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6: Aterrados

Yo subí corriendo a por Jin a quien desperté enseguida. Lo saqué de la cama y lo traje al comedor.
Preparando lo necesario y metiendolo en jna mochila que colgué sobre mi espalda les expliqué la situación y sin darles tiempo a entablar una conversación abrí la puerta. Debíamos alcanzar la camioneta con la que vinimos.
Al abrir la puerta me quedé estupefacto. Toda la gente de la calle llacía en el suelo, dormida.

No era estúpido...Eso tenía que ser obra del pelirrojo ese.

Empecé a temblar cuando el pelirrojo hizo acto de presencia de nuevo a lo lejos.
Tae y Suga estaban detrás de mí cuando extendió de nuevo su arco de oro y tensando la cuerda disparó otra flecha.
Cuando el mayor lo vio me empujó con el hombro y cerró la puerta con suma rapidez y fuerza.
La flecha se clavó en esta.

-¡¡Puta mierda!!- Me miró respirando agitadamente. -¡¡Nos acaba de disparar, disparar!!- No se lo podía creer a pesar de que lo había visto con sus propios ojos...Justo como me había pasado a mí.

-Salgamos por la puerta de atrás- Propuso Jin en pijama.

Corriendo y todos bien coordinados, casi como si supiéramos que esto iba a pasar fuimos hacia la puerta trasera.
Suga que era el que llevaba las llaves no podía ni encajarlas en la cerradura de lo que estaba temblando.
Se escucharon golpes en la puerta principal.

-¡Joder date prisa!- Dije mirando hacia atrás.

Cuando Suga logró abrir la puerta se escuchó el estruendo que indicaba que la principal en la entrada había sido derrumbada.

Salimos corriendo tan rápido como pudimos y alcanzamos la camioneta. Nos subimos en ella y Jin pisó el acelerador a fondo.
Las rudas del coche fregaron contra el cemento de la carretera chirriando fuerte.

Apenas avanzar vi al pelirrojo salir de la casa. De nuevo apuntó pero esta vez no disparó porque no estábamos a una distancia muy alcanzable. Bajó el arco y nos vio marchar.

¤¤¤¤

Jin siguió conduciendo sin parar en ningún momento. Íbamos sin rumbo pero eso no importaba cuando te presiguía un asesino venido de la nada.

-¿Quién era? ¿Por qué nos sigue? ¿Qué le hemos hecho? - Preguntó Jin ya un poco más calmado.

Todo se quedó en silencio durante un largo rato. Nadie dijo nada hasta que Taehyung lo rompió.

-No os persigue a vosotros...Es a mí-

Suga miró hacia atrás con los ojos completamente abiertos.

-Jin, para el coche- Dijo mirando al rubio quien estaba cabizbajo.

-¿Qué dices?- El mencionado hacía todo lo posible para mantener los ojos en la carretera.

-¡¡Que pares el coche!!- Le gritó definitivamente.

Por el susto del grito inesperado del otro el mayor frenó de golpe el vehículo. Estábamos todos sorprendidos.

-Baja- Le dijo sin vacilar al de pelo claro.

Me quedé estupefacto.

-¿Q-qué estás diciendo? ¡Lo van a matar!- Repliqué.

-¡Mejor él que nosotros!- Volvió al rubio. -¡¡¡He dicho que te bajes!!!-

Da igual lo que dijera...Suga era sensato. Tenía razón.
No conocía a ese hombre de nada ¿Por qué arriesgarme por él? Realmente sus problemas eran sobrenaturales...Un hombre sacando un arco de la nada, la gente de la calle dormida...Por Dios que ni podíamos acudir a la ayuda de la policía.
No, no...Era su problema.

Él me miró por un momento con la mirada más perdida que podía tener alguien y sin el apoyo de nadie obedeció.
Se quedó en el lado de la camioneta como esperando a que nos fuéramos.

Sin dilatación Jin arrancó el coche con suavidad y mirando hacia atrás vi como el rubio se alejaba allí de pié a un lado de la carretera...En medio de la nada y en la peligrosa oscuridad...Como cuando lo vi la primera vez.

/No pensaréis que aquí acaba
;-)/