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2. ¿Quién eres?

Los rayos de sol me ayudaron a levantarme fácilmente...Bueno, más que nada porque no pude dormir bien. Estaba acostumbrado a la comodidad de mi cama y cuando me la cambiaban mi cuerpo se quejaba a su manera. Salí del cuarto y fuí a la cocina a buscar algo para desayunar. Aún era temprano y por eso los otros dos no hicieron acto de presencia en la nevera. Sobretodo el gordo de Jin que aunque era tranquilo si algo hacia mejor que Suga y yo era comer.

Después de desayunar tostadas con algo de leche subí de nuevo a mi cuarto y me cambié. Otra vez intenté sumergirme en el maravilloso mundo de Internet. La verdad es que vida social no me faltaba y además le estaba tirando los tejos a una chica de mi clase que me gustaba...Sin embargo parece ser que ahora no estaba para el móvil porque me aburría de igual manera. Pensé en despertar a mis dos amigos pero Jin se me adelantó cerrando la puerta con pestillo y Suga...Suga...Simplemente no lo iba a despertar. Despertarlo de su sueño daba más miedo que despertar a un oso hibernando. Bueno sin exagerar...Era igual.

Aburrido salí de la casa. Para ser temprano el cielo estaba bastante soleado aunque aún no había demasiada actividad en la calle. Traté de no alejarme demasiado de la casa para no perderme. No obstante, era un chico curioso y caminé y caminé hasta sin saber como acabé de nuevo en el parque abandonado. Por el día se veía con más claridad, muchísimo más viejo.
Me quedé mirándolo atentamente...Mi mente no podía entender que querría un chico de mi edad en lugar así.
Ví el banco donde estuvo el de cabellos rubios y fui hasta allí. Me quedé mirándolo con atención y de igual manera, me senté en el banco.

Estaba todo en silencio aunque de vez en cuando se podía escuchar a un pájaro pasando. De nuevo me aburría...Y aquí muchísimo peor que en casa.

-Que mierda~-

Dejé que mi cabeza cayera levemente hacia atrás, mostrándole un precioso cielo azul a mis ojos achocolatados. Cogí mi móvil y le hice una foto.

-Woah~-

Admiré la imagen por un momento.

Pasaron unos cuantos minutos cuando decidí marcharme del lugar. Me levanté del banco y ni me molesté en mirar atrás.

Con la buena memoria que tenía recordé el camino a la casa donde estaría todo el verano y cuando regresé me encontré con un Jin desayunando.
Nadie tenía su arte para masticar la comida como él hacía.

-Buenos días dongsaeng-

Me dijo el mencionado con la boca llena de cereales. Me reí.

-Buenos días Jin...¿Suga aún sigue en la cama?-

Me senté en una silla a su lado.

-Sabes como es...Hasta las 12:30h contadas no despertará-

-Pedazo de perezoso...-

Volví a reírme.

-¿Por cierto era esta noche  la fiesta de Lisa? No está muy lejos del pueblo así que podríamos ir-

-Ayer tuve un viaje de casi ocho horas...No me apetece ir a una fiesta después de eso. Puede que mañana-

Jin se rió al escuchar mi respuesta.

-Entiendo...¿Entonces hoy te quedas?-

Bebió un sorbo de su zumo de naranja.

Asentí con la cabeza.

-Hoy sí-

Y así hicieron mis dos amigos. Cuando llegó la noche se fueron y me dejaron solo en casa. Sabía que llegarían tarde así que no me molesté en esperarlos. Encendí la tele y esperé a que echaran una de esas pelis malas de madrugada para dormirme. Así quise hacerlo hasta que me di cuenta de algo...Hice la foto al cielo pero...¿Guardé mi móvil?
Me levanté de golpe del sofá y metí mis manos en los bolsillos de mi pantalón.

-Vaya mierda- Me quejé por mi torpeza y salí corriendo.

Cuando llegué al maldito parque me asombré de ver a quien no estaba esa mañana. El ido de la cabeza. Llevaba la misma ropa que ayer y de nuevo estaba en el mismo banco.

Tragué saliva y me acerqué a él para ver si mi móvil estaba apoyado sobre el banco. Sólo busqué con la mirada cuando el rubio me lo ofreció sin tan siquiera mirarme a la cara. Él estaba concentrado en mirar hacia delante.
Debo admitir que me sorprendió aunque no sabía por qué.

- Gracias- Cogí mi pertenencia sin dudar.

El muy desgraciado no me dijo nada. Como odiaba que me hicieran eso...
Me giré para irme por donde había venido cuando de repente sentí su mirada clavarse en mi espalda.

-"¿Me está mirando?"- Estaba nervioso y ni yo mismo sabía por qué.

-Jungkook...-

Mencionó permitiéndome escuchar su voz por primera vez. Me giré muy sorprendido. ¿Cómo coño sabía mi nombre?

-¿Quién eres?-

No pude evitar preguntarle.