Parte sin título 111

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Llamo al timbre y se acomodó la ropa.

Miró a la persona que había delante suyo.

-Oh, tu debes ser la niñera-

-Exactamente, soy Elsa-

-Pasa, mi hija está en su habitación, no tardará en bajar-

Ella entra y mira la casa.

-Hermosa casa-

La señora se puso el abrigo.

-Muchas gracias, ¡Edgar vamos!-

El mencionado salió de la cocina y fue hasta ellas.

Besó las mejillas de Elsa.

-Un gusto Elsa, Anna bajará en cualquier momento, está acabando los deberes. Nosotros nos vamos a cenar y no volveremos hasta tarde-

-¿Que edad tiene vuestra hija?-

-Dieciséis-

Dicho esto se fueron.

Elsa se quedó algo perpleja pero no dijo nada.

-Así que tu eres la niñera-

La miró.

Era linda.

-Y tu debes ser Anna-

Le sonrío de lado.

-Sí-

-Y dime ¿No te podías quedar sola en casa?-

-Mis padres son así, yo ya les dije pero se empeñaron en que viniera alguien y me cuidará y...-

Se acercó a ella moviendo las caderas.

Ella alzó una ceja.

-No me arrepiento. Eres muy linda, ¿Que edad tienes?-

-La suficiente para trabajar-

Río.

-No debes tener más de veinte-

Miró sin ningún disimulo el cuerpo de la rubia.

-Al menos, podrías ser más disimulada-

-No quiero-

Se acercó para besar sus labios.

La rubia se apartó.

-Demasiado rápida pelirroja-

Se miraron.

Anna empezó a reír.

-¿Qué?-

-Era una broma-

Rodó los ojos.

Le esperaba una larga noche.

¡Espero que os haya gustado!

Nos vemos en la próxima,

Aio,

Hermi.

Historias ElsannaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora