Capítulo 22 (EDITADO)

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Seis meses después.

Hace seis meses desde el horrible insidente con Jack. Hace seis meses que renuncie a mi familia para salvarla. Seis meses de dolor, llanto y deseperación.

Ahora mismo estoy llendo a la estética para que me den los últimos retoques de maquillaje. Así es. Mi vida acaba esta día. La boda se realizará.

Los papeles no están firmados como Jack quería para dejar ir a mi padre con mi hijo, sólo hizo que firmara un contrato; éste constaba en casarnos meses después para asegurarse que estaré a su lado. Ese día llegó.

Definitivamente no quiero esto. No quiero una boda con el hombre de mis pesadillas. No quiero casarme con Jack. Pero tampoco quiero que lastime a mi familia. A mi verdadera familia. Pero no puedo oponerne.

—No tenga esa cara señorita Amy. Es el día de su boda. Siempre dicen que es el día más esperado por toda mujer.

—Si Jessie, pero cuando amas a la otra persona. —Suspiré. —Y yo no lo amo.

—Entonces debería cancelar todo.

—Te juro que lo haría. Pero no puedo.

Jessie era la sirvienta de Jack. Me acompañaba a todos lados y se había convertido en una amiga.

—Ay señorita Amy. No me gustaría estar en sus zapatos.

—Todo sea por mi hijo Jess. —La miré.

—Por las fotos que me enseñó se ve que está bien bonito.

—Sí. —Sonreí un poco. —Es mi motor.

—Ay señorita Amy. Usted tranquilita. Todo pasará rápido y ya verá que podrá estar con su familia muy pronto.

—Gracias por animarne cada día Jessie.

☆☆☆☆

Iba camino a la iglesia.
Tenía un vestido blanco ampón el cual me hacía sentir terrible.

Llevaba mi celular conmigo así que llamé a mi papá. Al tercer rono contestó.

—¿Amy?

—Papá. —Sollocé. —¿Cómo están?

—Bien Amy. Pero estaríamos mejor contigo aquí. Miami es muy bello.

—Lo imagino. —Sequé un poco mis lágrimas.

A la semana del insidente con Jack; mi padre y Patrick se fueron a Miami junto con Garret. No querían estar expuestos a cualquier ataque o algún susto.

—¿Tú cómo estás hija?

—Papá. —Sollocé nuevamente.

—¿Qué pasa? —Su voz se escuchaba preocupada pero debía decírselo. —¿Qué pasa Amy?

—Estoy en una camioneta. Con un vestido blanco rumbo a la iglesia en donde Jack me está esperando. —Dije a la vez que una lágrima caía en mis mejillas. No me importaba estropear mi maquillaje.b—Me voy a casar con el hombre que no quiero papá.

—¿Cómo? ¿estás hablando enserio? Ay no puede ser. Amy, Patrick dijo que él lo impediría si él llegara hacer eso.

—Tengo mucho miedo papá. No quiero estar aquí más. Quiero estar con ustedes como antes. Quiero estar con mi hijo. Con Patrick. Contigo.

—Y nosotros queremos que estes aquí. Garret ha crecido mucho. Casi es su primer año y necesita a su madre.

—Estamos por llegar, me pidieron que apague el teléfono. —Derramé algunas lágrimas más.

—Todo estará bien. Pronto todo se arreglará ¿okay? Te amo hija.

—Yo te amo más papá. —Colgué.

Baje de la camioneta.
Pasaron los minutos y cuando acordé ya estabamos frente a frente con el sacerdote preguntandole a Jack si aceptaba ser mi esposo. Por supuesto el acepto y ahora era mi turno.

—Señorita Amy Gates, ¿acepta a Jack como au legítimo esposo?

Miré a mi alredeor. Puse mi mirada fija en la puerta de la iglesia.

Esperaba que en cualquier momento Patrick apareciera impidiendo todo y ser feliz con él. Pero eso jamás pasó.

—Señorita. —Susurró el sacerdote.

Suspiré sollozando. —Acepto.

Acepté mi condena a muerte. Acepté renunciar a mi familia y de igual manera a mi felicidad.

El pequeño GarretWhere stories live. Discover now