Capítulo 26 (Maratón 2/3) (EDITADO)

10.5K 559 6
                                    

—¡Garret! —Lo alcé en mi brazos. —Te extrañé hijo. —Besé su cabeza.

—¿Hablaste con Alejandra antes de venir?

—Si. Estuvo de acuerdo.

—Sabía que accedería, Alejandra es una gran mujer. Su hija es muy tierna.

—Lo sé.

—¿Cuál es su nombre? —Frunció el ceño. —¿Amalia? ¿Alma?

Reí. —Se llama Amelie.

—Oh, bueno, era algo parecido. —Sonrió. —Patrick. Deberías recorrer la ciudad, digo, es muy bonita y quizás te encuentres con... —Lo interrumpí.

—Suegro, ahora no, por favor. Es demasiado tarde.

—Está bien. Pero, prométeme que mañana iremos a recorrerla. Sólo nos quedan tres días aquí y seremos dos viejos cuidando a un bebé como madres solteras. —Reímos por su comentario.

Asentí. —De acuerdo.

[...]

Al día siguiente Garret se la pasó durmiendo, por lo que aproveché para hacer algunas compras y tomar aire fresco. Me ayudaría a despejar mi mente por un momento.

En camino a aquí me la pasé pensando en ¿qué hacer? Creí que sería fácil tomar una buena decisión, pero, a decir verdad, era muy difícil saber si en verdad quiero que crezca lejos de su ciudad de origen y de las personas que lo vieron crecer estos meses.

Frente a mi pasó una pareja junto a una niña. Su padre iba jugando con ella mientras la madre los grababa. Sonreí al ver dicha escena. De repente la pequeña niña se detuvo frente a mí.

—Hola. Mi nombre es Fanny y tengo seis años. —Sonrió mostrando su dentadura la cual estaba faltante de un diente.

Sonreí. —Hola Fanny, mi nombre es Patrick y tengo muchos años.

—Tu nombre es raro. —Río.

—¡Fanny! —Vi que su padre se acercó de igual manera. —Tu madre y yo ya nos vamos a... —Se quedó en silencio al verme.

—¿James? —Dije al verlo. —¿Eres tú?

—¿Patrick? —Sonrió. —Hermano, no has cambiado nada. —Me levanté estrechando nuestras manos dándonos algunas palmadas en la espalda.

—¡Cuánto tiempo! Creí que jamás te volvería a ver.

—Lo mismo había pensado.

—¿Conoces a Patrick, James? —Preguntó la tierna niña.

—Sí. El es mi hermano linda.

—¿Tú hermano? —Frunció el ceño. —Pero no se parecen.

—Luego te explico, ¿okay?

—Bien.

—Ve con tu mami, te comprará un helado.

—¿Un helado? ¿de chocolate? —Asintió sonriendo. —¡Sí, helado! —Dijo corriendo hacia su madre.

La señalé abriendo los ojos. —Es muy inteligente para tener seis años.

—Lo sé. Es demasiado linda pero muy inquieta.

—No lo dudo. Pero ¿cómo pasó? No creo que nos hayas ocultado algo así James.

—No, no, no, jamás lo haría. Es una larga historia.

—Tengo tiempo —Me senté riendo. James movió su cabeza negando y sentándose a la vez.

—Fue medio año después del viaje a Argentina. Nos conocimos en una tienda de zapatos.

El pequeño GarretWhere stories live. Discover now