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19. Alas oscuras

No pasó mucho tiempo cuando el moreno nos dijo que Hoseok encontró definitivamente a Taehyung.

Mis ojos brillaban y miraban atentamente al pelirosa. Mi respiración estaba acelerada. Lo único que quería era encontrarme con el rubio...Verlo ya.

-Está en el pueblo más cercano... - Nos comentó Namjoon.

-Entonces a qué esperamos. Llevarme hasta él- Dije algo impaciente.

Estaba muy preocupado por él. Trescientos de esos ángeles podían bajar a por él...Podían venir a ejecutarlo.

Sin demora y aunque al principio quedamos en que sólo iría yo por decisión propia, al final acabaron por acompañarme todos.
Al principio no me pareció muy buena idea. Ellos ya estaba suficientemente heridos como para afrontar de nuevo a Taehyung...Sin embargo me sentía aliviado a la vez de tenerlos a todos de mi parte.

[...]

Al llegar a ese pueblo cercano donde se suponía que encontraríamos a Tae pude divisar un cielo muy oscuro. Lleno de muchas nubes negras...Casi como si fuera a llover. No había rastro de gente, pero en el cemento de las calles sí de su sangre.

-¿Él...?- Miró Jin al moreno quien al igual que nosotros observaba todo con atención.

Namjoon simplemente guardó silencio.

-Debemos encontrarnos con Hoseok. Sigamos- Rompió Jimin con el silencio.

No...no podía ser que alguien a quien veía tan bueno pudiera haber hecho algo tan horrible.
¿Hasta tan lejos ha llegado?

TaeTae...Por favor reconóceme.

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Seguimos caminando durante un rato más. Al principio me sorprendí que los dos alados con nosotros no utilizarán sus alas para volar, pero después comprendí que ellos no se arriesgaban a ser vistos por el peligroso rubio
Por lo que me habían contado, otro enfrentamiento contra él y no tendrían la misma suerte que en la anterior.

A medida que nos íbamos adentrando dentro de ese pueblo totalmente silencioso, oscuro y de alguna manera tenebroso pero a la vez triste, el opaco del cielo se iba volviendo cada vez más intenso.
A lo lejos, pude divisar al pelirrojo esperándonos.

-¿Dónde está él?-  Preguntó Suga sin demoras.

Hoseok sólo se asomó un poco y señaló con la mano.
Con mucho cuidado todos nos asomamos de la misma manera. Pude ver en la distancia al rubio sobre  la cúpula de una pequeña iglesia de pié. Sus alas se sacudían...Casi como si acabara de aterrizar sobre esa superficie.
Su bata a rallas caía sobre sus brazos. Le dejaba todo el cuerpo al descubierto...Supongo que para dar paso a esas enormes y grandes alas negras.

Llevaba el mismo conjunto con el que nos conocimos...Pero el cielo oscuro y esa brisa que hacía presencia en el lugar en el que estaba por la altura lo hacía muy intimidante.
Le hacía mucho más malvado, fuerte...Temible. No se parecía para nada al que vi por última vez antes de caer al suelo.

-Jungkook...Debes llegar hasta él- Me dijo de nuevo Suga. En su voz pude percibir miedo y...de alguna manera me lo contagió.

-Lo sé, lo sé...- Carraspeé nervioso.

¿Cómo lo haría?
En verdad, viendo a Tae con mis propios ojos vi la diferencia.
Atacó a Suga y Jin quienes no hubieran sobrevivido si no fuera porque Jimin junto a Hoseok y Namjoon decidieron protegerlos. Si los alados y el arquero tenían también  miedo...¿Qué sería de mí sí no me reconocía?
No quería que lo único que quedara de mí fuera un rastro de sangre como le había sucedido a las personas de este ahora desierto pueblo.