Historias Elsanna

Parte sin título 43

Voy conduciendo a casa de Anna, mi mejor amiga.

Bueno, no sé si ya se puede considerar amiga ya que cada vez que la veo mi corazón se acelera y me dan ganas de besarla.

Ugh, ella es hetero.

Nunca me ha comentado nada sobre alguna chica.

Y si lo ha hecho, no conmigo.

Aparco delante de su casa.

Anna, ya estoy delante de tu casa, espero que lleves un lindo bikini ;)[a las 10:00]

Ya lo veras, Els😝 ya salgo[visto a las 10:01]

Y como recibo el mensaje Anna sale de su casa sonriendo.

Esa sonrisa que tanto amo y deseo besar.

Sube al coche y besa mi mejilla, algo cerca de la comisura de los labios.

Pero no comento nada y le sonrío de lado.

Llegamos a la playa y aparco.

No hay mucha gente a estas horas.

Me quedo mirando el cielo.

Anna me da una nalgada y ríe.

-Vamos Elss quítate la ropa-

La miro.

Oh dios.

Ella ya se ha quitado la ropa.

Lleva un bikini que tapa lo justo.

¿Desde cuando estaba tan buena?

Me sonrojo con ganas y me quito la ropa.

Ella se me queda mirando.

Tiene la boca ligeramente abierta y no aparta la mirada de mi pecho.

Miro mi pecho.

-Uhm.. ¿Tengo algo en el pecho?-

-¿Qué?-

-No quitas tu mirada de mi pecho-

Veo como su hermoso rostro se pone rojo cada vez más.

Esta chica acabará conmigo.

Me estiró en la hamaca y cierro mis ojos.

A mi pálida piel le vendrá bien algo de color.

Me doy la vuelta y miro a Anna.

Ella me sonríe sonrojada.

-Uh.. Anna, ¿Me podrías echar crema en la espalda?-

-S-Si, claro-

Desato el nudo del bikini y me lo aguanto para que no se vea mi pecho.

Ella se echa crema en las manos y las pasa por mi espalda con lentitud.

-Mh-

Sus manos bajan a la espalda baja y me pongo algo nerviosa.

Noto su mirada en mi trasero y me ató el bikini.

-Gracias Anna-

Y me doy la vuelta de nuevo.

Ella se me queda mirando y sin importar la gente se sienta en mi regazo.

Yo sonrío y le abrazo por la cintura.

No me resulta extraño ya que solemos sentarnos así.

Lo que si me resulta extraño es que Anna no deja de mirarme el pecho.

Sin darme cuenta, o quien sabe, haciéndolo aposta, respiro hondo haciendo que mi pecho suba.

Y juro que no he visto a Anna tan sonrojada como ahora.

¿Sería una locura intentar besarla?

Pero antes de acercarme a ella, ya me esta besando.

La agarró de la cintura apegando nuestros cuerpos y meto mi lengua en su boca.

¡Espero que os haya gustado!

Nos vemos en la próxima,

Aio,

Hermi.