ᎠᎪᏒᏦ fᎬᎪᏆhᎬᏒs [ᏦᎾᎾᏦᏉ]

3.Primera noche

-¿Quién eres?- No pude evitar preguntarle.

¿De qué me conocía? ¿Cómo sabía como me llamaba?
No había visto a nadie como él en mi vida.
Con la mirada aún puesta en mí el rubio simplemente me contestó:

-Sólo un hombre que espera-

Oh...¿Sería que su novia lo dejó?
No entendía nada...Aunque aún la curiosidad por él me picaba.
Si era verdad que llevaba aquí desde el año pasado....Tenía que tener buenas razones.
Bajé la mirada por un momento y al hacerlo pude observarlo con detenimiento. Efectivamente llevaba la misma ropa que ayer. Esa bata de tela a rallas y pantalones rojos con los pies totalmente descalzos, sucios y se podían ver dañados. Ni yo mismo supe por qué me dió tanta pena.
Seguí mirándole sin darme cuenta de que él estaba haciendo exactamente lo mismo conmigo.
Cuando me dí cuenta de ello enseguida desvié la mirada hacia otra parte.
El rubio solo sonrió ante mi gesto.

-¿Tienes pena de mí? - Me preguntó sorprendiéndome.

-¿Eh?-

-Si tienes...Pena de mí- Volvió a repetirme sin vacilar.

¿Qué le iba a contestar? Me sorprende con que confianza me hablaba a pesar de lo desconocidos que éramos.
¿Quién era él?

-¿Quién eres? ¿No tienes casa a caso? -

-Solo soy un hombre que espera- Me sonrió y volvió a repetir lo dicho anteriormente.

Lo pensé un poco, y al final volví a cuestionarle:

-Y...¿A qué esperas?-

Hablar con ese chico era algo cansado...
Un aura demasiado misteriosa lo envolvía y habíamos vuelto al comienzo de la conversación.

Como si hubiera sido un crimen preguntar de la nada comenzó a lloviznar. Gotas de agua fría comenzaron a caer del cielo.

-Oh...-

Miré hacia arriba. El chico rubio hizo lo mismo y aunque al principio llovía con suavidad pronto empezó a hacerlo con fuerza. Comencé a mojarme de verdad.

-¡Mierda!-

Me encogí de hombros y salí de ahí corriendo. Fue a mitad de camino que me dí cuenta que ese chico no se había movido de donde estaba sentado. A mí no me costaba nada retroceder. Sabía que aunque fuera verano...Estar bajo la lluvia durante un determinado tiempo no era aconsejable, y más si ibas como iba el aquí amigo de la bata a rallas.
Me miró sorprendido y fue entonces cuando adiviné...
Él no tenía a donde ir.

Debía estar loco por dejar entrar a alguien que no conocía de nada, que dijo mi nombre sin más, que era prácticamente un vagabundo y que era más misterioso que un caso de Sherlok Holmes pero sentía lástima por él.

-Ven-

Lo agarre de la muñeca e hice que se levantara de su inseparable banco asombrandole completamente. Corrí con él hasta la casa tratando de refugiarme inútilmente de la lluvia con mi mano.
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Abrí la puerta totalmente empapado. El rubio entró por detrás de mí muy callado, mirando la casa con sus ojos azules muy abiertos y una carita de niño perdido. Me sorprendía que no le incomodara llevar la ropa mojada encima.
Decidí dejarle mirando mientras yo buscaba algo arriba con lo que cambiarnos. No me fue difícil encontrar ropa cómoda, generalmente porque era toda mía aunque como más o menos debíamos compartir la misma talla no lo vi como un problema.
Bajé al encuentro del misterioso ya cambiado y con una toalla en la cabeza. Me reí internamente cuando estaba en medio de la entrada, parado y tiritando.
Me resultó...Adorable.

-Toma, ponte esto-

Le lancé la camisa y los pantalones que él enseguida atrapó. También la toalla seguidamente.

-Tienes allí el baño- Señalé -O si lo prefieres arriba puedes cambiarte en...-

No acabé la frase cuando el rubio entró en el baño.

-Vale...que descortés. -

Pensé en contactar a Jin o a Suga pero no iba a molestarles a penas se habían ido a su fiesta.
Cuando vinieran mañana ya se encontrarían con la sorpresa...Sobretodo Suga.

El rubio salió del baño ya cambiado y con su ropa mojada en mano. Acerqué una bolsa y dije que la guardara allí.

-Mañana ya la lavaré y te la devolveré-

Simplemente no contestó nada, ni asintió, ni me miró...Guardó la ropa ahí y punto.
Cogí la bolsa y la puse al lado de donde yo había dejado mi ropa.

-Gracias por tu generosidad...Te la devolveré en cuanto me sea posible- Inclinó un poco la espalda haciendo un ángulo de 90° agradecido.

-No hay de qué-

Su gesto esta vez me pareció apropiado para compensar el anterior.
Este chico me sorprendía pero más cuando después de agradecerme abrió la puerta para marcharse.
¿Qué coño? ¿A dónde se iba ahora? Ni siquiera había pedido un paraguas o...Yo que sé.

-Eh, eh...Dónde vas. Aún sigue lloviendo-

Agarré al rubio de la mano impidiendo que saliera. Él solo abrió los ojos completamente y me miró.También le miré y nos quedamos un momento así, yo sin entender nada.
Adiviné la situación solo cuando él miró que aún lo tenía de la mano y se sonrojó levemente.
Con velocidad solté su mano. No quería que malinterpretara nada.

- Oye...Mi habitación está arriba. Solo por hoy...puedes quedarte allí a dormir. Es la de la izquierda- Me rasqué la nuca algo cortado.

El rubio volvió a asentir solamente y subió a la habitación que le indiqué solo obedeciendo todo lo que le decía.
Suspiré algo agobiado y de un armario saqué una manta. Yo iba a dormir en el sofá.

Pasaron unas pocos minutos pero ese me sirvió para dormirme profundamente y cuando desperté a la mañana siguiente las caras de Jin y Suga me estaban mirando muy serios desde arriba.

-Buenos días- Les sonreí.

-Buenos días ¿Nos podrías explicar...eso?- Señaló Suga en mi pecho.
Al hacer eso me di cuenta que había un ligero peso de más en mi cuerpo y cuando miré vi al rubio durmiendo a un lado mío con una pierna por encima de mí y la cabeza apoyada en mi pecho a la vez que su brazo me rodeaba la cintura para que cupieramos perfectamente en el sofá.

WTF?!?!?

/Aquí termina otro capítulo. Puede que empiece al principio un poco aburrido pero no dejéis de leerla queridos ♥
Irá volviéndose más interesante conforme vaya pasando la historia.

PD:
Saludos a rinoa 9480 quien le ha dado un votito a esta historia ;)/