4. Castigo

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Después de una mañana algo alborotada el rubio se encontraba comiendo en la cocina mientras yo solo discutía con Suga en el salón.

-Ni siquiera sabes quién es o que intenciones trae. Puede ser un asesino, o un psicópata o yo que se...Hasta un violador-

Me eché a reír al escuchar esas palabras salir de su boca.

-Oh vamos...Sabes que no tiene pintas de eso. Además no tiene casa y por el momento no ha hecho nada malo-

-Oh...Así que por el momento no ha hecho nada malo- Me miraba muy molesto. Un silencio incómodo se hizo en la sala por unos segundos hasta que Jin lo rompió.

-Ya basta los dos. Se supone que vinimos aquí para pasárnoslo bien. Además tengo una jaqueca terrible de la fiesta de ayer y no me apetece hacer de mediador ahora-

Me crucé de brazos y le dí un poco la espalda a mi ahora contrincante. Él hizo lo mismo.

-Apuesto a que ni siquiera se sabe el nombre- Comentó Suga pero aposta para que lo escuchara.

- Estaba lloviendo ayer muy fuerte...Simplemente no iba a dejarlo empaparse allí.- Me defendí.

Antes de que Suga pudiera contestarme volvió a interrumpir Jin.

-¿Pero queréis parar jodidos, inmaduros, mierdosos, molestos, malcriados niños pequeños más cansinos que una puta mosca en la noche? Más de dos jodidas horas lleváis así y me canso ¿Eh?- Tenía el ceño fruncido.

Bueno...Jin era un pan dulce pero cuando se le agotaba la paciencia acostumbraba a soltar muchas palabrotas a una velocidad muy, muy rápida.
A veces Suga y yo solíamos enfadarle aposta, pero porque nos divertía en gran manera como su boca articulaba a una velocidad anormal. Era muy gracioso aunque...Este no era el caso.

-Vale...Entiendo que estés enfadado con Jungkook pero también entiendo su parte. Dejemos que el chico se quede solo por un tiempo con nosotros para averiguar quien es y así poder ayudarlo-
Siguió hablando de una manera razonable el más mayor de todos.

Suga nos miró a los dos con cara de asco y asintió con la cabeza indignado.

-Vale...Hacer lo que queráis pero yo no pienso vigilar, cuidar o alimentar a alguien que no conozco de nada. Será vuestro problema y por tanto si me roba algo también será vuestra responsabilidad-

-Será solo la mía. Jin no tiene que ver en mi decisión-
Me apresuré en replicar al indignado.

Justo después de decir esa frase apareció ante nosotros el rubio quien era ajeno a lo que pasaba y el que nos miraba algo confundido con la boca manchada de salsa del Kimchi que había preparado Jin para comer.
Los tres nos sorprendimos y aunque por parte de Suga no, Jin y yo esperábamos que no hubiera escuchado nada.

La discusión como si fuera por arte de magia acabó y el enfadado se marchó a su cuarto sin comer pasando por el lado del rubio y dándole un pequeño empujón con el hombro. El desconocido no hizo nada, solo mantuvo la cabeza agachada. Sabía que el "dueño" de la casa no le quería ahí.

Aquel gesto por parte del mayor me molestó. Estaba siendo mucho más descortés de lo normal.

-Ni caso- Se acercó Jin al rubio y apoyó las manos sobre sus hombros. -Yoongi siempre al principio da a entender que es una persona fría y mala...Pero en el fondo es muy cálido y bueno-

El de pelo claro asintió con la cabeza sin mirar a Jin. Parecía...¿Triste? ¿Decepcionado? Tal vez fuera solo mi imaginación...

-Mi nombre es Jin...Si necesitas algo relacionado con la comida llámame.- Le sonrió.

Volvió a asentir solo con la cabeza y sin dar más motivos al contrario o una conversación acabó por marcharse.
La sala volvió a quedarse en completo silencio.

Por curiosidad, levanté mi mirada para ver al rubio quien estaba a unos pasos delante de mí, con la cabeza agachada y esa extraña mirada que no sabía bien de qué era. Su boca aun estaba manchada de la salsa y aun llevaba el pijama que le presté.
Claro...Aún no había tenido oportunidad de lavar la ropa que se nos mojó a ambos la noche anterior.

-Oye...Vamos arriba a buscarte algo, no vas a ir todo el día en pijama-

Apenas acabada mi frase volvió a subir de manera grosera sin esperar, solo obedeciendo. Como odiaba que me hicieran cosas parecidas.

No me fue muy difícil encontrar algo para el rubio ya que la ropa era toda mía, pero tener que compartirla era tan complicado...Me cansaba tener que estar rebuscando en la maleta para encontrar donde dejé las cosas al prepararla y ahora la estaba desordenado como un loco.

-Ponte esto...- Le pasé en mano una camiseta blanca con una frase escrita en la espalda y unos vaqueros azules.

Yo por mi parte me cogí una camiseta negra y unos vaqueros azules oscuros rajados.
Empecé a cambiarme quitándome la camiseta sin prestar demasiada atención a nada, a lo contrario del rubio que se veía tímido en el momento. Incluso se dio la vuelta.
Si...No estaba prestando atención a nada hasta que el rubio dejó ver su espalda.
Por la zona superior de esta, tenía dos cicatrices verticales, líneas paralelas. Parecían dolorosas y tenían un color oscuro...Un color que indicaba que habían sido difíciles de cicatrizar.

-¿Cómo te hiciste eso?- Estaba algo horrorizado por esas marcas pero fingía para no ofender a nadie.

Parece que se sorprendió ante mi pregunta y mientras aun colocaba la camiseta bien para ponérsela me contestó:

-Me cortaron-

-¿Te cortaron? ¿Quién? -

-Mis...Hermanos- Suspiró y se mantuvo de espaldas a mí, ahora sin realizar ningún movimiento.
-Consideraron que merecía un castigo...Y me cortaron-

Estaba muy sorprendido ¿Hermanos que cortan? ¿Que castigan? ¿Pero que coño..?
Este chico es diferente...Este chico...¿Quién es?

-¿Por qué? ¿Qué hiciste?- Me acerqué a él lentamente.

Mis ojos estaban centrados en esas cicatrices tan horribles.

Con suavidad los dedos de una de mis manos pasaron por encima de una de esas cicatrices. Fui siguiendo el recorrido no demasiado largo decendientemente cosa que hizo que el cuerpo del contrario se estremeciera por un momento aunque enseguida se relajó.
Era como si se asegurara de que no quería hacerle daño y cuando se sintió seguro...se dejó tocar.

-"Tranquilo"- Pensé.

ᎠᎪᏒᏦ fᎬᎪᏆhᎬᏒs [ᏦᎾᎾᏦᏉ]Where stories live. Discover now