una de las mejores partes de la noche. La música, la charla, las risas y las miradas furtivas. SulHee mentiría si no admitiese que aprovechaba cada vez que Jimin miraba hacia adelante para poder observarlo con detención. Mentiría si dijera que no le encantaba la forma en la que las distintas luces de los semáforos y de las calles se reflejaban en sus ojos y marcaban sus masculinas facciones.

Eso era sentirse bien para SulHee, verlo sonreír, verlo feliz al mismo tiempo que ella lo era.

Al llegar, la fila de autos estacionados ocupaba casi toda una cuadra, por lo que tuvieron que estacionar un poco más lejos de lo que hubieran querido, pero no era problema para ellos, siempre y cuando tengan buena compañía.

Good Lies || pjm & jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora