Capítulo 29 (EDITADO)

10.1K 449 38
                                    

—Estuve llamándote, pero me mandaba a buzón. —Cerré la puerta. Estaba en casa de mi padre.

—Lo sé. Mi batería se agotó. —Se sentó en el sofá. —¿Dónde está Garret? Tráelo. Antes de venir le compré un regalo. —Sacó algo de su bolso.

—Lizzie. Garret no está aquí.

—¿Ya va a la escuela? Vaya. Crecen muy rápido ¿no lo crees?

—No, nada de eso. —Miré mis manos.  —Patrick se llevó a Garret. Su vuelo salió ayer por la noche. Ahora seguramente han de estar aterrizando en Dinamarca.

—¡¿Dinamarca?! —Gritó.

—¡Cállate! Despertarás a mi papá. —Le di un codazo. —Patrick recibió una buena propuesta de trabajo y la aceptó. Después de todo el problema que hubo con Jack no pude negarme. Mi hijo estará mejor con su padre.

—También lo creo. —Hizo una mueca.  —Ay amiga, has pasado por tantas cosas y yo sin saberlo. Soy la peor mejor amiga en el mundo.

—No lo eres. Seguramente haz pasado por cosas para nada buenas y yo tampoco estuve contigo.

—Entonces estamos a mano. —Rió.

Después de platicar infinidades de cosas; Lizzie tuvo que marcharse nuevamente. Dijo que vendría a verme en mi cumpleaños. Todos recuerdan mi cumpleaños, pero nadie recuerda que Garret está por cumplir años también. Y eso que mi bebé cumple dos meses antes que yo.

Daría lo que fuera por poder estar junto a él en ese día tan importante, pero es un sacrificio que debo hacer.

Me despedí de mi papá y regresé a casa de Jack. Ya estaba oscureciendo.

Al entrar me llamó la atención un camino de pétalos rojos que se dirigían al comedor. Dejé mis cosas en el sofá y lo seguí. Al llegar había una mesa para dos, velas y un Jack junto a un ramo de flores. En realidad, se estaba tomando muy enserio eso de cambiar. Debo admitir que se veía muy atractivo con la ropa que llevaba puesta.

—¿Qué es esto Jack? ¿Una forma de demostrarme que estás cambiando? —Dije tratando de ocultar una sonrisa.

—No. Es una cena. —Rió extendiendo el ramo de flores.

—Gracias.

—Toma asiento. —Dijo sacando la silla para mí. ¿Desde cuándo se había vuelto tan educado? —En un momento regreso. —Asentí.

Vaya. Nunca me esperaba esto. Cuando iba a casa de Patrick y regresaba aquí, esta casa siempre estaba vacía. Ahora se siente cálida y acogedora. Miré toda la decoración que había hecho. Simplemente era magnífico. Todo tan perfecto. No sabía que Jack era así. Al parecer cuando se propone algo, lo cumple. Si es que hablamos de cosas buenas, como esta.

De repente sentí un flash.

—Listo. —Dijo mirando la cámara y sonriendo a la vez. Supongo que había tomado una foto. —Mira, te ves hermosa.

—Jack, no me tomes fotos.

—¿Por qué?

—No me gustan, siempre salgo mal.

—Pero en esta saliste bien. A parte, quiero que quede plasmado todo para cuando tengas duda de algo recuerdes esto.

—Estás loco. —Rodé los ojos.

—Nuestros hijos podrán verlas cuando sean grandes.

Bien. Hablar de hijo es una locura. Mucho más si se trata de Jack.

—Jack, ahora no, por favor.

—Amy, sólo quería que... —No lo dejé terminar.

—No hagas que me arrepienta.

—Está bien, está bien. Entonces comamos.

Hora y media después terminamos riendo y charlas de nuestras vidas. Bien. Admito que estar con este nuevo Jack no era tan malo. Me estaba divirtiendo como no lo hacía en años.

—Sabes mucho sobre las tragedias de mi vida. Es tu turno de contarme algo sobre ti.

Jack podía ser una persona ambiciosa y mala, pero muy en el fondo sé que había algo que lo lastimaba y provocaba que fuera esa clase de chico.

—Ya no me gustó esto. Mejor vamos a descansar. —Se iba a levantar, pero agarré su mano. Debía saber qué era lo que ocultaba

—Por favor Jack. Quiero conocerte bien. Sólo seamos nosotros mismos.

Suspiró pesadamente. Asintió. —Pero ¿prometes quedarte aquí esta noche?

—Sólo si te quedas a hablar.

Me miró. Soltó mi agarre y se sentó. —No me gusta hablar de esto; serás la única que lo sabrá y por favor, no vayas a decir nada.

Asentí. —Lo prometo.

Entrelazó sus manos suspirando pesadamente. —Hace cinco años asistí a una fiesta. Había alcohol y abusé de él. —Miró fijamente sus manos. —Estaba saliendo con una chica, su nombre era Alejandra. No me di cuenta a qué hora se había alejado de mí, creí que estaba con sus amigas, pero ellas se habían marchado temprano, ya que al siguiente día había que ir a la universidad. La empecé a buscar —Su voz se empezó a quebrar. —Hasta que la hallé en una de las habitaciones de la casa, estaba envuelta en una sábana dormida. No tenía ropa. —Sus ojos se pusieron rojos. Ni siquiera podía hablar. Nunca había visto a Jack de esta manera. —Abusaron de ella Amy. Quedó embarazada, pero abortó. Un año antes, justo cuando me dijiste que estabas esperando un bebé y yo me alteré y lo nuestro se terminó; fui con ella y lo hicimos. —Dijo sacando todo le aire que había estado guardando. —Después supe que nuevamente había quedado embarazada. Saqué la cuenta y estaba seguro qué no era mi hijo, o hija. Después supe que había tenido una niña, pero ahora dice que es mi hija y quiere que me haga cargo de ella. —Me miró. Estaba confundida.

—Haber Jack. Tuviste relaciones con Alejandra; quedó embarazada, pero tus cuentas dieron que ese bebé no era tuyo. —Dije despacio. Jack asintió. —Y ahora regresó diciendo que... ¿sí es tuyo? —Fruncí el ceño. El asintió nuevamente.

Rayos.

Pensé que su problema era una cosa diferente, no creí que se tratara de un bebé. Por eso Jack se comportaba de esa manera. Siempre tan protector y de la nada era como si nada pasara. Eso es terrible. Debo ayudarlo.

—Ven aquí. — Fui donde él extendiendo mis brazos. Jack se quebró. —Tranquilo, te ayudaré con esto. No estás solo ¿de acuerdo?

—Ves que no eres la única con situaciones complicadas? Nunca he tenido un hijo; tampoco he perdido a uno, pero creo que esto se siente igual que eso.

Se había creado un nudo en mi garganta. Agarré fuerzas para poder hablar. —No es lo mismo.

Jack se apartó de mí. Pasó una de sus manos por su rostro limpiando las lágrimas. —¿Cómo lo sabes?

Oh no. Ahora yo empezaba a quebrarme. —Lo sé porque perdí un bebé. —Jack abrió los ojos sorprendido. —Era una niña. —Sonreí haciendo una mueca. —Estaba en una bolsa diferente a la de Garret. Ella se me vino y no pudimos hacer nada para salvarla. Me marcó mucho ¿sabes? Aunque sólo lo saben, mi padre, Patrick, tú y yo. Siempre me imagino cómo hubiera sido, pero siempre recuerdo que el hubiera nunca existirá. Es difícil porque siempre tendrás esa cicatriz ahí, pero, a la vez sabes que hay un pequeño angelito cuidándote en donde quiera que este.

—Lo lamento tanto, Amy. Estamos el uno para el otro apoyándonos. Sabremos cómo manejarlo, te lo prometo. —Me abrazó.

—Gracias Jack.

Había sido tan raro y emocional. Jack es una persona frágil tratando de verse fuerte como todos los demás. Incluyéndome. Ahora puedo decir con certeza que es verdad cuando dicen que las apariencias engañan y lo hacen a menudo.

Creo que conocer a Jack en su lado más vulnerable me hizo darte cuenta de que en verdad es bueno dar segundas oportunidades. Al menos puedo hablar como una persona normal con él. Empezaba a sentirme cómoda a su lado. Un poco, pero al menos, ya era un avance. Vaya. Jamás creí que diría esto en mi vida. Es raro ahora, pero supongo que se volverá normal.

El pequeño GarretWhere stories live. Discover now