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6: Aterrados

Podía escuchar mis latidos sin necesidad de ningún Estetoscopio.
Haber, haber...Tenía frente a mí a un desconocido que había hecho ¡Bam! Y de repente tenía un arco con el que estaba apuntando a otro desconocido ya no tan desconocido.
¿De qué coño iba este rollo? ¿En qué cojones me había metido yo sin darme cuenta?

La idea de que fuera una broma bien organizada por Suga y Jin quiso pasarse por mi cabeza pero rápido se desvaneció cuando una flecha vino hacia nosotros. Con suma rapidez me eché sobre el cuerpo de Taehyung abrazandolo y echándolo al suelo. Provoqué que el tiro fallara y que la flecha se clavara en el respaldo de madera del banco.
El pelirrojo con otro destello hizo aparecer otra flecha y apuntó de nuevo hacia nosotros.

-No te entrometas en mi camino humano- Advirtió mientras se acercaba.

Calculé su proximidad y cogí tierra del suelo cerrando la mano en puño mientras aun estaba sobre el otro. Se la eché en la cara sin vacilar y tan rápido como me fue posible.

El pelirrojo soltó el arco rápido y se cubrió la cara gritando.

-¡Vamos!- Me levanté muy rápido con el corazón en la mano. Realmente tenía miedo.

Ayudé al rubio a levantarse y estaba tan asustado que ni siquiera se me pasó por la cabeza soltarle la mano. Este miró hacia atrás siendo arrastrado a correr por mí.

A pleno pulmón llegamos a lo que era el pueblo y temblando me apresuré en llegar a casa.

-¡Suga, Jin!- Caminaba a paso muy ligero.

Suga estaba en el salón y cuando me vio entrar de la manera en la que entré se sobresaltó.

-¿¡P-pero qué coño!?-

Solté al rubio sin siquiera darme cuenta. Obligué al de tez lechosa a levantarse del sofá.

-¿Dónde está Jin? ¡Tenemos que marcharnos de aquí ya!-

Por sorpresa completa recibí una bofetada en la mejilla departe del mayor quien después me agarró de los hombros y me sacudió.

-¿¡Quieres calmarte!?- Me gritó mirándome con los ojos completamente abiertos.

Eso funcionó, pero solo para que me quedara quieto porque calmado no estaba. Me eché a llorar como el menor que era y busqué su hombro para esconder mi rostro. Esto sorprendió mucho más a Suga y me abrazó dándome palmadas en la espalda. Miró al rubio buscando explicaciones.

-¿Por qué estás manchado de tierra? ¿Qué ha pasado?- Me preguntó a pesar de estar mirando a Taehyung.

No podía hablar. Necesitaba calmarme para poder explicar que nos perseguía un tío chiflado que era mago y que tenía un arco con el que quería dar caza al desconocido que acogí la noche anterior.
Suga me dio calor con su cuerpo y frunciendo el ceño le dijo a Taehyung:

-Como le hayas hecho algo te juro que te voy a...-

-Para, para...- Me deshice del abrazo y me limpié las lágrimas con la mano manchada por la tierra que antes había cogido para defenderme. -Taehyung no ha hecho nada...- Le miré.

Él rubio solo estaba de pié mirándonos con carita de culpabilidad.

-Debéis marcharos de aquí...Él nos está buscando y pronto dará de nuevo con nosotros- Nos habló sin ninguna expresión en la cara.

Suga dejó escapar una carita de confusión. No entendía nada.

-¿Qué? ¿De qué puñetas estáis hablando? -